jueves, 24 de diciembre de 2015

Francisco



Francisco de Asís, hubiera dicho al cabildo tabaibero...
... intercalando antes de la estrofa de la hermana muerte, en este su himno o cántico al sol, lo siguiente:
“Alabado seas, mi Señor, por la hermana cabra, criatura tuya preferida, porque ella alimenta con su leche a los hombres, no molesta a nadie, y es la reina de la biodiversidad, muy graciosa en sus retozos y cabriolas, y anda por los riscos muy cerca de Ti Señor, y son una bendición”

Altísimo y omnipotente buen Señor, tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición. A ti solo, Altísimo, te convienen y ningún hombre es digno de nombrarte. Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas, especialmente en el Señor hermano sol, por quien nos das el día y nos iluminas. Y es bello y radiante con gran esplendor, de ti, Altísimo, lleva significación. Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas, en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas. Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo, por todos ellos a tus criaturas das sustento. Alabado seas, mi Señor por la hermana Agua, la cual es muy humilde, preciosa y casta. Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego, por el cual iluminas la noche, y es bello y alegre y vigoroso y fuerte. Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sostiene y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas. “Alabado seas, mi Señor, por la hermana cabra, criatura tuya preferida, porque ella alimenta con su leche a los hombres, no molesta a nadie, y es la reina de la biodiversidad, muy graciosa en sus retozos y cabriolas, y anda por los riscos muy cerca de Ti Señor, y son una bendición”. Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor, y sufren enfermedad y tribulación; bienaventurados los que las sufran en paz, porque de ti, Altísimo, coronados serán. Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana muerte corporal, de la cual ningún hombre viviente puede escapar. Ay de aquellos que mueran en pecado mortal. Bienaventurados a los que encontrará en tu santísima voluntad porque la muerte segunda no les hará mal. Alaben y bendigan a mi Señor y denle gracias y sírvanle con gran humildad...
Seguro, que el santo al que la Iglesia canta en la antífona de su fiesta: “... el otro Cristo...”, lo hubiera dicho -pues se lo dictaba al hermano (fray) León-, mucho mejor, y me he atrevido a intercalar, lo que él hubiera dicho, y tal vez, y seguro que también: “¡no las maten, que son obra de Dios, puestas en la tierra para ayuda de los hombres, incluso buscando siempre las alturas, son toda una indicación!”, que a modo y semejanza de ellas busquemos al que él mismo llama:  “Altísimo y omnipotente buen Señor...”
El Padre Báez, que mucho se teme, que indiferentes a todo lo cristiano y católico, y a lo mejor hasta desde el ateísmo -que profesan en ese cabildo materialista que solo busca dinero-, en el que viven, nada les diga este comentario, pero que llegue a la gran mayoría de personas espirituales que son, y por medio de las cabras, también alaben al Señor, como nos pide san Francisco de Asís, el patrono de los ecologistas, y de cuyo estribillo, el papa Francisco ha escrito la encíclica que repite sus palabras: “Laudato sí, (Alabado seas)”.
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P.D.- Les recuerdo que san Francisco de Asís, fue el primero en iniciar la escenificación del Belén (los Nacimientos), con figuras humanas y animales de carne y hueso; y entre ellos, también cabras; que por cierto: dijo, que esta noche santa dieran ración doble a todos los animales, por nacer Dios, y a su modo por ello se “alegren”.

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