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500 cabras dañan al pinar, 500 corredores y senderistas miles por el gran Tabaibal, no...

... no dañan a los pinos. Y no se me moleste Artenara (que la quiero con toda el alma), que si la pongo de ejemplo es por poner uno y no el de los 21 municipios que al igual, tienen programadas carreras y senderismo por sus ajuntas y mientos, todo el año...

... y el cabildo no la emprende con ellos, como con las cabras, a tiros, porque según los “técnicos” del miedoambiente solo las cabras dañan a los pinos; los que hacen senderismo y carreras, esos benefician a los pinos...

... es decir, las pobrecitas mías (las cabras guaniles), perdidas entre los riscos, dañan a los pinos, y estos muchos miles y miles, que por aquí y por acullá, este mes y el que viene, y así todo el santo (¡perdón: que son ateos!), todo el profano año corriendo, durante todos los meses, y por todas partes -como Dios- (¡oh, segunda petición de perdón, que son indiferentes!), que una masa sobre el terreno no hace daño a los endémicos pinos, y esta nube de corredores y senderistas por todas partes, repito, ¿no hacen daños? ¡Ah, cabildo que te quieres quedar con nosotros y te contradices! O, ¿qué dices de estos?, ¿estos no perjudican al medio miedoambiente? ¿Por qué no contestas?

El Padre Báez, que solo les insinúa el tema, para que también ustedes, mis amigos razonen un poco y no lo reciban todo hecho y digerido. Ustedes, ¿qué opinan? Es decir el cabildo matacabras mata las cabras por daño a los pinares, y esta masa polvorienta y descontrolada, corriendo como locos, sin tener fuego que apagar, ¿no hacen daño? Encima nos dicen que contemplan el paisaje; sí, mirando al suelo, ¿o es que se corre mirando al horizonte y a los lados? ¡Pero si pasan como balas!, y no ven absolutamente nada de arqueología, etnografía, paisajes, ni gente, ni pueblos, ni nada, etc. solo miran al suelo, para no caerse, y nos dicen; “¡disfrutan del paisaje!” Pues, “¡échate otra, cabildo tabaibero!”

P.D.- por supuesto sé de sobra, que los corredores no hacen daño al campo -como bien ha dicho mi amigo Jonathan Rodríguez Santana-; pero, ¿qué daño hacen las cabras?, ¿por qué las mata el cabildo? No hay justificación para el cabricidio. Me pregunto: ¿no lo emprenderá el cabildo con todo lo que se mueva en el campo, incluidos Jonathan y sus compañeros de carreras? ¡Espero que no lo emprenda con los deportistas!, y que ningún disparo a lo que se mueva mate a un humano. Con esos francotiradores por el campo, es como no correr con seguridad y tranquilidad; pues, ¿y si los confunden con una cabra?