jueves, 17 de diciembre de 2015

baifito



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¡No, por favor!, ¡que esta Navidad no tenga sabor a baifo!...
... ¡ya está bien con la matanza de cabras que ha hecho el cabildo! No se sume usted a ese cabricidio. Incluso le voy a dar una recomendación: si piensa matar un baifo (primero que no se entere el miedoambiente y seprona, porque tiene que llevarlo al matadero insular, y no se lo hacen gratis), le pido por favor, que lo indulte y lo deje vivo, y si como pienso será un baifo macho, tanto como si es hembra, déjelo suelto en las cumbres, que ellos polvean tierra y musgo, y se hacen guaniles, con lo que poco a poco podemos sustituir a las cabras, cabrones y cabritos (baifitos), que ha matado el cabildo.
Por eso, les repito, por favor este año, en Navidad, que nadie coma carne de baifo, para salvar una especie endémica del Gran Tabaibal, como son las cabras, y es la única guerra limpia, sin tiro, que le podemos hacer al cabildo (con lo que usted se convierte en dueño -en parte- de esos animales sueltos, libres, sanos), y ganar esta batalla de rifles españoles contra nuestra cabaña, la mejor del mundo. De ahí, que si lo quieren, hasta me arrodillo antes ustedes, y ante el portal de Belém, donde el Niño Dios recién nacido vio los baifos y cabras que llevaban los pastores, le pido: no mate un baifo y dele libertad, para que se convierta en un guanil y sustituir o suplir los que el insensato y cruel cabildo ha matado impunemente. Por tanto, si le regalan un baifo, o si lo compra, reflexione ante el mismo y piense: “Esta Navidad, me voy a privar de comer carne de baifo, cambiaré el menú con lo que sea (carne de conejo, de vaca, de camello, o de lo que más me guste, pero no de cabra, ni cabrón o baifito)”; déjelo para otras Navidades. Por otra parte, con el precio de 10 euros por kilo de carne de baifo, compre pescado o un pavo, gallina o pollo: y, ¡hasta la cerne de perros se come en China!, ¿por qué no aquí? Le suplico y ruego, que -disculpe le sea pesado-: ¡no, no, por favor, no mate un baifo!, ¡échelo al campo, que es mentira no se comen los pinos; si lo hicieran, morirían, porque si se les calienta la resina en la panza, no pueden rumiar (o romear), y se mueren! Hago, pues, un llamado a cuanto carnicero haya en esta isla, lo mismo que a los distintos supermercados y afines: no maten este año un baifo. Que con las cabras, cabrones y baifitos que ha matad el cabildo, ya estamos más que bien servidos.
El Padre Báez, apostando por las cabras y aportando soluciones para salvarlas; el baifito liberado, en unos meses, ya es un animal guanil, y en poco tiempo seguimos con la misma campiña y cabaña. Así lo espero. ¡Gracias, por el ecologismo, por el turismo, por la biodiversidad, por preservar una raza única, por dignidad, por identidad, por humanidad (no me sea bruto, como el cabildo), por amor a los animales, por...!

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