El cabildo, se sigue riendo de
todos nosotros, y no cambia.
El cabildo, se sigue riendo de
todos nosotros, y no cambia. Veamos, en su plan de formarnos o
educarnos en asuntos del sector primero o primario, o/y de soberanía o realeza
principesca de la comida del campo o de alimentos de la tierra, va a dar otro
curso –otro más, de cara a la galería- pues ahora nos quiere explicar cómo se
manipula o trata, se coge o se toma lo que da la agricultura, que prácticamente
no es nada, salvo tres papas, dos lechugas y una col, pues por todo ello, un
curso –no universitario, y sin requerimiento cultural o académico alguno previo,
pues vale para los patanes, que no saben coger unas papas (hay que ponerse
guantes), ni coger unas lechugas (hay que ponerse igualmente guantes), o/y cómo
se coge una col (igualmente, hay que ponerse guantes), pues para ello, un curso
con director y todo y el preceptivo profesor. Y ya de paso, les adelanto el
programa, por si usted, pobre parado y aspirante a saber cómo se coge o toma las
hortalizas y frutas, asiste a clase, donde le explicarán cómo contamina a la
agricultura tanto humo de coches por todas partes; que el agua de la
agricultura, toda vez cuando llueve se va al mar, la sacan del mar ahora
desalada, aunque quede un resto de sal, la misma que esteriliza las tierras; que
los productos son sanos, si están en invernaderos y no les da el sol, que los
queman; que los abonos toda vez ya no hay estiércol de animales, hay que
comprarlos y es química pura que nos enferma y mata poco a poco; sobre las
prevenciones a la hora de recolectar, apañar o coger lo que sea (hortalizas o/y
frutas [ya sabe, póngase guantes, para no infestar lo que toque; y para que no
le infeste lo tocado); cuidados que ha de tener a la hora de transportar lo
cogido hasta la tienda o casa donde se va a vender o consumir lo cogido, póngase
gorro y bata blanca, con los guantes preceptivos; que también a la hora de
empaquetar, o almacenar tenga los guantes puestos, para no ensuciar o contaminar
lo que tenga entre manos, y si lo mete o pone en bolsas de plástico, mejor que
mejor; para que si se trata de manipular o/y transformar lo cogido, tenga
precaución en ello, y sin dejar los guantes y cofia, proceda, pero con
seguridad; pero en el caso de transportar lo cogido y distribuirlo y tienen que
echárselo al hombro, o llevarlo en la falda, sepa cómo proceder, y no a lo bruto
y salvaje; es decir nos enseñan –a los que asistan (algunos faltos de luz)- a
cargar y a distribuir, sin moler nada, y cuidado no se estropee nada... Y ya
para terminar la licenciatura en este arte de manipular lo que da el campo –que
está que da pena- dos lecciones más: datos que usted ha de tener en cuenta para
el comprador o consumidor; y, enfermedades que puede usted adquirir, de no tener
en cuanta estas prescripciones sanitarias y de higiene (sobretodo si no usa
guantes). Pues avisados quedan de la importancia que tiene la manipulación como
Dios manda de lo que produce el campo –casi nada a decir VERDAD- o sector
agrario (en lo poco que los pinos nos están dejando libre, que va a menos cada
vez más). Ya después, usted puede integrarse en el sector agrario, puede ser
titular de de una explotación agraria..., y no sigo, porque me da vergüenza. Les
pido me disculpen.
El Padre Báez, Pbro.
31-08-18