viernes, 15 de abril de 2016

¡vaya

¡Vaya argumento para justificar la matanza de las cabras libres!...
... argumento aplastante, de índole teológico ateo, e ignorante, y ello a pesar de venir de un Titulado Superior Especies Amenazadas, pero no les daré el nombre, para que no se rían del pobre, porque argumenta, que hay que tirotear las cabras libres, porque Dios no quiere cabras en las islas, porque si lo hubiera querido, Él las hubiera puesto.
Pues, como tampoco Dios quiso que aquí viviéramos nadie, porque a nadie puso Él aquí, ¡vámonos todos a otro lado!, dejemos las islas vacías, también de nosotros y de las cabras, y ¡todo para las tabaibas!, que es lo que Dios quiere haya en las islas. Desde luego, titulado en jilipollez, con matrícula de honor y cum laude: hay que matar las cabras, porque Dios no las quiere aquí, pues ¡toma teología laica!:
“... aunque igual usted pensará que si alguien tiene mal el corazón no debe ser salvado, ya que dios lo ha querido así, no me extrañaría... Pero recuerde una cosa, si Dios quisiese que las cabras estuviesen en Canarias, las hubiese puesto Él, ¿no? ¡Pues no las puso! Y es tan sencillo como tenerlas encerraditas, bien cuidadas y aprovechadas para sacar quesos y carne, ¡tan sencillo como eso! ¡Saludos!
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Pues, “¡peores cosas oíredes Sancho!”, que le dijo Don Quijote a su escudero. Pero, el que sí lo dice y bien clarito, es el abogado Don Juan Francisco Ramírez (no como las simplonerías del anterior):

Estimado paisano Padre Báez: Esto comienza a ser de locos e indignante; me refiero a aquellos que deberían representar y hacer valer los intereses del pueblo canario (políticos electos); una vez alcanzan el poder institucional, se olvidan con suma facilidad, de a quiénes les pidieron el voto con el cual se auparon al cargo; ahora leo su correo electrónico, en el cual nos dice que están pensando ("cabilderos") pagar con dinero público, claro está, no con el de su bolsillo para, presuntamente, contratar alguna empresa de seguridad privada, con la intención de proteger a los empleados al servicio del pueblo (?); en este caso de Gran Canaria -insisto-, puedan ser, presuntamente, molestados en una labor contraria a los intereses del pueblo al que se deben. Es para echarse a llorar; sobre todo partiendo del conocimiento del gran nivel de extrema pobreza y necesidades en las que vive una gran parte de la sociedad canaria; no olvidemos, que muchos están subsistiendo a expensas del dinero de la pensión de sus respectivos abuelos; por ello, causa extrañeza que algunos políticos -supuestamente- canarios, en lugar de destinar los dineros públicos a paliar las miserias de la gente del pueblo canario al que teóricamente, itero, se deben (vean los informes de Cáritas Española, sobre los niveles de la pobreza en Canarias); mientras, prefieran derrochar ese dinero (de todos), en pagar por acciones totalmente contrarias a las de su pueblo, en aras de no sé qué intereses foráneos devenidos ende los mares, como sí esos fueran los que les han aupado con sus votos hasta el lugar del poder político institucional que hoy ocupan; no deben olvidar, que todo cargo es temporal o efímero, pues el pueblo canario -votante- no suele olvidar lo malo. Un político isleño, que se precie como tal, su principal razón de ser, debería estar en fomentar el sector primario y el secundario (agricultura, pesca, ganadería, pastoreo, y las industrias derivadas o alternativas), fomentando  el empleo y evitar la diáspora de jóvenes preparados, que se ven obligados a salir de su tierra isleña a otros lares en busca de lo que aquí se les niega; por otro lado, por razones obvias, se evitaría la excesiva y peligrosa dependencia del extranjero. Sin más, estimado paisano, ruego a Dios nos ampare e ilumine, para que el pueblo en las próximas, acierte en su elección. Salud.
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Por mi parte: ¡Amén! (así es, o sea; cierto, verdad...).

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