domingo, 17 de abril de 2016

he recibido

He recibido este correo...
... de Don Pedro Toledo y esto es lo que me cuenta o dice

From: Pedro Toledo
Sent: Sunday, April 17, 2016 8:35 PM

Buenas tardes padre Báez, he pasado sábado y domingo en la lucha, ayer me invitaron a una reunión con los 'animalistas' y 'Sos Cabras Gran Canaria', en el desarrollo de la misma hablaban de enviar el martes un manifiesto con las 20.000 firmas al Gobierno Canario, (manifiesto que yo no conocía), hice una sencilla pregunta y por la respuesta de la misma y otras alusiones, descubrí que quien la dirigía era un topo de una empresa que le hace trabajos medioambientales al Cabildo, tenía convencido a todo el grupo de que la solución es recoger las cabras y ponerlas en "reservas", "acotarlas" "apañarlas".....etc., decía que el Cabildo, no era nuestro enemigo.... una vez descubierto, me estuvo ofendiendo y se fue maleducadamente, al sentirse descubierto, hoy se dio de baja en el grupo lo cual es positivo, como muy positivo es que llegara a tiempo de impedir que ese manifiesto llegara a su destino con las 20.000 firmas
. El grupo quedó pues, convencido de que la interpretación era engañosa y ha aceptado cambiar dicho manifiesto en favor, como usted mismo predica, de lograr, ¡si o si!, que las cabras queden libres en su hábitat natural como siempre. Este mismo señor llamado Pedro R. también está totalmente a favor de exterminar al gato salvaje, igual que los técnicos del Cabildo (este hombre dice ser técnico y especialista en el medio ambiente) no atendía a razón alguna igual actitud que los técnicos que envió el Cabildo a Agaete. Logré también a raíz de esto, que la señorita que tiene las claves de las firmas para pedirlas a "Chang.org" no las presente ahora, a la espera de crear uno nuevo donde exigiremos el respeto total a todos los animales salvajes, protegerlos en su medio natural y principalmente abogaremos por la cabra guanil y pediremos su reconocimiento especial o denominación de origen.
Trateré de enviarle adjunto el manifiesto que tenía preparado.
Un abrazo y a seguir luchando.
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Y ésta fue mi respuesta:

Don  Pedro, gracias por su correo, y por cuanto en el mismo me cuenta o dice. Lo primero que me sorprende, es que usted no se diera cuenta, que si no estaba un servidor, ya era para mosquearse. Toda vez me temen a mí no me invitan, y modestia aparte -creo- ninguna reunión de este tipo, debe hacerse sin mi presencia. Lo cual ya indica que les van a engañar. ¡menos mal se dieron cuenta a tiempo!, pero en adelante, a toda reunión asista un servidor, que no les dejaré pasar una, y las veré venir a la legua. Como usted mismo reconoce en su escrito o correo, ese topo ofertaba una solución, y digo y repito una y mil veces, no acepto otra solución que no pase por dejar las cabras libres en su sitio, donde siempre, donde no molestan, donde no hacen daño alguno, y toda solución aceptada es darles al razón (quitarlas de su ubicación genética e histórica). Por supuesto, el cabildo no es nuestro enemigo (son las hermanitas de los desamparados) –ya ese personaje infiltrado,  no se incluía en ese nosotros, con lo cual dejaba evidencia de su procedencia como infiltrado y defensor del que es ciertamente el enemigo número uno del sector primario, ya sea agricultura como ganadería, mostrando y demostrando con esta matanza y mil otras acciones, el cabildo no tiene defensa alguna o posible: practican un genocidio, y como usted ya les manifestó, en más de una vez, hay una normativa o legislación que se la saltan olímpicamente, desobedeciendo a Europa que en escrito enviado a mi persona y reenviado al Consejero del ramo en el Gobierno de Canarias le decía tomara parte en el asunto parando y prohibiendo esa matanza, cosa que no ha hecho. Ese señor Pedro R. que esté de cuerdo con acabar con todo lo que quiera, que me trae sin cuidado su información o deseo, y no es el tema echar balones fuera, ¡salvemos las cabras, que es lo que nos ocupa y preocupa! También me rocochinea el término “salvaje” referido a nuestros animales. Aquí, no hay tales animales (salvajes son el lobo, el toro bravo, el león, el tigre, los cocodrilos, etc., etc., no la cabra que es un animal doméstico, no existe la cabra salvaje, cabra salvaje es la cabra montés, y esa clase de cabras búsquenla en los Pirineos y otros lugares; aquí, no. Aquí tenemos cabras libres -en reunión habida en Agaete, usted recordará que Don Carlos Velázquez, reprochó a quien habló de cabra asalvajada o asilvestrada corrigiendo literalmente: “esas cabras no son salvajes, sino como dice el Padre Báez, son cabras libres”-. Y es así como deben ser citadas siempre y poner las cosas en su sitio, por precisar (me molesta incluso se las llamen “guanil”, son cabras libres, que tienen y conocen a sus dueños, si bien están en libertad, ninguna gallina, por más que sea mansa y esté en el corral se deja coger por su dueño, y no por eso la gallina es un animal salvaje.  Espero ese manifiesto, y me gustaría no lo den por acabado, hasta que un servido -humildad aparte- lo supervise, para “corregir” si fuera necesario y ampliar o quitar algún que otro detalle. Don Pedro, no reculemos, ni demos marcha atrás ; mantengámonos inflexibles, en nuestro posicionamiento, son ellos los que han de cambiar. Y esto hay que denunciarlo a instancias mayores. Reciba un muy cordial saludo y mi felicitación más sincera, pero mantengámonos  firmes en la lucha, es una batalla ganada, pero no la guerra, ellos van  volver o seguir, y lo harán con refuerzo. Nosotros, no desistamos de seguirlos, pacíficamente, y si no nos dejan acercarnos, nadie nos impedirá le sigamos a distancia: las cabras heridas y no matadas pueden ser socorridas por nosotros, desde la retaguardia. Repito: Un muy cordial saludo, y firmes en la lucha sin dar marcha atrás, y sin dejarnos convencer. Recuerde mis palabras amables en Agaete: “por poco me convencen... y a continuación, les eché abajo toda la exposición. No debemos aflojar ni un punto: todo lo contrario. Unidos, venceremos; no lo dude.
El Padre Báez, que no retrocede, ¡ni para tomar impulso! Siempre adelante, sin dar el brazo a torcer; eso, ¡que lo hagan ellos!, que son los que hacen el daño. Nosotros, salvamos la vida de las cabras, no queremos nos las maten.

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