jueves, 28 de abril de 2016

no va...

No va a quedar, ¡ni una!...
... y me refiero a las cabras libres. Y ello, porque cogerlas o apañarlas, gentes sin los medios del cabildo (¡que los tienen!), va a ser algo más que imposible, y toda vez, agotada esta única posibilidad de salvar a las cabras libres y matarlas así, pues es matarlas de otra forma (mueren si las quitan de su medio o ambiente de libertad), van a morir -tanto si las apañan (hecho imposible, repito), como si las dejan-,
toda vez, que han decidido acabar con ellas, bien las matemos nosotros apañándolas -hecho imposible por las condiciones y requisitos que exigen- como si no las apañamos, que entonces las matan ellos, única solución, en lugar de dejarlas donde siempre han estado y están (y deben seguir estando), y que si las matan (imposible matarlas a todas)- siempre quedan algunas, que -gracias a Dios y a la propia naturaleza- las cabras se reproducirán, más las que se vayan incorporando, según les es común, por naturaleza y genética (siempre tirarán al risco), justo donde ni endemismos, ni flores, ni nada, a no ser las (flores) de las tabaibas, beroles, tajinastes, ahulagas y algina basura más (en decir de los pastores. Cfrse: a Miguelito el de Caideros de Gáldar: “... ¡ todo eso es basura, Padre!...”, y no hay ningún otro endemismo que se pueda preservar, pues no los hay -es mentira la que dicen de una flor que nadie ha visto, sino ellos en sueño, pues, ¿por qué no la graban y nos la muestran?-, salvo las mismas cabras, que al reducirlas a tiros, quedan ellas como endémicas, siéndolo ya por más que queden unas 400 olas que sean (difícil e imposible contarlas), siendo éste el menor número de ellas, en toda la Historia de esta isla, según tradición y siempre-siempre han estado, pues siempre han habido muchas más cabras libres que al presente, reducidas al mínimo, ¡y quieren acabar con ellas, las únicas endémicas o endemismos que nos quedan!
El Padre Báez, que a la reunión del Valle (mañana día 29 a las 20,00 horas en el Salón Social del Valle de Agaete), si no van el Brito y el Morales -iré- pero no diré nada, como se lo acabo de manifestar a Don Pedro Toledo:
Don Pedro, no hay prohibición, sino agradecimiento por cuanta profusión y difusión de mis escritos pueda hacer usted o cualquier otra persona o Medio, de eso se trata de difundir lo más posible nuestra lucha. Lo que no me parece correcto, ni exacto, y sacado de contexto, que se diga que retomo. ¡Nunca abandoné!, sino que tuve la confianza de una solución, y me han engañado, solo frené e intenté llegar a un acuerdo, pero veo que la otra parte, no cede ni un punto, y un servidor sigue en la misma postura, porque aún cediendo a que las apañaran, sé -y es así- era una falsa solución, habida cuenta que retirar las cabras todas de su hábitat al 100 % es imposible, y siempre dije y repito: las cabras, por mucho que las apañen -confiando iban a dejar de matarlas- siempre volverán a su medio, y nunca acabarían con todas, con lo cual, siempre estarán donde están aunque menos, pero veo que no dan el brazo a torcer, y que las van a matar sí o sí, si este pueblo lo permite y no se levanta en una revolución total, que es a lo que hay que animar, y un servidor al frente, con animalistas o sin ellos, con SOS Cabras o sin ellos, que siempre han pasado de un servidor, y por eso con ellos ni cuento, salvo que si se suman ¡bien venidos sean! Pero no es cierto un servidor haya tirado la toalla (ni hay forma o manera de probarlo, con escritos míos o intervenciones en emisoras de radios y de televisión, ¿de dónde sale eso?) y la vuelva a recoger; simplemente hubo una flexibilización -propia en todo diálogo, para que haya un entendimiento, y di el primer paso- , por si podía haber un encuentro y acuerdo, que es a lo que estamos advocados queramos o no. Veo posturas irreconciliables, inamovibles,  y hacia ambos lados se ha de virar la balanza, para parar este genocidio. Un muy cordial saludo, y mañana estaremos -si Dios quiere- en el Valle, aunque es muy posible un servidor diga, que ante la ausencia de Brito y Morales -en caso que no estén- nada tengo que decir (salvo repetir mi postura: dejen las cabras donde están, y no maten una más, y apañarlas es matarlas porque se mueren)-, porque si no les llega lo que digo -sino en diferido si es que les llega- mejor callar, y que den la cara los que tienen que darla; pues es con ellos con los que hay que hablar. En mi caso, he de hacer frente a situaciones parroquiales, y jamás se me ocurrió, mandar al sacristán que me supla. Un muy cordial y afectuoso saludo.

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