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Precisando sobre las cabras...

... no son cabras salvajes, sino cabras libres. Mentira las cabras desaparezca endemismo alguno. Las cabras tabuladas están enfermas, las libres con salud pletórica. El pueblo (democracia) no acepta la matanza de cabras. No es comparable comer carne de pollos, con matar cabras. Las apañadas no son posibles, se mueren las cabras apañadas, y hay que dejarlas donde están desde hace más de 2.000 años.

Las cabras están en sitios de gravísimo riesgo, ¿y van a plantar allí? Las van a abatir, las van a matar. Quieren matar a unas 50, y apañar -imposible- las restantes. La población no acepta la matanza de cabras. ¿Que reciben felicitaciones por matar las cabras?, ¿de quién o quiénes? Es lo que hay, y hay que evitar estas matanzas, y ya sabemos cómo: presentándonos a los matadores, sin violencia -que son unos pobres andaluces mandados y pagados por el cabildo- y así de simple volverán los rifles hacia el suelo, por más que a cien metros divisen una cabra, pues nos pondremos entre ellas y ellos. Hay que salvarlas aunque nos cueste la vida, precisamente, ellas nos las dieron con sus leches y carnes, e hicieron de segundas madres, y son las mejores, y nada tiene que ver con las tabuladas o en explotaciones. Que todo es una comedia, para sacarle a Bruselas un dinero a repartirse en lo que sabemos, y no podemos permitir derroches y robos, y menos la matanza que usan como demostración de que las cabras, una vez sacrificadas, no se van a comer lo que ellos planten, pues se lo comerá el sol, aunque las cabras sigan en una tercera parte de las existentes, si matan esa otra cuarta parte. Exijamos al cabildo hombría, y se deje de chanchullos con Bruselas, no engañen a nadie, y se conformen con lo que tenemos y abran las puertas al sector primario -esas cabras libres, cuales reservas- y pongan a trabajar en él, a ese ejército de parásitos enchufados en solo pasear a todas horas y por todas partes.

El Padre Báez, que pide de rodillas a la población en general, eviten sangre de una sola cabra por ningún risco, y que estos andaluces regresen a su tierra, pagados (después de cobrar por la quincena entre nosotros), pero sin matar ni una sola cabra más. Y Bruselas -que recibe estos mis correos a diario varias veces-, no sea tonta y no se deje engañar de estos listos del cabildo, que caen continuamente en contradicciones.

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“... somete a tus enemigos...” (salmo 109. / “... al verlos, huyó... se echó atrás; los montes saltaron...” (salmo 113 A). / “... temblad... reflexionad...” (salmo 4). / “... escucha...” (Dt. 6, 4-7).

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Vienen de un hermano en el sacerdocio, y no pueden ser mejores sus ideas; al igual que su deseo de que sigan las cabras vivas y no las maten:

Fernando, leí tu último escrito de hoy y ojalá el Cabildo no logre matar  ninguna cabra y que los tiradores vuelvan de nuevo a su tierra y guarden  sus fusiles en un museo y los saquen sólo cuando  se abra la veda para matar conejos en su tierra.

¡Oye, qué bueno sería poner un cartel a las puertas del Cabildo donde diga: “PROHIBIDO MATAR CABRAS EN LOS MONTES DE GRAN CANARIA Y OTRAS ISLAS”! Oye, si el parto este sale como tú quieres y desean muchos,  pondremos en La Cumbre un gran cartel que diga: “Las cabras de los montes de Gran Canaria agradecen a muchos canarios por haberles salvado la vida haciendo caer por tierra el decreto del Cabildo que quería matarlas a cambio del dinero llegado de Bruselas” (P. M. [F. M.]).