jueves, 14 de abril de 2016

firmas, que no firmes

Firmas del manifiesto a favor de matar las cabras...
... 7 botánicos, 2 ecónomos, 4 geógrafos, 11 biólogos, 4 ecologistas (uno de Oviedo), 3 de agricultura, 2 ornitólogos, 4 arqueólogos, 1 genetista, 1 de Historia, 3 ambientalista, 1 zoólogo, 1 veterinario, 1 profesora, y 1 técnico diodiverso. Estos son los firmantes (le ahorro sus nombres, para librarlos de la vergüenza y humillación, haciéndoles un favor): ellos son: señores de árboles, los que dicen que se comen las cabras (¡mentiras!);
ecónomos que sin leche de cabras nos arruinan comprando fuera todo; geógrafos que temen las cabras erosionen el territorio; señores de la vida (biólogos), que quieren maten las cabras; ecologistas que no quien ver una cabra en el campo; falsos agricultores que temen las cabras les coman las papas; amigos de los pájaros, ¡a ver qué coño tienen que ver con las cabras los pinzones!; arqueólogos, de los que digo lo mismo que de los anteriores; un genetista, contra la genética (¡a ver si lo echan del grupo de los genéticos!); un historiador ( y no es un servidor, ¡quede claro!); ambientalistas que creen las cabras afean el paisaje); un zoólogo, que lo echarán los de gremio por ir contra las cabras; un veterinario, que tendrá que cambiar de profesión pues si en vez de salvar las cabras, las mata, ¡ya te digo!;  una profesora que se pregunta uno qué enseñará a sus alumnos: ¿matar cabras?; y un “técnico” –que no podía faltar- en biodiversidad, que se carga la de las cabras, pues como para contratarlo, y sin embargo, no hay que ser muy listo, para pensar que son todos, o casi todos empleados del cabildo y a ver, ¿quién se atreve a tirar piedras sobre el propio tejado? Total, que no son representativos y más cuando si se divide los 30.000 que firmaron (y son muchísimos más), y los divides por los 46 que firmaron la matanza, por cada uno  (1) de ellos hay 650 en contra, ¡y viva la democracia! Con el desagravio siguiente, que: entre esas más de 30.000 firmas en contra, están los sin títulos: pastores, agricultores, campesinos, niños, jóvenes, mayores, ancianos, médicos, abogados, gentes de los medios de comunicación social, los animalistas, los distintos partidos políticos, taxistas, amas de casas, etc., etc., es decir la población en general o total, que supone un 99,9.999 %, mientras que se quedan en menos del 00,0.0001 % a favor de la matanza, y es que las matemáticas, gracias a Dios, es una ciencia fija, exacta, no falla, y aunque de esta forma -forzando a sus empleados o enganchados (enchufados)- a votar a favor de la matanza, solo hacen el ridículo, y comienzan así a mentalizar al pueblo, para una tercera matanza; pero, estaremos atentos a la jugada, y entonces, ¿no será peor?
El Padre Báez, que someramente -y de forma superficial para no extenderme-, hace un comentario a las firmas de los del cabildo a favor de la matanza de las cabras, en donde se han quedado más solos que la una, pero lo intentan.., ¡pobrecillos! ¡A llorar a la marea!
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“... dicen falsedades... juran en falso...” (salmo 143). /  “... arruinan la tierra...” (Ap. 11, 17-18; 12, 10b-12a).
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Lo de José Juan Espino, ¡es demasiado (lo de “ecolomierda”, ¡es fantástico y real!)! Felicidades, por abrir los ojos a tanto ciego. ¡Gracias!, y un cordial saludo:
Estimado Padre Báez. Casi toda la zona turística del sur se ha llenado de cotorras que se han escapado o han soltado sus dueños. He visto por la Avenida de Escaleritas en jardines públicos, bandadas de estas aves, que con sus picos cortan ramas y hojas de árboles y palmeras. Y de esto no se enteran los ecolomierdas, ni de todo tipo de animales y reptiles que atacan a nuestros endemismos. Una pena que no lo hagan con los políticos, asesores y técnicos INEPTOS.

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