Por lo pronto, aunque hay más consecuencias, voy a enumerar cinco (como los Mandamientos de la Santa Madre Iglesia)
Dependencia: al no producir lo que debemos, nos toca y pertenece, serán otros los que lo hagan en peores condiciones (desiertos, y sin agua), para enviarnos la comida, porque de lo contrario, se dará la que sigue (consecuencia). Pero antes, que se sepa: cada pueblo, debe producir como mínimo el 50 % de lo que consume y nosotros, no llegamos al 4 % (lo que sí producimos es leche tabaiba, de cardones, de perros y tortugas, pero se da la triste circunstancia, que esas leches no se toman).
Hambre: si no producimos, lógicamente pasamos hambre, al no poder pagar lo cada vez más caro que nos viene desde el fin del mundo, y hay que pagar transportes y el incremento del pases de un lugar a otro, comiendo podrido y caducado, que antes del suicidio (ver 5ª consecuencia) nos mata. El hambre, que al no tener nada propio p´echar mano y echarse a la boca, como no sea pinocha y retama, no hay frutas, ni frutos, ni hortalizas, ni nada (¡ah, y toda vez que los perros no se ordeñan..., pues ¡hambre segura!).
Paro: si no cuidamos de la tierra (cultivo), ni cuidamos de los animales (a excepción de los caninos), al no dar p... golpe, el paro va como en la música “in crechendo”; y toda vez que aquí todos están con la PAU, pues ni cabras, ni papas, que los libros y las aulas, nos van a dar trabajo; ¡eso si para entonces sigue la de Alemania: Angelita Merkel, que de lo contrario, esto va a más, y más que tendremos, y esto no se para, hasta que no se coja el sacho y la “jose” (¡hoz, para los más finos!).
Delincuencia: Como pura lógica deductiva y comprobada, si no tengo trabajo, ni dinero, y no puedo comprar, pues..., ¡tengo que robar! y ya está: el delinquir, el denunciar, el pegar el tiro (¡aunque sea al aire!), el no poder dormir para cuidar de la cabra, y del cercado, no sea se la ordeñen o les cojan las papas antes de tiempo. Y es que, antes de morir (ver siguiente consecuencia), pues me arriesgo a que me cojan, pero si escapo, pues como algo (así que: ¡a robar, p´comer!). Lo malo es, que dentro de poco, no habrá ni qué robar, como no sean tabaibas y beroles, ¡amargos como los chochos, usted!
Suicidio: no nos los cuentan, para que no sean imitados, por aquello de asociación de ideas, y a todos les ponen -para engañarnos- que antes de ahorcarse (esto nunca lo dicen), recibió la bendición del Santo Padre, y se confesó y comulgó (¡mentiras cochinas!), pero queda bien o es un cliché que se los meten a todos. Que, como: dependo de fuera de todo, que como tengo hambre y no hallo nada con qué matarla, que “encimba” estoy parado, y si robo me meten en la cárcel o me denuncian y es un follón, pues me cuelgo o mido el puente.
El Padre Báez, que afirma -como Dios que está en su Gloria- que si hubiera agricultura y ganadería, nada de lo anterior pasaría (ruego pues, por favor, que quien pueda reenviar este comentario a los alcaldes todos, a los cabildos y al gobierno, por si quieren remediar todo esto, y evitar: dependamos de fuera, pasemos más o tanta hambre, que el paro siga en aumento, evitar la delincuencia y el suicidio alarmante (aunque silenciado), hagan algo a favor de devolver al campo la vida suprimiendo el Miedo Ambiente..
PD.- La esperanza que deparaba el turismo se nos desvanece, pues Túnez y Egipto, ya comienzan a recibir turismo al pacificarse la cosa política; pues, ¡que se nos van...!, y nos dejan a dos velas (¡ya me entienden!, ¿no?).
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