domingo, 12 de junio de 2011

(274): LA ARQUEOLOGÍA PRIMERA: III a.d.C. y III d.d.C.

        Algo que todo tabaibero (o canario) debe saber -puesto que nos enseñaron de todo menos sobre nuestra propia Historia y raíz-, es que desde e siglo III, a.d.C. y el siglo III, d.d.C. transcurre la llegada de los guanches a estas islas. Son seis siglos de arriadas diversas y distantes. En un progresivo escalonamiento, y con distintos niveles, y hasta a veces procedencias, no obstante venir del mismo continente y gran zona. Aunque no se tanga gran cantidad de objetos romanos, cabe pensar que estuvieron por aquí, cuando no, ¡vaya usted a saber, si no fueron hasta artífices de esas venidas o traídas de canariis a las islas sin nombre, que recibirían el del origen de sus moradores y dueños.

    Hicieron templos para Acorán. No tenían dioses, sino a Dios. Tenían ritos religiosos, como el del baladero (que no bailadero); tenían un comercio de obsidiana como pudiera haber sido el actual. Nuestras cerámicas, son de una textura única, en forma, diseño, acabado, etc., muy rica y variada... Aunque envueltos en algunos misterios, se investiga, para desvelar cuestiones desconocidas.    

    Seiscientos años, que nos han dejado miles y miles de piezas, que puede ser un primer periodo de asentamiento, como lo prueban esos miles de asentamientos, que aún en mal estado, se conservan; otros, con la huella de tractores o carreteras, que los han destrozado, sin consideración a su altísimo valor, pero..., ¡se conservan!

    Por descontado, tenemos trozos de cerámicas muy abundante, con las mas variadas y distintas formas, entre otros objetos. Material, que ha de ser analizado, para averiguar procedencia, fecha, utilidad, etc. Por otra parte., hay que sacar del olvido a mucho material todavía escondido, que aparcado, espera se rescatado (excavado).

    Pero, desgraciadamente, debo volver a referirme al hecho siguiente: muchos de nuestros yacimientos, son lugares abandonados, erosionados, utilizados para fines no propios del mismo, y son muchos los que se encuentran en un estado grave de deterioro. Pues, o se olvide: nuestros yacimientos, se encuentran en estado de expolio, en la mayoría de los casos.

    Y, lo más grave ha sido, que pocos yacimientos se han librado de una reutilización, ben sea de habitabilidad o como lugar de ganja o corral, con lo cual, el daño realizado a los mismos, han sido más que grave; la mayoría, conserva el estiércol, ya arqueológico también al tener más de medio siglo, pero confunde al visitante.

    El Padre Báez, que para parar el daño, y no siga, propone en adelante: ya se debe dejar de hacer tantos museos, como yacimientos hayan.

 

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