miércoles, 29 de junio de 2011

TODA VEZ QUE...

 
    Toda vez que fui párroco de Ntra. Sra. del Socorro en Tejeda, hace ya unos 37 años, cuando entonces supe del santuario que los guanches tenían en el Bentayga, y cómo en la cazoleta, cual cáliz precursor, ofrecían a Acorán leche, también un servidor, con la feligresía, hicimos una excursión y catequistas con sus catequizandos, personas mayores, y jóvenes, celebramos allí -creo- la primera Misa en dicho santuario o Bentayga, y que donde ellos mismos (los guanches), ofrecían sus sacrificios, un servidor, ofreció el de Cristo.
 
    Y no, no es que quiera uno -y ni vengo a ello- a contar las correrías apostólicas, sino que solo pretendo se vea cómo de alguna manera, hubo y hay una cierta correlación y continuidad, usando incluso los mismos lugares; y ello, con el mayor de los respetos y atención, como quien se hermanaba con el pasado, y sentía de alguna manera los espíritus de los antepasados guanches rondando por el lugar, y hasta sintiéndose uno faycán o lo que es lo mismo: sacerdote (siéndolo doblemente). Y en ello, nada de sincretismo, pues por cuanto venimos diciendo -y muchísimo más que nos queda- en todo ello, no había sino una continuidad, de aquella primera presencia cristiana en el continente, y que se adelantó a los castellanos y otros.
 
    Pues, volvamos al Bentayga, para disfrutar de un lugar fortificado, con una muralla que lo circunda, que ya fuera esto Ávila, y todo el turismo pasaría por allí para verla y contemplarla, pues parece la quilla de un enorme barco, para al margen de grabados, piedras horadadas tipo huevo, las cazoletas, cuevas, enterramientos, etc., hacen del lugar un centro de gran espiritualidad, y cual bandera de esta isla, que no hay otra mejor. Lástima hayan duplicado un camino de piedra al existente y de los guanches, por donde el de tierra o teso, y que nadie lo pisa, por ser un suplicio, y un destroza músculos...
 
    En el lugar, se pueden ver las huellas de Pedro de Vera, y los restos de los que aguantaron tres meses de asedio...
 
    Pero, no es este el único santuario, y cuales nuestras catedrales o mejores templos, asombra la perfección de sus obras, ya sean los canalillos, las cazoletas, las cuevas, las paredes, etc,. estamos ciertamente, ante un pueblo, que a través de la belleza -doctrina de Agustín de Hipona, como buen platónico- los guanches recogieron, y a través de tanta y tan rara armonía, seguro, se acercaban más y mejor a Dios, al que ellos en esta isla, llamaban Acorán (en las otras: Achamán, Abora...[donde predomina y se mantiene la misma raíz, y repetición de ambas sílabas del sonido “a” y “a”...
 
    El Padre Báez, que siempre siguió, la ruta de los guanches, pisando sus pisadas, y emulando sus ritos, cual memoria colectiva...
 
    
   

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