jueves, 23 de junio de 2011

(285): NUESTRA ARQUEOLOGÍA

   
    Nuestra arqueología, como la de cualquier lugar del mundo, lo que busca son, nuestras raíces (o no). La arqueología -verdad de Perogrullo- busca nuestro propio pasado histórico; ya sabemos, tenemos raíces muy profundas y largas; venimos -o llegaron- desde culturas muy desarrolladas. Nuestra riqueza cultural, no tiene parangón.
    Nuestra arqueología, no obstante, no tiene una gran tradición, y ello, por apatía e indiferencia de muchos, que temen las consecuencias; pero es hora ya de despertar en nosotros el interés por nuestro mundo anterior, el de siglos pasados, y así conocer y conocernos más y mejor.
    Estoy convencido, de lo siguiente: nuestra cultura, está a la altura -cuando no más- de la egipcia; y esto, por poner un solo ejemplo. Nada tenemos que envidiar a nadie; pues, tenemos (tenían los guanches) una sociedad perfectamente organizada, donde no le faltaban los escritos y la memoria, tenemos (teníamos) poblados enteros, distintas necrópolis, momificados, etc.
    Falta una cronología, por hacer, desde los orígenes hasta el siglo XV sobretodo. Que el miedo a la independencia, no paralice la investigación; surja lo guanche, lo canario (canarii). Hay mucho por descubrir, mucho escondido y ocultado. Es mucho también lo destruido; por desidia, por maldad, por ignorancia, por un  plan preconcebido, por... negligencia, apatía, abandono de funciones, por falta de protección, de vigilancia, por señalar al milímetro dónde están los tesoros (algunos libros, que nunca debieron ver la luz), por...
    La arqueología -no cabe la menor duda- nos pone en contacto con las costumbres, y con el pensamiento (o filosofía guanche: ver mi libro al respecto). De poca ayuda es para este proyecto, las crónicas y las falsas historias contadas, sin entender nada, sino desde un prejuicio previo.
    Nos (les) creyeron paganos, y eran “cristianos católicos”. Sobre almogarenes, construyeron templos católicos, teniendo los mismos cimientos. Querían imponer una nueva religión, sin darse cuenta tenían la misma. Por eso, no se mantienen creencias distintas -como sucede en otros lugares (México, por ejemplo).
    Cualquier obra que se emprenda, nos depara nuevas sorpresas, a veces taponadas y silenciadas, dando prioridad al cemento devorador del siglo XX y XXI. ¡Cuanto estropicio!, creyendo eran unos salvajes. Todavía recuerdo cuando se llevaron a Madrid, con la idea de no devolverlo jamás el ídolo de Tara, cosa que conseguí, después de dura lucha y amenazas... (confróntese las hemerotecas).
    Nunca han entendido nada de nuestra arquitectura (a pesar del libro escrito sobre el tema por un servidor); siempre con despecho, “que vivían en cuevas naturales, como animales”, no queriendo ver la perfección de sus monumentos, comparables a los de más altas culturas mundiales. Se matan a sus cabras, y se acaba con su pastoreo (de entre ellos los Guanartemes)...
    Menos mal, que se conservan algunos nombres propios guanches (a todos los que bauticé en mis primeros destinos como párroco, les puse nombre guanche seguido del cristiano a todos los neófitos, precisamente el usado fue siempre el segundo nombre, el guanche)..., ¡algo queda!, pero hay una cierta simpatía por la identidad, que debe crecer e ir a más.   
    Es incomprensible, que a pesar de un pasado reciente turístico de cierta importancia, nunca se les mostró a los visitantes, nuestros yacimientos arqueológicos, ni se les “vendió”, nuestra historia..., ¡ya aprendiéramos de los mayas, por poner otro ejemplo! Actualmente, parece como si la arqueología nuestra (la tabaibera), estuviera muerta; sobre ella pesan pesadas lozas de planchas de hierro, cuales panteones o mausoleos de los de peor gusto, y sinrazón.
    Las universidades del mundo, ignoran el potencial inmedible, de riqueza, de tesoros, de cultura, de..., ¡tanto y tanto, que ocultan nuestra arqueología! No hay tesis doctorales, ni se estudia, ni se enseña..., ¡nada! Ya fuera esto de Francia, Inglaterra, Italia, Portugal, etc., que el mundo giraría en torno a nuestra cultura guanche, todavía por desvelar y mostrar, investigar y estudiar, exponer y mostrar...
    ¡Bien que se pudiera hacer un estudio-trabajo interdisciplinar, donde arqueólogos, historiadores, arquitectos, geólogos, geógrafos, etc., en una empresa común, unidos, se saque a la luz, nuestro patrimonio, el mejor del mundo. Pasa, que el ser una colonia, a lo mejor, no es la mejor manera de hacer algo, por intereses nada ocultos...
    El Padre Báez, que analiza la cuestión, sin cargar las tintas, que si sí, sembraría demasiado pesimismo (la triste realidad).




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