viernes, 3 de junio de 2011

CUATRO DATOS MÁS SOBRE LOS GUANCHES:

  
 
    Sobre nosotros, ni se ha hecho ciencia, ni se investiga; anquilosados en el ayer, se limitan a repetir una y otra vez, la misma sandez, sin avanzar, cuando está todo por averiguar. Por ejemplo, en su día, se sabrá si tenemos o no, el mismo ADN que San Agustín, con lo que nuestro origen y ascendencia, quedará demostrado, que como el santo citado -el católico más universal y citado (el mismo Martín Lutero, antes de crear el protestantismo, era agustiniano o agustino), los guanches en decir de Le Canarién, eran -somos- los hombres más inteligentes del mundo, y aquí cabe el refrán que dice: “de raza le vienen al galgo”, que procedemos de la misma raza y valía. De San Agustín sabemos -era de los nuestros- nadie le ha superado en su saber filosófico, teológico, biblista, etc.
   
    Cuando los canariis llegaron a estas islas, venían vestidos y calzados, bien vestidos y mejor calzados, ero, al no haber industria textiles, ni materia para confeccionarlas, tuvieron que valerse, para cubrirse de o que la naturaleza les daba: fibras vegetales, y pieles o cueros de sus cabras. Todo esto, les daba un aspecto o apariencias de primitivismo y salvajismo, bien contrario a una inteligencia y modernidad, que expresaban en sus moral, legislación, política, gobierno, espiritualidad, etc. Tocante a este último punto, consideraban como lo hace las Sagradas Escrituras, a Acorán (Abbá), como es “sustentador del universo”, un concepto católico central.
 
    La gran cultura con la que llegaron, traída del mundo romano y griego, del cristianismo y del desierto, hizo que los de Bethencourt, así lo reconocieran en más de una ocasión. Cultura que mantuvieron, si bien adaptada a las circunstancias. y si bien no olvidaban ascendientes muertos en una genealogía que se perdía mil años atrás, más fácil les era mantener una filosofía y un modo de vida único y excepcional, donde el orden, la disciplina, la arquitectura, la vida en sociedad, etc., rayan la perfección. La memoria del guanche es prodigiosa, como lo demuestra que en Timagada, Pancho García -q..e.p.d.- hablara de ellos como si seis siglos no los separara, con frases y datos, dichos y hechos (tengo grabación).
 
    Tal es el hecho del catolicismo de los guanches, que cuando los castellanos venían y querían bautizarlos, éstos -los guanches- repetían en un rechazo al nuevo o segundo bautismo (como hacen los desertores del catolicismo): “¡cristiano, cristiano, cristiano...!”, dando a entender ya eran cristianos, y no mentían, pues se sabían bautizados, según nacían y rechazaban otro bautismo, sabedores de su ineficacia (ya que solo vale el católico y primero). Un dato más, acerca de la fe de nuestros antepasados, y de ahí, la facilidad y la nula oposición ala evangelización, bien contraria a la otra, a la que se resistieron casi un siglo.
 
    El padre Báez, que les deja caer estos pequeños retazos o migajas, para que vayan haciendo boca, y puedan asimilar en su día la obra que les preparo, donde habrán sorpresas, y un cambio radical de nuestra Historia. Nótese aquí prescindo de citas, fechas, documentos, autores, etc., porque esto es una obra menor (el comentario diario, a modo de reflexión sencilla).

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