domingo, 12 de junio de 2011

AHORA, TODA LA MIERDA A LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA, ES POCA

 
    Y cada uno, se despacha a su gusto. Por supuesto, están todos marcados, y son del mismo signo, y el único argumento que usan es el insulto y la descalificación amparándose en la caricatura, la mentira, la desfiguración, el odio, la venganza..., ¡y mira que meten ruido! Se ve, les ha hecho daño, les hayan aclarado las cosas. pero, no dejan de ladrar.
 
    Y todo, por poner las cosas en su sitio, limpiar y dar esplendor, dejando a cada cual en su verdad, despojándolos de falsedades y malas interpretaciones. Y así, por todas partes se alzan voces, que por más que griten no por ello tienen más razones, sino que manifiestan les aprietan y les han dado donde justo les han dolido, pero las cosas son como son, y no como quisiéramos que fueran.
 
    Y así, baste como botón, una muestra. Anda por ahí alguien, que lo que dice de la Real, por no estar de acuerdo con ella -un don nadie- se despacha a su gusto en improperios, y llama, entre otras lindezas a la Real y a su director, lo que sigue y más: que dice “chorradas”, habla de un “cruel dictador”, de un “burócrata”, “nostálgico”, “anacrónico”, con síntoma de “encefalopatía espongiforme”, de “innumerables disparates”, “absoluta tontería”, una “memez”, “ignorancia y majadería”, “cantidad de inexactitudes”, “apología”, “patología crónica”, “nido de carcas”, etc., etc.
 
    Hay que ver el empute y la perreta que les han entrado, por desmontarles el tinglado, y dejar las cosas en su sitio, siendo fieles a la verdad y a los hechos, sin verlo desde el odio y la venganza, el resentimiento y la mentira. Que después de definir a cada uno, que cada uno siga pensando lo que quiera, pero al menos, quede constancia de lo que es real, sin paja ni añadidos, de cara a la posteridad y a extraños o generación actual.
 
    Y piensa uno, es bueno se desahoguen a ver si así se alivian del mal que padecen, porque según parece son los que se quejan, los únicos en posesión de la verdad única, aunque saben se sustentan en mentiras; y como la mentira tiene tan cortas las patas, que los datos y documentos, y la imparcialidad, los descubren en el error en el que se mueven y luchan por mantenerlo, sin éxito.
 
    El Padre Báez, que -como no puede ser de otra manera- está de parte de la Real Academia de la Historia, la misma que le merece todo el respeto, ella y su director y académicos, gente seria, y con los ....... bien puestos, sin dejarse condicionar por nadie.

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