Un gobierno que viene a impulsar la economía, a relanzar la ZEC, a incorporar medidas correctoras, a fomentar el capital riesgo, a reformar el REF, a desarrollar un plan de formación, a completar el pacto social, a contratar a desempleados, a aumentar la población activa, a reducir las jornadas, a aumentar delegaciones en el extranjero, a relacionarse con África, a mantener las RUP, a desarrollar el I+D+i, a ayudar las pymes, a renovar infraestructuras, a fortalecer empresas, a reducir tasas aéreas, a dotar los puertos deportivos, a promover una ley de transporte, a completar la red logística, a generar energías renovables, a construir centrales hidroeléctricas, a pactar la sanidad, a que se espere tres meses los enfermos para lo que sea, a auditar los conciertos sanitarios, a poner dos lenguas en los centros educativos, a funcionarizar a los docentes, a crear una universidad (¡otra!) virtual, a mejorar las becas, a garantizar la ayuda, a agilizar la ley de dependencia, a fomentar la conciliación familiar (¿contra los divorcios?), a implantar la teleasistencia, a demandar las competencias del personal no judicial, a realizar el plan de cultura de Fuencaliente (?), a profundizar relaciones con América y África (bis, lo de África), a atender mejor a los inmigrantes, a estar presente en lo de género (¡), a promover un nuevo estatuto, a intentar una ley de elección (¡no erección!), a crear una nueva ley de administración, y a actualizar la televisión canaria.