viernes, 27 de mayo de 2016

y cuando el...

Y cuando el cabido acabe con las cabras libres...
... ¿no se da cuenta -ciego por el dinero a percibir de europa- habrá acabado con una parte importantísima de la biodiversidad y del agente número uno de la  misma, puesto que cuanto existe ha llegado a nosotros gracias a ellas, y sin ellas, hasta lo que hay, desaparecerá, pues  siendo las cabras las mayores y mejores biodiversificadoras existentes, acabándose con ellas, van a desaparecer su tarea de biodiversificar y enriquecer la biodiversidad? ¿Y tan difícil es entender o comprender esto?
Mato las cabras -y con ello-, mato lo que de ellas deviene, justamente la biodiversidad que procede de ellas en gran medida, al ser las mejores biodiversificadoras que existen (y disculpen me repita), pero es con la sana intención de ver -ya que me leen fielmente- si se enteran, o por mucho decirlo me hacen caso, porque es esta una guerra que me he prometido ganar o parar, y en ello, no voy a ceder ni retroceder ni un milímetro, y dispuesto estoy en dar la vida por esta causa. Así que a la tercera, para que vayan quedando claras las cosas. Si mato las cabras, mato la biodiversidad, que nos han llegado a pesar de las cabras, porque son precisamente las dispensadoras y facilitadoras de la misma, que en su pelo llevan el polen, y en sus cagarrutas las semillas, y allá por donde pasan, lo van llenado todo de vida, y no desaparece nada, sino que gracias a ellas, todo se fertiliza y foresta o/y reforesta, y se expande: sin ellas, porque las matan, todo muere.
El Padre Báez, que descubre el sin sentido de matar para preservar aquello que transmiten las cabras, pues si éstas son matadas, se mata lo que ellas biodifersifican, que lo es en botánica todo. Sin ellas, sin ellas ni lo que ellas expanden: vida por todas partes. Y Es que el dinero, ciertamente a algunos -y al cabildo entre ellos- ciega a más de cuatro.
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Llegado del Monopol al primer pase de la película “Alzados”, en la que participo, y hablo -también en el cine- de la matanza de las cabras que hace el cabildo, y a cuyo pase me pidieron acompañarme varios cientos -y solo podía uno- me encuentro con el siguiente correo, que me envía: E. C. O., y que les pego y reenvío (y, por poco me convence, sobretodo el final, lo de los 2 meses de plazo):
Buenas tardes Padre Báez: Habiendo estado ambos en las jornadas, me sorprende que no hayamos llegado a las mismas conclusiones básicas que si era un común entre los asistentes con los que yo intercambié impresiones y siempre se llegaba al mismo punto y como usted sabe, llegar a conclusiones es vital para ponernos en el camino de las soluciones. En este mundo hay sitio para todo, simplemente unos sitios son para unos fines y otros para otros. Refiriéndonos nosotros a los espacios naturales protegidos (parques nacionales, naturales, rurales, reservas naturales especiales, integrales y monumentos naturales). Es lógico y razonable que toda especie que no es propia de estos espacios no debe estar en ellos. Y mucho menos las especies que sean invasoras y estas son aquellas que se “reproducen como conejos”, ya sean estos, culebras, hormigas, langostas o marcianos. Son todos iguales, nos caigan mejor o peor, todos ellos criaturas iguales y con los mismos derechos. Dejando eso ahí, Capote defensor de cabras, gran amante de ellas, pero formado y con conocimientos que le llevan a comprender y apoyar lo anterior, defendió que se podían apañar las cabras, otros dicen que ya lo han intentado y no fue posible; pues… ¡Seamos sensatos y prácticos! Pídale usted al mencionado y todos los interesados capaces, que organicen dichas apañadas y al cabildo un plazo de 2 meses para realizarlo. Una vez realizado, se verán los resultados y como no quedarán cabras, no hará falta abatirlas. Y si no es así, habrá que hacerlo. Pero pongámonos en el camino de las acciones: ¡a apañar! Un saludo y un afectuoso saludo, ¡que tenga usted buena tarde!
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“... no nos abandones, Señor Dios nuestro...” (Jr. 14, 9).

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