frente por...

Frente por frente a la subida...

... o inicio del camino a GuGuy, frente -valga la redundancia- de la casa de Tomás Luján (y que antes fuera de sus padres: Juan y Corina, a quienes  conocí en vida y con los que trabé una muy buena amistad, que mantengo con sus descendientes, y el ya citado Tomás, el de la Tele, en Tasartico, ya en el Macizo del Noroeste),

hay un corral con y de cabras, justo donde se dejan los coches, y ellas -repito- entre el barranco y la ladera de enfrente, por donde se inicia la dura ruta hacia ese paraje excepcional, y que fue morada tres años de mi vida (36 veranos durante el mes de Agosto, acampando con miles de jóvenes. si los sumo a todos), digo que: si de ese rebaño, alguna cabra se escapa, y se va a los riscos o a lo que es lo mismo al ya citado antes Macizo del Noroeste, digo, cabras domésticas o mansas, que no por arte de magia, y de inmediato, se cambian o pasan a ser cabras salvajes, ni silvestres, ni asilvestrada, tampoco guaniles, ni otras denominaciones despectivas y falsas; siguen siendo cabras domésticas, pero cabras libres, que  se han liberado del corral, y se han ido al monte, donde por instinto y genética, les es propio, a éstas, a las otras, y a todas. Y ahora, díganme; ¿Puede venir el cabildo con unos andaluces de Granada, pagándoles una fortuna, y matarles estas cabras a su dueño? El mismo, que con hacer sonar en el fondo de un cacharro, un poco de millo, las tienen a todas las que se les fueron a sus pies en pocos minutos. Pues esto, es tan cierto como Dios que está en el Cielo, y toda vez son datos, y lugar comprobables, ahí se los dejo, para que el quieran que lo confronte, aunque basta mi palabra (ya en su día le mataron las cabras a los del Risco de Agaete, y a los mismos del Valle y otros lugares, todas esas cabras tienen dueños). Es decir: en Tasartico, hay corrales, hay cabras que se escapan, y el cabildo tiene decidido, a rifles acabar con ellas. Juzguen mis amables lectores sobre la moralidad de este acto último, y consideren el tradicional hecho de las cabras libres, que separadas del rebaño, se van por los montes, tienen dueños, no son salvajes, y el cabildo genocida, las matan.

El Padre Báez, que descubre al capitalino, y a los de pueblos, que no pueden salir, o no saben llegar, lo que pasa, y lo que hay en estos benditos campos de Dios, donde a humildes pastores, a los que se les escapan algunas cabras -y que siguen siendo suyas- el cabildo se las mata, sin ton ni son, sino porque aquí mando yo, y hago lo que me da la gana, sin que justicia alguna y ni la misma Comunidad Europea que no se lo autoriza, y manda dinero para preservarlas y salvaguardarlas -como habrán comprobado en Documento ya publicado en varias ocasiones, en escrito a mi persona y copia enviada por Europa al Gobierno de aquí, se pasan por donde ustedes saben dicha requisitoria- no le hacen caso a nadie, ni siquiera democráticamente a la sociedad en su totalidad que está en contra de esas matanzas que llevan a cabo dos: Morales y Brito.

Sin lugar a duda hermano en el sacerdocio, y querido profesor:

Quizás por eso el dicho "la cabra tira al monte"...

Juan Antonio Santamaría Alonso – Sacerdote.

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Hermoso también, lo que me dice este otro hermano en el también sacerdocio: Don Francisco Martel:

Fernando, que  este domingo sea un sol dando vivas a la Trinidad y viviendo la vida de Fe y Esperanza. Oye, lo de las cabras va para rato porque hay cabritos  que no tienen corazón y que van contra ellas creyendo que así cuidan mejor la tierra. Oye, deseo que tus comunicaciones sean breves, no seas rollista... ya que a veces te enrollas un poco más de la cuenta... Sigue aquello que decían los latinistas de non multa sed multum (No muchas cosas, sino mucho). Oye, que viva el Domingo y que no falten  en nuestros montes  lo que siempre hubo para bien de todos. Di a los políticos que aprendan a ser mejores en política con las sugerencias del pueblo que sigue teniendo buena sabiduría y que si no lo hacen se marchen a sus casas donde estén más tranquilos.

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“... se reanime nuestra débil esperanza...” (de la oración de Vísperas de esta tarde/noche). / “... inquieto... ya mi timón preparo hacia el alba que espero...” (del Himno de Completas de esta noche).