sorprende la...

Sorprende la cantidad de universitarios...

... científicos, especialistas, técnicos, doctores, etc., etc., lo sean en cabras, y pretendan dar lecciones -aleccionados por el cabildo-, a la par que los cabreros, los pastores, los ganaderos, los que tienen una cabrita, etc., etc., campesinos y gentes con cabras -pero desde toda la vida- permanezcan con la boca cerrada, no se les escuche, no se le den la palabra, y se les pretendan silenciar, callar, porque en este caso la academia, o bien la universidad, sabe de cabras más que el que ha nacido y se ha criado con ellas, y viven para y de ellas. Sorprende no se tenga en cuenta aquí, el sabio refrán que dice: zapatero a tus zapatos,

o ¿qué hace gente de corbata y chaqueta, sustituyendo a gente de manta y perro? ¡Qué bonito es -o sería- cada uno hablara de lo suyo, que aunque sean analfabetos -como tantas veces he dicho- son sabios, sabios, que por vergüenza, al saber que no saben hablar a gentes que cuando hablan no les entienden ni papa, se callan, pero Dios me de vida -es un decir- me ocuparé de hablar por ellos, pues conozco bien lo que dicen, porque hablo el mismo idioma que ellos, incluidos los tacos o expresiones que los “entendidos” rehúyen, por aparentemente mal sonantes, pero limpias y puras, y no esas corruptas, ateas, de adulterio,  de culto y adoración al dinero, entregados a la mentira, sucios, sin moral (no va con segundas), sin principios, sin respeto a los que saben de cabras, a los que precisamente no se les escuchan, porque la universidad y la investigación, sabe más de cabras que los mismos cabreros, pastores o ganaderos.

El Padre Báez, que recomienda a los especialistas hable sobre lo que les es propio, y sobre las cabras, sabemos quienes no deben abrir la boca, y quienes debieran gritar, pero los primeros los asustan y los callan, y en su lugar solo dicen disparates  y mentiras (ininteligibles para los conocedores de cabras, que ni uno solo de ellos saben pronunciar -y menos el significado de “biodiversidad”, y si no, hagan la prueba y les pregunten y háganles repetir el término, y bien pudiéramos oír “felicidad”, o algo parecido-. Solo buscan dinero europeo, que luego bien sabemos a qué bolsillos van, y cómo se los reparten, y las cabras les importan un bledo (o rábano). Luego, vendrán en un futuro, quien diga lo equivocado que estaba este cabildo, y cómo hay que recuperar lo que ya no existe y haya desaparecido (las traerán de fuera).

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“... sean buenos administradores...” (1P. 4, 7-13).  / “... cueva de bandidos... ¡quítense de ahí!...” (Mc. 11, 11-26). / “... ¿no está en los ancianos la sabiduría, y la prudencia en los viejos?...” (Job 12, 1-25). / “... presentan lo falso como verdadero, y lo verdadero como falso...” (de los tratados morales de san Gregorio Magno, papa, sobre el libro de Job). / “... violencia, discordia, crimen, injusticia, calamidades, crueldad, engaño, violaciones, guerras, puñales, traidores, sanguinarios...” (salmo 54). / “... detesto y aborrezco la mentira...” (salmo 118). / “... planean maldades, provocan contiendas... preparan zancadillas... esconden trampas...” (salmo 139).