viernes, 20 de mayo de 2016

cuando el...

Cuando el cabildo acabe con las cabras...
...  ¿contra qué otro animal arremeterá? De hecho ya no se ve un burro cargado de cañas para vaca alguna; tampoco se ve una yegua cargada de millo en toletes y rama, para las cabras y becerro alguno; tampoco se ven aquello ponys que hacían las delicias de los pequeños en las granjas, alpendres, cuadras, cuevas, chozas o lugar afín donde el corral de los animales, con ovejas, conejos, gallinas, cerdos... tampoco se ve mulo alguno cargado con sendos sacos de carbón, que se distribuía por las tiendas y casas con braceros; ya no se ve por ningún lado la así llamada ganadería equina; etc., animales que quedan en parques zoológicos, tristes, cabizbajos, lánguidos, esqueléticos, moribundos, encerrados, ya sin rebuznos, ni relinchos, ¡qué pena!, por dejación del ahora cabildo matacabras, que antes poco a poco los ha ido matando a todos.
Y total, ¿burros para qué?, ¿para pasear a turistas dándoles una vuelta por algún parador o mirador? ¡Qué miseria, Dios mío! De él (el burro) ya, ni su rico estiércol potásico. Y cuando no ya los citados, sino en el caso de los vacunos: ni vacas, ni toros, ni becerros, ni..., ahora emprendida la guerra con la desaparición de las cabras, le seguirá el turno a las ovejas, a los cerdos, a las gallinas, a... al fin, nos quedaremos con los perros, que aunque no dan leche -salvo las hembras- dan gran negocio -dado su innumerable censo canino- a los veterinarios que se forran gracias a ellos, y a los vendedores de arroz con carne y otros alimentos -cuando la población pasa hambre y come y vive gracias a la Cáritas de la Iglesia católica- para chuchos. Por todo ello, ¿te damos las gracias cabildo, o mil patadas por el culo?
El Padre Báez, que observa cómo los animales -hermanos en cuanto seres vivos y en denominación propia (somos animales racionales, ¿racionales los del cabildo?)-, desaparece a pasos agigantados, sin que protectora de animales alguna ponga su grito en el cielo, salvo este pobre y desgraciado cura (sacerdote o presbítero, que es lo mismo), al que si el cabildo cogiera en un descampado, me hacía mártir de las cabras y se libraba de él, pero mientras escape, seré el látigo que a diario se merece más de dos veces.
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Otros, como el hermano Paco, en el sacerdocio, da ánimos, y no se imaginan ustedes lo que es de agradecer:
Fernando te deseo buen día con la paz del Maestro y que tengas serenidad y luz cuando escribas anunciando o denunciando situaciones. Yo sigo (...). Abrazos  y que la Santísima Trinidad no eche dos manos. Paco.
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También se agradece lo del gran amigo Don Jacinto S.:

¡Buenos días, Padre Báez!

Leo que usted ha sido invitado a las reuniones para el control de las cabras, y no acude. El Padre Báez tiene que / debe estar en los espacios de consenso; con positividad, dialogante y no enriscado en el "Macizo". Tender puentes de entendimiento es muy necesario. El cura de los pastores no sólo tiene que defender la posición de éstos, a machacamartillo, sin más, y pretendiendo que todo siga igual. Porque muchas cabras -supuestamente guaniles - llevan " sello", y, soltar machorras por aquellos lugares es ilegal. Con el  sello en las orejas, su lugar es el redil.
Tampoco es usted partidario de las apañadas. Como se asoma frecuentemente al balcón de la arqueología, seguramente que siempre mira al horizonte a ver si vienen naos, porque mirando un poco más cerca, verá que es una práctica habitual en Canaria et Herbania.
     A este asunto se le debería aplicar una solución parecida a la del lince en Doñana, o la del lobo con Félix Rodríguez de la Fuente: control, control y más control, con protección y seguimiento de los animales.
     Bueno, don Fernando, saludos de (A), a quien  le ha gustado mucho los programas de Jinámar y el Bentayga.
Ésta fue mi respuesta, que puede interesar a alguien:
Don Jacinto, gracias por la foto; es preciosa, y ya le haré un comentario. Sobre las reuniones del 24 y 25, es verdad me han invitado, les dije que no iría a darles una charla y menos a subir al debate en mesa, pero por supuesto sí que asistiré entre el público y si me dan la palabra, hablaré, pero desde el pueblo y con el pueblo y no desde la tarima y con el cabildo. Por supuesto que iré y allí estaré si puedo en primera fila, entre el público, y por supuesto no me callaré. Como ve, todo aclarado.  Lo de apañarlas -como quien apaña almendras o castañas- no, es matarlas de otra manera. Creo, la solución es, dejarlas donde están y por supuesto, cuando sean muchas-muchas, habrá que controlaras (que no es lo mismo que ajuntarlas o matarlas). En fin ya pudiera acompañarme y vamos juntos a las reuniones, si le parece. También le invito a la grabación de este lunes, del Tagoror Rojo en Tasartico, con salida a las 8,30 de mi casa, por si se anima y nos acompaña, que ya debiera, porque lo consideraría un lujo. Un cordial saludo para usted y (A).
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Invitación que también hago al que quiera subir al Tagoror Rojo (ya somos 6, pero pueden ir los que quieran).

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