si lo...

Si lo que vaticina Don Juan 

 Francisco Ramírez...

... fuera así, ¡estamos apañados! Recuerden, este fue el correo que recibí del abogado amigo (anoche):

“... ahora, podrá entenderse, mucho mejor, por qué se viene, entre otras acciones, tratando de eliminar al ganado guanil de los campos en los cuales, por cierto, han estado desde hace miles de años; presuntamente, tratarán de limpiar el territorio insular de obstáculos impeditivos a más altos intereses que el pueblo llano no alcanzamos a comprender; primero, las cabras y con el tiempo el despoblamiento de las zonas rurales; basta prestar atención al desarrollo de los acontecimientos que, desde hace tiempo, se vienen gestando en Canarias. Por ello, resulta razonable y oportuno efectuar una pertinente pregunta: ¿El fin último será la entrega del suelo a manos del gran capital, para especular con los territorios insulares?...”

Camino lleva de estar en lo cierto, al menos en parte ya conseguido, y no ya en cuanto a la eliminación del ganado de cabras, que ¡antes lo emprendieron con el vacuno, y -pues- para ver una vaca hay que buscarla con lupa!; otro tanto cabe decir de los caballos, mulos y burros, ya no se ven por ningún lado, y si la emprenden ahora con las cabras, le seguirán las ovejas y al fin el campo libre.

¿Libre para qué? También vacío de ganado y de personas, quedará a expensas y expedito para y del capital, que dispondrá de él, con la complicidad del cabildo y el Gobierno, y la consiguiente muerte de nuestra tradición, Historia, presente y futuro, que quedará a merced de la mafia económica depredadora de fuera, por culpa de estos venden-patrias que se llaman “presidentes” y “consejeros” dobles, que actúan al unísono y que les limpian el solar de animales y personas, y se los pondrán en sus sucias manos, embolsillándose éstos, sus buenos réditos o dádivas. Razones éstas para redoblar nuestra lucha y defensa de lo que nos queda, e intentar -por todos los medios- recuperar lo perdido en ganadería y en agricultura, única forma de entorpecer e impedir esos planes de ser ciertos, y que llevan camino de serlo, pues otra explicación no hay, ni tiene. De hecho es: ¡un majo y limpio!, y así está quedando el campo: vacío, desértico, muerto, para ser reconvertido, ¡Dios sabe en qué y cómo!, pero seguro ya lo tienen todo proyectado, diseñado, calculado y previsto, y en ello dados los más qué primeros pasos. Debemos impedirlo aunque en ello se nos vaya y cueste la vida. Nuestros hijos nos lo agradecerán, al descender de unos padres que lucharon por dejarles la tierra para el uso que siempre tuvo, y no para unos fines expúreos y desastrosos, de romper cuanto hemos heredado de nuestros mayores: el mejor sector del mundo, que al presente no produce nada, por prohibición, por vigilancia, por multas. Y esto, esto debe cambiar. Este pueblo, debe despertar e impedir nos roben lo mejor que tenemos: la tierra (de la que venimos y somos, tenemos y nos identifica [o forma]).

El Padre Báez, que nunca agradecerá lo suficiente al amigo Don Juan Francisco Ramírez, abogado, su breve pero intenso correo, donde previsiblemente suceda y esté sucediendo lo que él imagina, y de lo que hay más que claras señales de no estar equivocado. Y ello, debe ponernos en guardia y parar estos atropellos de estos más que canallas (por no insultar como se merecen) a los, que mal nos gobiernan de ambos lados. ¡Despierta pueblo del futbol que nos idiotiza, y del carnaval que nos embobece! Nos tienen: drogados, manipulados, ninguneados, sin personalidad, sin principios, sin valores, desnudos, empobrecidos, parados, enfermos de mente y cuerpo, parados, sancionados, amenazados, vigilados, controlados, teledirigidos, subyugados, aplastados, ignorados, vendidos, entregados, expulsados, castigados, amedrentados, multados, mendigando, robando, encarcelados, “ignorantados” (como dice Víctor Ramírez), callados, reprimidos, asustados, descerebrados, vejados, insultados, robados, echados, tirados, machacados, triturados, aborregados, humillados, incapacitados, castrados mentalmente, dependiendo, con hambre, desalojados, expulsados, maniatados, cosificados, ya si fe, sin esperanzas, con agresividad y odio, con resentimiento, agresivos, enfrentados, peleándonos, matando nuestras cabras, echados del campo, amontonados en barriadas y periferias, cuales chatarra y basura, sin dignidad, sin respeto, sin futuro, en la mendicidad, embrutecidos, analfabetos, sin estudios, en romería todo el año, disfrazados todo el año, utilizados, sin voz, sin palabras, sin participación, sin consulta, sin libertad, engañados, comprados, distraídos, peleándonos con los hermanos de otras islas cuando el enemigo es otro-otros, sin el Otro, sin el más allá, sin trascendencia, cuales reses o cabezas (de animales), tristes, amargados, desesperados, enjaulados, aplatanados, ciegos...

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“... ¿de dónde proceden las guerras y las contiendan?, ¿no son de las pasiones...? Codician, matan... combaten y hacen la guerra... ¡adúlteros!... soberbios... lamenten sus miserias...” (St. 4, 1-10). / “... violencia y discordia...” (salmo 54). / “... tiempo de odiar, tempo de guerra... todo lo que hizo Dios dure siempre... no se puede restar... lo respeten...” (Qo. 3, 1-22). / “... en montañas altísimas, en montañas escarpadas... y despliegan su poder... reprime al tropel... dispersan...” (salmo 67). / “... rugen los agresores... el enemigo nos ultraja... insensatos desprecian... llenos de violencia... nos han defraudado...” (salmo 73). / “... oprimidos por el opresor...” (Jr. 22, 3). / “... nos atropellan y nos despojan...” (Pr. 22, 22-23).