Matar las cabras libres, no soluciona
nada...
... toda vez, que menos las muertas, van a seguir a las
que no maten (imposible matarlas a todas), y porque siempre-siempre habrán
cabras que salidas de las explotaciones -adrede o no-, seguirán las huellas de
las matadas, pues les es connatural, y salvo herméticamente las cabras no puedan
salir de los corrales, siempre se irán al risco que es lo de ellas.
Y, por
supuesto: antes me arrancan la lengua, que el nombre de las personas, que están
criando baifitas, con la única ilusión de reponer las matadas o abatidas; es
decir: hay personas, que crían baifas, para soltarlas por el Macizo (Inagua,
GuGuy, Tamadaba, etc.), es decir, tanto ruido, tanta parafernalia, tantos
medios, tantos tiros, tanto de tanto, y al final para nada, porque si menos al
principio, todo en un par de años estará igual o mejor que nunca, al no tener
competencia. Lo que sí podrá ir a menos, es la flora (¡ojo, que no digo
endemismos -que no existen- pues al haber menos cabras, habrá menos diversidad
de plantas, pues son ellas las mejores sembradoras y reforestadoras, llevando
semillas con abono incluido en sus cagarrutas, cuando también en su pelo el
polen y van polinizando en su roce con las plantas las flores que no se comen,
Así que, si tuvieran dos dedos de frente -los repetido por un servidor, como
“macacos”, y ello por no decirles cabrones, que es elevarlos a la categoría de
los hermosísimos ejemplares de machos libres, de los que me he cansado de decir,
son como becerros, elegantes, fuertes, hermosos, poderosos, etc., ¡lo mejor de
la cabaña! Y estos, más que memos, los matan, pero, ¿es eso de
recibo?
El Padre Báez, que sabe -y así se lo cuenta a ustedes
mis amigos, no se preocupen, porque estos pobres diablos, no van a poder cazar a
todas-todas las cabras libres, ¡que son muy inteligentes!, y al simple oído o
escucha de alguien por el Macizo, se esconden y te observan, te ven pero tú no
las ves, y así escondidas y puestas a buen recaudo -por su tendencia y
naturaleza- ellas mismas se ponen a buen resguardo de los que quieren acabar con
ellas, hecho imposible, salvo siembre veneno por todo el territorio (y no es que
les dé una idea, que tal vez, ¡vaya usted a saber, ya que, con tal de salirse
con las suyas..., “... ¡cosas peores viéredes,
Sancho...”; que dijera Don Quijano o Quijote).
--------------------------------------------------------
-------------------------------------------
“... los ojos se
me nublan de pesar...”
(salmo
87).
No hay comentarios:
Publicar un comentario