Y siguen plantando pinos a pesar
de...
... las denuncias que un servidor y otras personas
relacionadas con lo forestal, han visto en el cabildo el proyecto de ir a más, a
una totalidad de plantación única y todo de solo pinos, suponiendo ello para
esta desgraciada y pobre isla una mayor pobreza y miseria como consecuencia, que
irá a más.
Cierto que el mundo rural, por la timidez y el miedo infundido por el
miedoambiente (o el cabildo que es lo mismo), dice a boca chica, se debe
proteger los castañeros, los nogales, las higueras, los almendros, etc., es decir proteger todo lo nativo. Por ser
herencia de miles de años, y porque desapareciéndolos esto afecta más allá de la
economía a la calidad de vida, pues con la llegada de plantaciones de pinos
comenzada hace sesenta años, y calculados para cien más (les faltan cuarenta
todavía), con el engaño del agua que traerían, el campesino se vio obligado y
amenazado a decir que sí, contra su voluntad, y el mismo campesino abrió los
hoyos de su mayor desgracia, plantando pinos que nos han arruinado. Y es tal la
cosa que los pinos son ya una auténtica peste, pues lo que queda de campesinado,
se encuentra sin agua porque para el pino, toda agua es poca y la ha
desaparecido, dejando el terreno en la peor de las erosiones (a todo esto el
cabildo matacabras y plantapinos cierra los ojos ayudado en ello por sus
ingenieros y “técnicos”). Y no se cultiva alimentos como en otros tiempos
(tomates, plátanos trigo, cebada, lentejas, garbanzos, millo, ganados, etc.),
solo tenemos pinos, sin más y a más (a Veneguera 350.000
pinos más), y es que con tierras sin agua, y encima contaminadas, imposible ya
alimentarnos de la tierra (¡que dio de comer al mundo!). Y todo ello como
resultado de un modelo socioeconómico de un cabildo asesino que impone el estilo
de vida para los grantabaiberos (antes grancanarios), pues nos explotan a pinos,
nos revientan a pinocha y nos queman con resina. Un modelo que no satisface
ninguna necedad sino la bucólica y estética de un cabildo enfermo, sin interés
alguno por su pueblo, al que despoja del mayor bien que es la tierra, se la
esteriliza y ocupa totalmente con el dañino pino.
El Padre Báez, que les dice una verdad de Perogrullo:
los pinos y la alimentación no van de la mano; y el bienestar de la gente está
fuera de los pinos, y nuestra calidad ambiental está desfavorecida, y nada
exportamos, pues el cabildo controla el 99 % del territorio insular,
inutilizándolo con solo pinos, plantación de un monocultivo maldito que nos
destroza y arruina, pues se expande con planes de cerrar y llenar la isla de
todo y solo de pinos. Y, desgraciadamente, el cabildo no cambia, sino que sigue erre que erre y no se baja del
burro, a pesar de la mayoría de la ciudadanía que le pide despierte y se
abra a asumir nuevas y distintas plantaciones (árboles frutales, y no viñátigos,
acebiños y pinos también gallegos, que sobran y no dan nada), que no abusen del
poder que tiene, cambie de modelo, cambie de postura, que ponga fin a una
política equivocada forestal, que no haga caso a sus técnicos e ingenieros sino
al pueblo sabio, que no siga con ese absurdo monocultivo de todo y solo pinos, y
garantice una verdadera soberanía alimentaria, ¡de una vez!
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Como bien dice el amigo y com-patriota Isidro Santana
León, éste, el de las cabras en La Palma, ahora dice lo contrario que él y sus
compañeros invitados, todos estaban a favor de la matanza de las cabras, en los
dos días de dichos encuentros, otra cosa no se oía de boca de estos comprados,
menos por la de Pedro Toledo y un servidor que defendíamos a las cabras y más
las atacaban todos ellos, pues ahora se ha cambiado de camisa, o antes para
venir al evento citado. Son... ¡me callo!:
Este tipejo no
tiene vergüenza, en las jornadas sobre la biodiversidad, organizadas por el
cabildo de Gran Canarias, dijo lo contrario: defendió la matanza de nuestro
ganado guanil. El Padre Báez y un servidor estuvimos
presentes.
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“... habla con
fingimiento, disimula su mala intención...” (salmo
40).
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