miércoles, 24 de agosto de 2016

quién cree...

¿Quién cree los pinos no provocan los incendios?...
... debe ser alguien muy ingenuo. De los incendios la única culpable es la masa forestal de haberlos multiplicados (la pinocha). El pino, no muere quemado, al contrario se multiplica con el fuego. Es, una planta que pertenece al grupo de los pirófitas (o ígneos), que adaptados a los incendios, sobreviven a los mismos y hasta con el fuego como que prosperan. Es evidente si observamos el último ocurrido entre nosotros hace unos años atrás.
Han desarrollado un mecanismo de adaptación al fuego, que no los queman. De ahí, que se pueda decir con toda lógica y aplastante: los pinos son tan cómplices como los pirómanos. También es otra de las muchas verdades ocultadas de los pinos, que gracias a la resina, no solo avanza el fuego entre ellos, sino que hasta arden mejor; son portadores de resina y ésta está esperando arder, sin más. Y, recordemos una vez más, las piñas son como bombas de mano, son el mejor explosivo natural que existe, pues calentadas por el fuego explotan que es una maravilla para nuestra desgracia, pues multiplican y expanden el fuego, pues saliendo disparadas -por la sabia naturaleza que las ha preparado para ello- provocan nuevos incendios; y no hay otros frutos que igualen este comportamiento. Y, por si era poco lo dicho -y todavía no he dicho nada- viene el asunto de su origen, pues de sobra es sabido el pino no es autóctono, y por tanto ha sido traído de fuera, con lo que su procedencia puede ser de distintos y variados lugares, y conocidos a tal fin, los nuestros: son gallegos, canadienses, marroquíes... de tal forma y manera que según su procedencia podemos observar comportamientos distintos o diferentes, según preferencias. Pero lo más sangrante, es que nos convencieron de su eficacia con lo hidráulico, restauración posible con su forestación, y ello sin que de ellos se siga ningún plan económico, pues sus maderas se hacen gofio, comidas por termitas y otros gusanos, ¡hasta las hormigas se los merienda cortados o arrancados por el viento! De ellos la madera es inservible, se pudre y mancha. Y  es que está fuera de todo debate, el pino solo se debe plantar  -de hacerlo y fuera necesario, que no lo creo lo sea- especies autóctonas, aquellas que sean propicias al tipo de terreno, clima, lugar, altura, etc. De ahí, que los nuestros ni son autóctonos, y como tales, no han aparecido aquí, sino que han sido traídos de fuera, y ya es grave que dándose con exquisitez otros árboles como el castañero, los nogales, los almendros, etc., solo nos planten pinos, como si otras especies no se dieran. Y quede una vez más, que el pino al pertenecer a la especie pirófitas, adaptado para sobrevivir a los incendios, si no los provocan, sí que los favorecen...
El Padre Báez, que pretende convencer al amable lector de mis comentarios, para que comience a tenerle manías a los pinos, y así prefiera que en lugar de ellos, se tenga castañeros, que lógicamente son preferibles a ellos por muchas razones: nos dan fruto, no arden ni con gasolina que se les echen, su sombra sí que es fresca, etc.
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Eso es lo que dice el amigo Isidro Santana León, que les comparto:
Claro que Antonio Morales pactó y se coaligó con Román Rodríguez y CIA, antiguo miembro resentido de la CC, partido que participó en el poder y en muchos pelotazos que se dieron en Canarias... ¿O es que a Román hay que canonizarlo y a Morales darle el honoris causa por tal alianza anti-natura? ¿No ve que se ha entregado, cual fulana, desde que pisó alfombra roja en el Cabildo? Muy amigo, el Sr Morales, hasta de Bravo de Laguna con quien se confabuló para consensuar el asunto de las subvenciones a la forestación y la matanza de cabras autóctona.

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