¿Quién cree los pinos no provocan los
incendios?...
... debe ser alguien muy ingenuo. De los incendios la
única culpable es la masa forestal de haberlos multiplicados (la pinocha). El
pino, no muere quemado, al contrario se multiplica con el fuego. Es, una planta
que pertenece al grupo de los pirófitas (o ígneos), que adaptados a los
incendios, sobreviven a los mismos y hasta con el fuego como que prosperan. Es
evidente si observamos el último ocurrido entre nosotros hace unos años atrás.
Han desarrollado un mecanismo de adaptación al fuego, que no los queman. De ahí,
que se pueda decir con toda lógica y aplastante: los pinos son tan cómplices
como los pirómanos. También es otra de las muchas verdades ocultadas de los
pinos, que gracias a la resina, no solo avanza el fuego entre ellos, sino que
hasta arden mejor; son portadores de resina y ésta está esperando arder, sin
más. Y, recordemos una vez más, las piñas son como bombas de mano, son el mejor
explosivo natural que existe, pues calentadas por el fuego explotan que es una
maravilla para nuestra desgracia, pues multiplican y expanden el fuego, pues
saliendo disparadas -por la sabia naturaleza que las ha preparado para ello-
provocan nuevos incendios; y no hay otros frutos que igualen este
comportamiento. Y, por si era poco lo dicho -y todavía no he dicho nada- viene
el asunto de su origen, pues de sobra es sabido el pino no es autóctono, y por
tanto ha sido traído de fuera, con lo que su procedencia puede ser de distintos
y variados lugares, y conocidos a tal fin, los nuestros: son gallegos,
canadienses, marroquíes... de tal forma y manera que según su procedencia
podemos observar comportamientos distintos o diferentes, según preferencias.
Pero lo más sangrante, es que nos convencieron de su eficacia con lo hidráulico,
restauración posible con su forestación, y ello sin que de ellos se siga ningún
plan económico, pues sus maderas se hacen gofio, comidas por termitas y otros
gusanos, ¡hasta las hormigas se los merienda cortados o arrancados por el
viento! De ellos la madera es inservible, se pudre y mancha. Y es que está fuera de todo debate, el pino
solo se debe plantar -de hacerlo y fuera
necesario, que no lo creo lo sea- especies autóctonas, aquellas que sean
propicias al tipo de terreno, clima, lugar, altura, etc. De ahí, que los
nuestros ni son autóctonos, y como tales, no han aparecido aquí, sino que han
sido traídos de fuera, y ya es grave que dándose con exquisitez otros árboles
como el castañero, los nogales, los almendros, etc., solo nos planten pinos,
como si otras especies no se dieran. Y quede una vez más, que el pino al
pertenecer a la especie pirófitas, adaptado para sobrevivir a los incendios, si
no los provocan, sí que los favorecen...
El Padre Báez, que pretende convencer al amable lector
de mis comentarios, para que comience a tenerle manías a los pinos, y así
prefiera que en lugar de ellos, se tenga castañeros, que lógicamente son
preferibles a ellos por muchas razones: nos dan fruto, no arden ni con gasolina
que se les echen, su sombra sí que es fresca, etc.
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Eso es lo que dice el amigo Isidro Santana León, que les
comparto:
Claro que Antonio Morales
pactó y se coaligó con Román Rodríguez y CIA, antiguo miembro resentido de la
CC, partido que participó en el poder y en muchos pelotazos que se dieron en
Canarias... ¿O es que a Román hay que canonizarlo y a Morales darle el honoris
causa por tal alianza anti-natura? ¿No ve que se ha entregado, cual fulana,
desde que pisó alfombra roja en el Cabildo? Muy amigo, el Sr Morales, hasta de
Bravo de Laguna con quien se confabuló para consensuar el asunto de las
subvenciones a la forestación y la matanza de cabras
autóctona.
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