lunes, 22 de agosto de 2016

aunque voy...

“Aunque voy y vengo, no se me olvida...
... lo que en el fuego tengo”, y tengo, el tema y grave asunto de los pinos (que como bien repitieran a coro los jóvenes acampados: “¡¡la pinocha, no se come!!”, y toda vez mis mejores amigos son hasta ateos, y jamás pensé convertirlos, ¡allá ellos, que son cultos y tienen sus carreras, y uno de ellos es Abogado, no dejaré mi amistad con Don Jacinto Suárez, por nuestra distinta mirada a los pinos, a los que él, como veremos defiende o justifica e intenta convencerme, y un servidor, no dejaría ni el que está junto a la Basílica de Teror, pues al fin y al cabo, el templo sufrirá algún día el látigo de sus raíces y lo pondrá en el suelo, pero antes lo veteará todo, y si no: ¡tiempo al tiempo (aunque lo más seguro es que no lo veamos nosotros)!, y paso a mostrarles el correo del gran amigo, que me dice (le contesto con negrita):

¡Buenos días, Padre Báez!

          Arde el Valle de los Guinderos ( Jerte,19 agosto 2016 ) (Don Jacinto, y arde la jara y matorrales, también los pinos, las encinas, pero no las cerezas, éstas no arden y usted lo sabe); como es usted el rayo que no cesa en el tema de los pinos (“¡y lo que rondaré morena!”, hasta que no frenen, dejen de plantarlos y no comiencen a arrancarlos -si Dios me da vida y conocimiento-, lucharé contra ellos mientras viva, como en la defensa de las cabras, que son los pinos los que acaban con la biodiversidad y no las cornúpetas), observe que  su argumentación renquea algo (¡asombrado quédeme: ¿...?). Pero puede plantar  pinos, albaricoqueros o calabaceras que, lo mismo da, que da lo mismo (sinceramente, no lo entiendo..., no lo cojo). Y, manifestando el Padre Báez que para él el estudio es un placer (para servidor leer), (le recuerdo Don Jacinto: “el papel aguanta lo que le pongan” y ello según el interés del que escribe, ¿o cree usted en la pureza de intención de los escribientes o escribanos?)sabrá perfectísimamente que: el pino, en la altura a la que debe plantarse, las nubes lo prefieren a los naranjeros (si las nubes hablaran dirían plántenme castañeros, que dan de comer al pueblo con hambre, y éstos sí que atraen el agua), (que no traen sino enfermedades [jamás propuse la plantación de naranjos, ni siquiera en la costa y menos en las cumbres, aunque algunos nuestros, como los de la Higuera Canaria, ganan a los de Valencia]). Ahora bien, el agua que pueda recoger es para él (pero que no es mucha, pues la aleja, y si en la tierra, la reseca buscándola y bajando el nivel freático a donde está, y seguirá bajando, ¡seguro y cierto como Dios que está en su Gloria!). Lo único bueno que hace es acolchar el suelo con la pinocha (¿para qué, si con la acidez y la resina y otros males impide nazca nada debajo de ellos y de su pinocha?, ¡ni la retama!; y si no, suba a la Cumbre para que lo vea), para que se filtre la lluvia y, tranquilamente, atraviese las diferentes capas del terreno hasta encontrar una impermeable, acumularse y, si logra una grieta por donde salir, hay un manantial (desde luego, lo pinta como los ingenieros y “técnicos” del cabildo, pero con todos mis respetos: “¡leche cacharro!”). De esta  manera puede usted regar en las medianías (Pero Don Jacinto, ¿no se está regando y salinizando las tierras de medianías -y las más bajas- con agua desalada, porque desde que se plantaron los pinos no hay fuente, ni remanente, ni barranco hay que lleve agua, cuando en otro tiempo -sin pinos- para que no se inundara Telde se le hizo un puente de siete ojos que a veces hasta pasaba el agua por encima, y ahora, ¡ni en invierno se ven charcos!?). (La cultura popular [o lo que es lo mismo: la sabiduría de los ignorantes, si a los letrados los comparamos] me la pone en el baúl de los recuerdos (y ya ve, para los filósofos, más y mejor que el saber matemático, científico, ¡y el mismo filosófico!, y usted...), Don Fernando; por lo del pino que no deja... (crecer debajo del pino, ni a otro pino, y usted sabe esto es una verdad como dos y dos que son cuatro, y si no desea una vuela entre ellos a ver qué encuentra).
          Posiblemente, gracias al proceso relatado, el acuífero isleño capte cada vez más agua (¿con los pinos?), pero anualmente van a parar al mar miles de hectómetros cúbicos de aguas pluviales, sin que nadie haga algo por acumularla o para que se suma, y, de esta manera, suba el nivel freático (en eso le doy la razón: a Franco lo llamaba “Paco Rana”, porque se pasó la vida inaugurando presas; desde que se fue, no han inaugurado ni un estanque, ¿seré franquista por esto, o hago un servicio a la Historia?) Hoy en día es imposible hacer obra alguna, porque: diputados, senadores, concejeros, concejales, técnicos, ecologistas, sindicatos oenegés, ampas y ocupas; asociaciones de: vecinos, juveniles e inmigrantes; médicos, abogados, jueces alumnos y enseñantes progresistas (¿y se olvida del cabildo?), dirán que es usted un miserable, un tarado capitalista y  enemigo del pueblo (para un servidor, eso serían bendiciones y méritos; si uno callara, ¡ni eso me dirían! Así que hasta les doy las gracias, aunque se no lo personaliza en mí, ¡pero pudiera!). Las existentes, ¿quién  las hizo? ¡Amigo mío (no hace falta lo repita)!
           Hace cuarenta años que no se ejecuta nada referente a este asunto. Nosotros, en la vida que nos queda (una cuarta parte, más o menos- si nos cuidamos), jamás veremos, ni si quiera el inicio de una construcción hidráulica. Alguien le dirá lo del salto Chira-Soria. Ahí sí que hay "sustancia" para políticos y "ecolojetas". ¡Y qué bien lo venden (no lo he entendido, Don Jacinto, así soy de corto, contra)!
          Saludos y ...   "de torrente in vía bivet". Sal. 110.7 (que traduzco, para los que no saben latín, aunque no le veo la aplicación: “... en el camino bebe del torrente...”). (Como usted usa despedirse con un salmo, ¿le dedicamos este al Cabildo, en su máxima figura? [un servidor al cabildo -como son ateos- le digo: ¡dejen Veneguera tranquila y empiecen a arrancar pinos para que podamos beber de los torrentes en el camino de nuestra vida!, si no: ¡nos morimos de sed!] ).

*Como comienzan sus filmaciones, le comunico que  el lunes5 de septiembre tengo  "pruebas" en el Insular (como volvemos después del 14, tendré el placer de su compañía). Usted tiene un magnífico plantel de acompañantes (pero ninguno como usted, Don Jacinto y, ¡se lo digo de corazón!, ¿quién con su nivel entre ellos?), puede  hacer rotaciones pare el continuo cambio de caras (si esa es su voluntad, la respetaré). De todas formas, espero verle antes de esa fecha (sabe, es una de las mayores alegrías, encontrarte al amigo, ese otro que es como tú, y un regalo de los dioses [de Dios]). Chao. (¡Adiós, y un muy cordial saludo, con un abrazo fraterno! [Don Jacinto, permítame una broma: Si n estuviera jubilado, y tuviera edad de trabajar, seguro el cabildo lo contrataba, y le daba trabajo seguro, pero ya mismo! Necesita gente como usted, no como el Padre Báez).

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Siguen llegando testimonios de los jóvenes (uno entre otros) que acamparon en Telde (se llama Caleb [nombre bíblico], vino con su novia y va a ser Historiador, pero teme le falseen la Historia, durante la carrera y no le digan lo que oyó en la Acampada, sobre los guanches y demás:

Gracias al Padre Báez, al Guanche y a Juan Antonio he pasado uno de los mejores fines de semana sin duda alguna, gracias por enseñarme lugares que pensé que jamás vería y darme la oportunidad de realizar actividades tanto físicas como culturales que jamás olvidaré. Muchas gracias!!!!! ‪#‎ComanPinocha

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“... procede honradamente, practica la justicia, ten intenciones leales, no calumnies, no has mal a nadie, no difames...” (salmo 14).

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