domingo, 28 de agosto de 2016

my peligrosos...

Los pinos son muy peligrosos...
... si lo tiene  cerca de su casa o chalet, peligro cierto y no potencial, sino seguro.  Claro, cuando son pequeños, no piensas van a crecer y se hacen árboles enormes con idénticas raíces, que buscan el agua alrededor de la casa, con lo que está usted a merced de los pinos, que pequeñitos plantó, y ahora, ya están y son grandes. Mayores son sus problemas.  Pues su casa tiene: tubos, tuberías, desagües, y ¡ésa es la madre del cordero! ¿Que tiene también una fosa?
Mejor, ¡tenía una fosa, ahora tiene una cernidera! Al principio, mientras los riegas, ¡y crecen poco a poco!, ningún problema, pero... ¡crecieron! Y, ¿no le levantan todo? Pues, ¡agárrese, amigo! ¿Qué no sabía usted, los pinos le iban a causar gravísimos problemas? Usted, ¿de dónde es o dónde vivía? ¡Despierte hombre! ¿Un pino -o varios- cerca de una -su- casa? ¿No saben buscan agua? Que le afectará a los tubos, y hasta a las construcciones cercas, sus pobres e inocentes vecinos, que si tienen piscinas, ¡se quedan sin ellas! Pero si sus pinos son medianos, así serán sus problemas, pero espere a que crezcan, ¡crecerán sus problemas! ¿Qué pasará con el tiempo? Tenga paciencia y espere. Espere y verá. Toda vez no los cortó cuando eran pequeños, si lo hace ahora, le puede salir hasta cárcel, además de la multa pertinente; mejor, ¡déjelos! Y hágase otra casa, o salga de ella, ¡antes que se le caiga encima! Sus pinos buscan agua, y en la -su- casa hay agua, y los pinos, ¡es que la huelen! Así que no tienen que profundizar e ir lejos si la tienen al lado. Yo, en el lugar del dueño de uno o más pinos, no me pego un tiro, pero sí me corto el pelo, y hago penitencia aunque no sea creyente, o llevaría al cuello un cartel que diga: “soy un subnormal; planté un pino -o más- en el jardín, al lado de mi casa”; bueno, ¡lo que era mi casa! Ahora está en ruinas, se me cae a cachos. ¡Y eso que tenía unos muy buenos cimientos! Pero las raíces de los pinos, no tienen dificultad para entrar hasta donde haya agua, y la encontraron fácil, la tenía en casa. Y...
El Padre Báez, que les dicen: corten los pinos si son pequeñitos, mejor no los planten. No jueguen con fuego, que además es lo de ellos. Y no se le ocurra trasplantar un pino, ¡eso no pega, ni con goma o cola! Si lo arrancas para trasplantarlo y secarlo es lo mismo. Pero, lo quitas de tu casa, ¿y a dónde vas con él? ¿Cerca de quién se lo vas a poner? No, no es viable, esa operación: ¡deja el pino en paz!, el que no va estar en paz es este desgraciado plantador de pinos. ¿Por qué no plantó una higuera? U otra cosa, ¡digo! Pero, ¿un pino? Mi vecino tiene plantado en el patio de su casa pinos de unos 2 metros de altura, estos se meten en mi propiedad... No, no sigo.
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Y toda vez, que estos comentarios y millones más -que haré, si Dios me da salud-, y manifestaciones, huelgas, pintadas, programas de radio, programas de televisión, el boca a boca, y el hecho que ya esté en la calle, y al cien por cien todo el mundo diga y repita lo de “el cabildo, una maná de cabrones”, “¡Planten pinos y comemos pinocha!”, éstas y otras frases afines, nada de esto afecta al cabildo ni le va a hacer cambiar de acción (un servidor tampoco va a cambiar de opinión), pero, consciente de, que nada de esto y más va a tener ni obtener resultado alguno, les propongo la solución de los pinos, viene de la mano y voz, de mi amigo el abogado Don Juan Francisco Ramírez; lo que nos propone, si le hacemos caso, habremos solucionado el problema de los pinos: es decir, los dejan de plantar y arrancan lo plantados. Por favor, vamos a difundir el máximo esta propuesta y al final, si hacemos lo que se nos dice en este correo, habremos ganado esta lucha (está en nuestras manos, y lo propuesto es sumamente fácil: no perdemos nada, pero los arruinamos a ellos, y entonces, harán lo que le pedimos:
Apreciado y estimado Padre Báez. Ante todo reciba mis mejores deseos; dicho lo anterior, va siendo hora de dejar de expresar lamentos, pues de nada o poco les vale a los que no sienten el dolor ajeno; si de veras queremos a nuestras islas Canarias, hay que actuar, "pacíficamente", para tratar de frenar tanto desatino, por parte de los que se suponen deberían estar al servicio de este pueblo (políticos, empresarios, intelectuales, sindicatos, etc.); no cabe por menos, que dejar las lamentaciones a  un lado, y ponernos en marcha constituyendo una asociación cívico política (nunca me ha gustado el término de "partido", pues suena a "roto"), que sirva de contrapeso en la báscula del poder, para lograr que la gente, es decir, los canarios podamos tener "voz propia"; para ello, le propongo convoque una reunión para plantear la cuestión; opino que dicha asociación, no debe tener ningún otro color o ideología, más que la prioridad por salvaguardar los intereses de Canarias, en el bien de todos los seres que habitamos estas islas (lo cual no es poco).

No olvidemos la consigna: "SI DE VERAS QUIERES A CANARIAS, LOS MIÉRCOLES, NO COMPRES NI ABRAS TU COMERCIO", hasta tanto sean abrogadas todas y cada una de las leyes perniciosas o contrarias a los intereses canarios (Ley del Suelo, plantación de pinos, matanza de cabras, etc.).

¡No a la matanza indiscriminada de cabras!
¡No a la plantación de los dañinos pinos en VENEGUERA!
¡No a una Ley del Suelo favorecedora de la especulación y degradación del territorio!

Reciba un cordial y atento saludo. 
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“... lo que quiere lo hacen... tienen orejas y no oyen...” (Salmo 113B).

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