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Se les acaban las vacaciones a las cabras...

... toda vez, en cuanto se celebren las elecciones, volverán los tiros, volverán las matanzas; mejor, seguirán matándolas como lo tienen decidido después de este paréntesis por si retienen algún voto, de los muchos que se les van a ir o a escapar, porque este pueblo olvida, pero no perdona, y van a seguir, lo tienen decidido sí o sí, y ello a pesar del no generalizado o total de la población, oposición general o absoluta (menos dos: brito-morales).

Así que, las cabras, que retocen este mes -o lo que les quedan de él- y que tomen el sol en esos riscos pétreos y marmóreos, de un sol que raja las piedras, tan de sus agrados y goces, justo donde -no las pueden coger- van a plantar sabinos, cedras, y pinares, y sobretodo pinares, para que comamos pinocha en lugar de leche y queso, que es lo que dan las cabras, si no las mataran. Pues de ahí el título o comienzo de este mi comentario hoy: se les acaban las vacaciones a las cabras, que ya cada día les queda uno menos -después del 26 del 6 del 16- para ser sacrificadas, matadas y echadas a los cuervos que no existen.

El Padre Báez, que no hace de adivino y ni de profeta, simplemente repito lo que repiten estos macacos, una vez y otra también: que las matarán, y este paréntesis ha sido con el pretexto, de que si alguien las quiere las cojan, y toda vez es un hecho imposible (y menos con las condiciones para ello que exigían para dar permiso, que es tanto como imposibilitar nadie las cogieran), ahí ha estado el engaño (no matarlas en periodo electoral), que pasadas las elecciones, tienen el argumento perfecto y justificante: Toda vez nadie las quiere, pues siguen donde siempre han estado, las vamos a matar, para plantar allí un bosque idílico y romántico, bucólico y umbroso.

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Las cabras, creadores de empleo, y luchan contra el paro. El correo, me lo envía el amigo abogado Don Juan Francisco Ramírez, hecho que muchísimo le agradezco:

Estimado Padre Báez, Aquí le dejo una noticia aparecida en el periódico El Día (Tenerife), fechada el domingo 12 de junio de 2016, intitulada: "La necesidad hizo al cabrero"; en dicha noticia, se comenta que debido a la crisis devenida tras el fracaso del modelo de desarrollo basado en la construcción desenfrenada, modelo depredador del territorio y de la calidad de vida en Canarias; de ahí, como ya dije en su día, que quieran reflotarlo con la tan perniciosa Ley del Suelo, una ley totalmente propiciadora de la especulación territorial, imponiendo el modelo para esta islas "des-Afortunada", desarrollo tipo Hon-Kong y/o Singapur, en lugar del modelo aplicado en las islas Baleares, o en las del Pacifico Sur, Hawaii, etc. Dicho lo anterior, centrándome en la noticia del periódico El Día, por resultar muy ilustrativa, respecto de las contradicciones que se producen entre las islas Canarias; en la de Gran Canaria, se han empecinado en acabar con el ganado guanil, con excusas vacuas y peregrinas, sin escuchar a la población, que viene manifestando su absoluto rechazo a tan bárbara medida; no debemos obviar, que los animales, todos, tienen alma y sentimientos; mientras, por contra, en Tenerife, las cabras han resultado una buena alternativa laboral, para el sustento de don Hilario, uno de los tantos damnificados del fallido modelo económico basado en la construcción; por lo tanto, el ganado caprino, más que matarlo, habría que protegerlo, pues resulta una buena solución para paliar el paro en nuestras desafortunadas islas; reactivar el sector primario y sus derivados, debería ser la prioridad del programa, para cualquiera de las fuerzas políticas, que quieran ser alternativa de gobierno en estas ínsulas. Reciba un saludo con total afecto y consideración. Aquí dejo el enlace a la noticia:

La necesidad hizo al cabrero

				La necesidad hizo al cabrero 'S i consiguiera otro trabajo lo dejaba. Aquí no hay días libres. Es un sacrificio'. Con la misma tranquilidad que afronta cada jornada, Hilario Ravelo aventura cóm...
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“... son una peste funesta... son un espanto... una epidemia que devasta... se te acercará la desgracia...” (salmo 90).