martes, 21 de junio de 2016

paisaje sin...

Paisaje sin cabras, paisaje muerto...
... sr. morales. Escribe sobre todo -se lo deben escribir- el presidente de esa cosa que acaba con todo, que es el cabildo, y en esta ocasión nos da una magistral y universitaria lección, casi una tesis sobre el paisaje, más que documentadísima, y se olvida, que un paisaje sin cabras, es un paisaje desértico, muerto.
Convoca el citado a toda clase de gente para mejorar el paisaje y se olvida de unos invitados de lujo que son los pastores y agricultores, pero lo olvida e ignora por completo y absolutamente. Desolador es el paisaje y no sé si pretende borrar y allanar los surcos y romper acequias, tornas y tuberías alrededor de la isla cuando ésta tenía agricultura y ganadería. Mientras no vuelvan las cabras y los tomateros, esto está muerto (para que rime, al menos y haya algo de poesía). Es posible le den por la estética (¡y a ver qué se les ocurre!) y hasta planten más tabaibas, que no deja de ser algo muy original y típico. De hecho el paisaje con el monocultivo de pinos, ¡es una belleza usted, que es de película de países nórdicos! ¡Tenemos unos talentos verdes, que son la envidia del mundo! Pero si hay empresas que se ocupan de ello con la connivencia de ajuntas y mientos como el de La Aldea, y otros, que nos roban paisajes por un tubo, a cambio de engaños y crearnos necesidades. Gobierna la corrupción desgraciadamente. En el cabildo interesa más el dinero-limosna que le manda la a menos europa (si se va Inglaterra [y a ver quién le sigue después]), que la defensa a ultranza de las cabras, nuestro trabajo y alimentación. Le han cambiado el uso a la tierra que de cultivo ha pasado al cemento (chalets para cinco millones de extranjeros, a los que ya les tienen plantado el pino en el solar, donde la piscina y el perro).
El Padre Báez, que recorriendo la isla, durante doce horas, no escucha el balido de una cabra, no ve -por esas montañas y riscos, laderas y barrancos, ni una sola cagarruta de cabras. Y dicen se comen, ¿qué? Pero, si no hay cabras -y las tres que quedan en el Macizo del Noroeste van a volver los anda-luces a matarlas según pasen las elecciones-; ¿qué se van a comer, si nos comen las hierbas y malezas, pasto -una vez se seque- para previsibles, probables y presuntos incendios? De haber cabras libres, imposible hubieran incendios, pero prevenirlos ahora dará de comer a 300 del miedoambiente vigilando por si ven humo (que si a cada uno le pusieran de la mano un par de cabras: ¿incendios? R/. ¡Imposible!

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