los huesos...

Los huesos de cabras en Ansite...

... no son huesos sagrados ni huesos en rituales religiosos, sino huesos después de comerse la carne, sin más, ¡que no es poco! Y ello no de los siglos VI después de Nuestro Señor Jesucristo, sino de tres siglos antes del mismo Dios. Pongamos las cosas en su sitio y déjense de tonterías (o de majaderías).

Tan ateos, y tan indiferentes, cuando no sectarios o agnósticos, y cada referencia a los guanches es religiosidad pura (¿será para lavar sus conciencias?): huesos en ofrendas, pubis en triángulos de decoración, y..., ¿para qué seguir con esa idiotización y sacralización de todo lo guanche o aborigen? Religiosos, lo justo, en sus ofrendas en las cazoletas (nuestros actuales cálices en las Eucaristías, sin más, ¡que no es poco [repito]!).Precisando: la fortaleza de Ansite, es una fortaleza, no un templo (precisamente allí, no hay cazoletas); por supuesto, que la espiritualidad era congénita a/y de los guanches, herederos del espíritu de san Agustín su paisano (confróntese mi libro: “El Canario San Agustín (Espíritu Guanche)”, y la vida estaba imbuida de la relación con Dios y su Madre (no hace falta citar a Acorán y a Chaxiraxi), pero de ahí a lo que nos quieren hacer creer -menos en Dios-, va mucho; pues ya les imitaran y se dejaran de tanta falsa religiosidad guanche!). Ahora deducen de un hueso hasta que los guanches controlaban el tiempo, y ese hueso era algo así como un calendario lunar o termómetro, ¡anda, anda... ya está bien de sandeces! Que no es un santuario, es una fortaleza; no es un templo, es una fortaleza; se equivocan o desconocen la presencia de los guanches no a partir del siglo III d. d. C. sino que ya estaban aquí tres siglos antes (siglo III a. d. C.). ¿Y de dónde coño sacan que la fortaleza era -además- un centro de observación astronómica? Eso, se podía hacer desde cualquier sitio aún no edificado, y sin yacimiento alguno de por medio, pero... ¡dale con la manía de decir, los guanches no hacían otra cosa que mirar al cielo, para saber los días que vivían! Solo es importante el hueso de una cabra en el lugar y desvían la cuestión, como el museo que allí cerca tienen y otras lindezas, digna de ser echadas a la basura. Pues todo se les va en decir la cosa es sagrada (desde el ateísmo reinante ya citado: ¿será una satisfacción supletoria de modo psicológico profundo?, ¡a saber!). Y por supuesto del 29 de abril de 1483, ¡nada de nada!, ¿por qué?, y... sin embargo, cada vez que subo al lugar (sin pasar por el centro ese), oigo la voz, el eco de Bentejuí, y la del Faycán de Telde en sus gritos “¡Atis Tirma!”, de lo que tampoco te dicen ni media palabra. ¡Qué pena de arqueología en manos de quien está el “cabildo”, término repetido cinco veces y un consejero, que de esto, sabrá lo que un servidor de astrología! ¡De pena, usted, de pena y dolor!

El Padre Báez, que en la portada de mi libro: “Arquitectura Guanche”, puse -precisamente- la foto de un trozo de aquella magnífica e insuperable perfección en pared alguna de la dicha Fortaleza de Ansite (Santa Lucía de Tirajana), cuyo patriarca y difusor como nadie fue el canariólogo Don Vicente Sánchez Araña, al que tampoco se le cita (y cuyo Museo-castillo, sí merece ser visitado y no tanto centro al que no entraré ni amarrado. ¡Sean serios con la Historia, y aún la más reciente o contemporánea)! Y reconozcan a los que les precedieron dejándoles huellas más que claras a seguir y no sigan diciendo sandeces.

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Uno de tantos, y como este miles:

Hola, soy un joven de Vecindario, con unas ganas de conocer en persona al Padre Báez y su personal, he visto casi todos sus vídeos y aprendo mucho con ellos, y me río mucho que es lo más importante.  Mi padre tiene una finca por debajo de Cercados Espino, en un pueblo que se llama El Sao...    Muchas Gracias.

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“... líbranos del enemigo, Señor...” (salmo 142). / “... rondan buscando a quien devorar...” (1P 5, 8-9).