martes, 31 de enero de 2012

POPURRÍ 131:


Sobre mi tesis (131):
“... conviene que en Lima aya seminario de estudios para que aya copia bastante de obreros en esta Provincia.
Al 15to.: parécenos muy bien y así se haga con todo cuidado por lo que importa este seminario para criar operarios.
Los criollos se reciban guardando el orden que nuestro Padre General ordena.
Mestizos se reciban pocos, y en los baquianos, que pidieran ser recebidos en la Compañía se atienda mucho si su vocación es por respectos temporales; y siendo recebidos, sean bien probados por espacio de dos años enteros...”

La guerra del agua:

Primero fue San Mateo, luego le siguió Tejeda, y ahora todos quieren vender agua, y ello, toda vez que un litro de agua vale más que uno de leche, pues todos a por agua, pero no a la fuente, sino en botella o plástico. Y es que por si teníamos poca agua: que si agua de Agaete, agua de Firgas, agua de Moya, agua de Valsequillo (Teneteniguada), agua de Gáldar o de Artenara (de Juncalillo), agua de Teror, agua de..., ¿en su pueblo no hay agua que vender? En Tecén desde el 14 del 4 del 1914 -le falta dos años para el siglo- es gratis, y vienen a por ella desde los barrios capitalinos, y es gratis (repito), con esa condición hizo la mina el dueño, para regalar el agua, agua que luego de salir se filtra y desaparece... Pues, en su día, un servidor propuso agua de Güi-Güí, un agua riquísima, que se va al mar; pues ya pudiera el alcalde de la Aldea embotellarla también, ¡no te digo! Leche, no; pero agua..., ¡de sobra! Las presas llenas, para que los turistas (20,000.000), se duchen a chorro abierto (p´regar no hay agua; ¡ah, cabr... itos!

En la bendición de animales:

Pues, eso: animalitos de Dios, porque lo que fue animalotes, ¡ninguno usted! Y ello, como si ya las vacas, cabras, burros, ovejas, ya no fueran animales, que al recibir el agua bendita (que no bautizo, sino bendición), fueron toda clase de animalejos y bichos raros, también los más normalitos, pero que ninguno de los que fueron dan leche, con lo que entiendo es una bendición perdida, porque a ver que dan: los pájaros, los perros, los gatos, los hurones, los gallos (porque si gallinas, al menos habrían huevos, pero de granja, porque ¡pobre el del gallo, como cante de madrugada y lo denuncie un vecino, ¡no hay bendición que lo salve). Repito, pues eso: perros, gatos, gallos, conejos, hurones, tortugas..., ¡todos ellos, muy lecheros! Es lo que hay: trabajo para el consejero de ganadería (¡y veterinarios!).

Dicen se habla de los aviones, para que...
... para que no se hable del yerno del rey, del urdanga ese. ¡Vamos que echando balones fuera, para entretener y despistar al populacho!, que como se sabe, entra al trapo, como aquí en la lucha de los tri-carnavales: si me ayudas, si me presento, si la reina o reino, que si la presentadora, y el “periodista” que lo presenta, que si esto o lo otro, y mientras la cosa corre, y aquí no pasa nada. Miramos para el otro lado. Esto, me lo dijeron unos hombres, que viven en un barranco, ¡y parecen tontos, y se las saben todas! También me pusieron otros ejemplos (la crisis, el paro, el hambre...), pero como que voy perdiendo memoria...

Aquí hablamos (ellos, que no yo), de Viera...
... por lo del anterior tema o asunto, siguiendo con lo mismo; pues que me imagino, usted no debe dormir, preocupadísimo, por la suerte y destino, de un jugador de fútbol, que si se va o no se va, si se queda hasta cuándo, cuándo y si cumple o no su palabra..., pues que como nos da de comer, ahora nos quedamos con el pico abierto y vacío. Esto aquí, también para que no pensemos en el paro, el hambre, la crisis. Lo de Viera, es asunto autonómico, archipielágico -¡más que el agua si de Mar-ru-ecos o nuestra y el petróleo del sub-suelo...

Malo, cuando los alpendres arden...
... pensado dentro están los aperos (yugos, arados aguijada, las horquetas, el palo del pesebre, millo seco, algo de retal todavía, el techo de cañas, vacío de vacas, becerros y bueyes..., es triste arda una sola, porque es como incinerar lo que queda de la ganadería, porque de volver -¡que volverá!- ¿dejarán hacer alpendres nuevas?, ¿se descatalogarán las que han sido reconvertidas en casas rurales de turismo, que ya no vienen al campo? Es una pena, no se las tengan protegidas, y evitar se desfonden y se quemen algunas, pues son entre otra cosa: arquitectura tradicional del tabaibal...

Necropsia a una tortuga...
... y yo, en esa idas y subidas por los riscos de esta bellísima isla, llena de tabaibas por todas partes, menos por una (llena de pinos), digo: que también, de vez en cuando -y antes lo sé por el perfume u olor a carne podrida, de algún animal que se desriscó, voy y me acerco, -así me pasó el otro día por Amurga; y otro día subiendo a Amagro-, me encuentro sendas cabras muertas, putrefactas, cuero y esqueleto, aún la cencerra al pescuezo -que no cuello (éste es el de las personas)-. Y -como el inglés aquel-, nunca se me ocurrió, avisar a nadie, para que le hiciera -como a tortugas y ballenas- una necropsia, para saber de qué se murió..., creo, sencillamente, esta sociedad universitaria ha perdido el norte. ¿Por qué no estudian la salida que puede tener la leche de tabaiba?, pues producimos cantidades en toneladas miles y miles, por semana...

Como el Rey medie...
... es la primera vez, -que en estos popurrís, y antes en los miles de coreos que a diario envío, me salgo de el tabaibal-, que me salgo del tabaibal, y lo hago, porque leyendo la noticia, me hizo gracia, al pensar, en la mediación, que piden los canarios venezolanos, al rey para que interceda ante Chávez, y es que, pensé: como Juan Carlos vaya y le diga algo al presidente -que según cálculos, le queda menos de un año de vida-, estoy seguro, que la respuesta del amigo de los Castros, será -devolviendo la misma pelota-: “¿por qué no te callas?” Y me pregunto, pero esos canarios-venezolanos, a los que Chávez, le ha quitado las tierras y dineros, ¿no saben este asunto de cuando el rey mandó a callar al ogro venezolano ese? ¡Parece mentiras, hombre, se les ocurra pedir la mediación del Borbón este, en eso, con ese!

Y esta noche, en...
... Radio Aventura, Siglo 21, entrevisto a Don Jorge López, el de la “Anticorrupción y Paro TANAUSÚ”, en el Programa: “Tierra Guanche” No se pierdan la entrevista más atrevida, con el hombre más libre del tabaibal. Recuerden: hoy martes día 31, a las 20,00 en FM 107.8 y su repetición el jueves día 2 de febrero, día de las candelas ( o Presentación del Señor), de 7,00 a 9,00

Recuerden también...
... hoy 31, es día de San Juan Bosque o Bosco. De árboles esta lleno su apellido, y de sus ramas muchos frutos: la educación de tantos jóvenes, por el mundo. Si se cruza con algún salesiano, no se olvide felicitarlo por el santo de su Fundador; a sus antiguos alumnos -un servidor lo es: estudié Pedagogía Religiosa con ellos en Priego de Córdoba- también felicidades, y María Auxiliadora, nos proteja, haciendo honor a su sobrenombre...

Dijo Dios:
“¡Que bote hierba verde,
y el campo dé semillas y cosechas!”
Tomado del la Oración del atardecer. Vísperas de ayer-tarde-noche. 

Y le decíamos a Dios:
Concede, Señor, a nuestros cuerpos fatigados el descanso necesario, y haz que la simiente del reino, que con nuestro trabajo hemos sembrado hoy, crezca y germine para la cosecha de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.  Esto, en la oración última del día, antes de irse uno a la cama a dormir (Completas).
                                            
Lo de Absalón, tiene gracia...   
“... iba montado en un mulo, y al meterse el mulo bajo el ramaje de una encina copuda, se le enganchó a Absalón la cabeza en la encina y quedó colgando entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que cabalgaba se le escapó...” (II Sam. 18, 9-10. 14b. 24-25a. 30- 19, 3). Al margen del hecho en sí (que continúa), me sugiere, que entre nosotros ya: ni mulos, ni encinas; ¿podrá imaginarse el futuro -ya el presente- la escena bíblica?

La poesía de los Himnos...
“Al filo de los gallos, en guardia labradora,
despiertan en los montes los fuegos de la aurora,
y de tus manos sube el sol...”
(Laudes de IV martes).

Isaías, ¡es demasiado...!
“Como baja la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come...”
(55, 10-11).

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