lunes, 30 de enero de 2012

POPURRÍ 130:


Sobre mi tesis (130):
“... Uno de los fines que se ha tenido en el tomar essa doctrina ha sido hazer  prueva cómo la Compañía se podía aplicar a este ministerio de enseñar a los indios, huyendo los inconvenientes que en otras partes se han experimentado” (35).

El día 1º de Agosto muere el Padre Everardo Mercuriano, pero antes responde a los puntos de la consulta que el Padre Juan de Plaza hizo al terminar su visita en el mes de Septiembre del 1578. Reitera el Padre General la conveniencia de seminario. Mantiene su idea de que criollos y mestizos se reciban pocos y según lo dispuesto. Habla de las exigencias para ser ordenados. Que se ayude económicamente a los seminarios. Más sobre los seminarios, etc.


Gastos desorbitados:
Sorprende y mucho, que en época de vacas flacas, de crisis, de hambre, de paro, de miseria, de pasarlo mal..., que cuando el dinero no llega a muchos a comer y vivir con dignidad, y como lo hacía hace dos meses o dos años atrás, que la administración, el gobierno de aquí y el cabildo -todos como el alcalde aquel, de todos a una (Fuenteovejuna [Fuente de las Ovejas]), cuales borregos, ninguno pare ni frene, ni desvía esas partidas millonarias de euros, en no arreglar nada, sino en gastar por gastar, y es el caso de ese más de un millón, en limpiar en lugar de sembrar y plantar comida; pero nada digamos de esos más de tres millones de euros -que no se sabe ni cuánto dinero es-, en convertir la isla en un gallinero, y querer forrarla con tela metálica, y ello, para que no se escapa de ninguna ladera ningún granito de tierra, y ¡ni mucho menos una piedrecita, que choque y abolle a algún coche!, ¡vamos el parto de los montes (un ratoncito)! ¿Es justo ese gasto desorbitados y tantos otros monstruosos, sin rédito o beneficio alguno, algo así como tirar el dinero, sin más?

La isla se oxida:
Ese fue el efecto que percibí ayer, cuando yendo por la costa hacia el Norte, exactamente hasta Agaete, y reparé en ese color un tanto herrumbriento u oxidado, a veces algo y mucho de marrón, algo ocre, color sucio, y sin darme cuanta, ese color me iba invadiendo, hasta que reparé, que era la tela de gallinero colocada, colgando de todas las laderas a las márgenes de donde los riscos, y que por efecto del mar, que corroe y vuelve marrón, a veces el gris desaparecido en una gama de matices multicolor oscuro, y de un efecto muy desagradable. Y ello, obligado a ver ese color tan antinatural, forzado a esos millones de turistas que nos visitan y dirán: ¡qué isla más fea, sin color alegre, puro, limpio, sino lo dicho, y más, que absorbe todo otro color de luz, propia de nuestra naturaleza, pero empeñados en llenar todo de esa dichosa malla que afea y estropea a la isla so pretexto de algún negocio redondo, que alguien está haciendo a costa de encerrar la isla tras esas dichosas telas metálicas –ya dichas-, convirtiéndola en un gran gallinero, sin gallinas, pero cual si las tuviéramos...

Ahora vienen con Facaracas:
¡Ya era hora! Antes lo denuncié con 90 minutos de grabación, mostrando la grandeza de un lugar, convertido en basurero; algo así como si el edificio de las Cortes, en el famoso Paseo de San Jerónimo (o Jerónimo), en Madrid, fuera convertido en el basurero mayor de Madrid; pues Facaracas, fue el lugar de las Cortes o Senado Guanche, donde el Rey guanche, con sus capitanes y sacerdotes, se reunía, para legislar, para encontrase en un adelanto de acción política que vino después, un edificio o lugar, con muchas estancias (206 miembros comprendía esa asamblea), y cual escaparate cuando se va a Agaete, pasando por Gáldar -no hay otro camino- te topas de frente con esas cuevas, que son orgullo de una cultura, pero convertido en un basurero, y es que posteriormente, en distintos comentarios arqueológicos, con gran profusión de fotos, clamaba por el cuidado y respeto a un lugar y a un yacimiento de primerísimo orden que está de vergüenza propia y extraña, y así sigue, sin que otra cosa no haya sino otra cueva pintada que se ha comido durante una larga veintena de años, millones por un agujero sin fin, olvidándose que para limpiar Facaracas, no hace falta sino un camión, puesto por algún ajunta, cabildo o gobierno, y un equipo de voluntarios, que simple y llanamente, saque toda la basura -visible desde la carretera- y que nuestra arqueología, merece un respeto. Quitan a una madre su hijo si no lo atiende debidamente, y dejan el arte y la cultura en manos de dueños privados, que hacen dejación de tener lo que es de todos, convertido en basurero...

Los mismos que se cargaron el Maipés, ¿se cargarán Arteara?

Pues, ese es mi miedo: que el Maipés, en su necrópolis, ha sido transformada en un parque temático, deformando y cambiando las formas redondeadas, o abovedadas de sus tumbas, en planas y rectilíneas, dándoles forma de queso, y hasta a una la forma de un sombrero cordobés, con lo que restaurado, no coincide en absoluto, con lo que había, al ser de nueva textura, de nueva forma, y cuando todo esto, con ser gravísimo, y que sería suficiente para cuestionar la profesionalidad de la empresa que ha roto y ha destrozado el yacimiento, que por ser cementerio, es sagrado, y digno del mayor respeto, lo han llenado además de planchas de hierro, de forma irracional, y sin que las quiten a pesar del peligro que supone y como más de mil veces antes lo critiqué como algo que no pega ni con cola, que es algo -un elemento extraño a los guanches, pues..., mucho me temo, que la misma empresa y por tanto los mismos restauradores de yacimientos vayan a la necrópolis de Artera, y hagan lo mismo u otro tanto, con lo cual ya, sería dos los yacimientos destrozados. A cualquiera que se atreva acercarse al cementerio (necrópolis) en Agaete (El Maipés), podrá ver con asombro, cómo han limpiado de toda piedra convirtiendo el lugar en algo limpio, suprimiendo tumbas, desapareciendo caminos y senderos entre las tumbas, y haciendo carreteras, caminos, senderos, etc, de planchas de hierro...


Y Rivero, sigue pidiendo ayuda...
... como si fuera una hermanita de los pobres laica, fijo pidiendo, cual si por algún lugar del mundo hubiera una bolsa de dinero  y que alguien decidiera darlo a alguien por su cara bonita, sin mérito alguno, y sin venir a cuento; sin más que nos ayuden, que nos manden dinero, que nos subvencionen, que nos den, que nos manden, que... pero, ¿y esto es normal?, ¿por qué en lugar de pedir dinero no sé a quién -y que nadie nos lo va a dar- no se ocupa de mandar a la gente a trabajar en la tierra? ¡Cuántas tierras y explanadas vacías, esperando se las siembre de algo, y sin embargo, nadie da un golpe en el mismo, y nada producimos, ni nada cosechamos, ni nada esperamos, sino como el pajarillo en el nido, con el pico abierto, esperando que nos traigan la comida...

David...
“... subió la Cuesta de los Olivos...” (II Sam. 15, 13-14. 30;16, 5-13a.). Simplemente, ese detalle (¡no, no eran acebuches, ni pinos...!).

Por su parte, Jesús (nos lo cuenta San Marcos),
dijo: “Había (...) una gran piara de cerdos hozando en la falda del monte (...)... los cerdos; y la piara, unos dos mil... (¡no, no eran perros ni gatos!, sino cochinos o marranos, puercos o cerdos...), en 5, 1-20.

La oración de Laudes de hoy (30-I-12), dice:
“Oh Dios, que encomendaste al hombre la guarda y el cultivo de la tierra, y creaste la luz del sol en su servicio, concédenos hoy que, con tu luz, trabajemos sin desfallecer para tu gloria y para el bien de nuestro prójimo. Por nuestro Señor Jesucristo”.

Y en la de Sexta (Hora Intermedia), dice:
“Señor, tú eres el dueño de la viña y de los sembrados, tú el que repartes las tareas y distribuyes el justo salario a los trabajadores; ayúdanos a soportar el peso del día y el calor de la jornada sin quejarnos nunca de tus planes. Por Jesucristo, nuestro Señor”.

Nota:
(35).- M. P. II. Doc. 170, 1; 170 a III; 170 a IV y 170 a VI.

No hay comentarios:

Publicar un comentario