Se oyen voces...

SE OYEN VOCES...

... que se suman tímidamente -aunque a distancia-, a las que un servidor viene dando a gritos, para salvar la agricultura. Comienzan algunos,  a ver el drama que se aproxima. Y todo esto, sin que los instituidos, se mojen, y salgan de carnavales, fútbol, perros..., mientras en la cuerda floja distintas explotaciones, y miles de trabajadores más al paro.

Pasa, que los sindicatos, ni se enteran, dormidos en sus laureles (consecuciones personales y privadas), sin que se hayan inmutado en esta defensa prioritaria o primera. Todos le han dado la mano a Marruecos, y éstos nos las han echado al cuello. Y como pedigüeños, pidiendo ayudas al transporte (querrán ir en guagua de la casa al terreno de detrás de la casa ¡no te digo!). Y con cara de tomates, solo ven en la agricultura: tomates, como si nada más existiera, y la agricultura, no fuera más amplia y otra cosa. A las puertas está el adiós definitivo a todo lo que es agricultura (¡y ganadería!). Y a tal fin, ninguna manifestación, ninguna huelga, ningún paseo capitalino de los magos. Falta liderazgo, y sobran mis enemigos –ya verán cómo me dicen me olvidé de algo, aunque no venga a cuento (sanidad, enseñanza, o ¡el coño su madre!)-. La UE, favoreciendo a los vecinos, nosotros apoyándolos, y lo nuestro al sol, y espakistania y los tabaiberos, mirando p´otro lao. Nadie se reúne con los de callos en las manos, que como burritos, no saben sino limpiarse el sudor, sin que naide los guíe. Y si algo les llega como soflamas es o son: que quieren más dineros (cuando no hay); que le subvencionen la guagua, para ir al cercado; que se tienen que sentar a hablar, y así hablando solucionar en una mesa el freno del asunto, para que el paro no aumente, fomentar la agricultura, pero desde la mesa, y sentados hablando mucho, bla, bla, bla...; pedirle a los que sueñan con el turismo (Rajoy-Paulino=Paulino-Rajoy), que se acuerden que el campo aunque vacío -y por eso precisamente-, está esperando manos y sudores, y que medio ambiente levante la veda, y deje trabajar, porque en ello se nos va la Historia, la economía, y la vida.

El Padre Báez.