miércoles, 27 de junio de 2012

La Iglesia, va por delante:

Sabido es, que con el tiempo, el espíritu inicial del Fundador, se va relajando y alejando de aquellos momentos primeros. Y se va perdiendo la pureza, de aquellas observancias, rigor, fidelidad, radicalidad, etc., iniciales, con lo que, pasando los años (siglos), siempre surge un reformador. Y así sucedió con Francisco de Asís, con Domingo de Guzmán, y tantos otros, que hicieron dar a la Iglesia un vuelco y volver al candor evangélico. Y así sucedió, con los propios franciscanos, de cuyas reformas saldrían los capuchinos, los terciarios, los conventuales, los alcantarinos, etc.; lo mismo sucedió, con el Carmelo, que después de Santa Teresa, ¡la reformadora del mismo!,  aparecen las carmelitas descalzas, volviendo –siempre a las raíces, y a una mayor observancia de la Regla, de la que poco a poco, se habían apartado.

Y, no es cuestión de seguir poniendo ejemplos, sino que damos un salto a la Iglesia de Cristo (la católica), y henos aquí con la Auto-reforma, la reforma venida de fuera, la Contrarreforma, y más recientemente –hace 50 años ahora-, el Concilio Vaticano II, actualizando y reformando a la Iglesia en una puesta al día, y ello, porque la Iglesia, es Iglesia si siempre se está reformando.

Pues bien, ¡mucho ha tardado la clase política, de imitar a la Iglesia en sus continuas y constantes reformas, pasos modélicos y ejemplares, que da nuestra Santa Madre la Iglesia, y ahora –muy tardíamente- entra en una pretendida y supuesta reforma. Pero, desgraciadamente, de tanto dar vueltas al tornillo, se salta la rosca; y nos van a reventar, y más que reforma, es una extinción, porque a este paso, sin trabajo, sin dinero, sin comida..., la única salida, va a ser el harakiri, la auto-inmolación, el suicidio, porque habiendo y teniendo un campo virgen por explorar y cultivar, de donde sacar comida y parar el paro, la tienen –a la tierra- cerrada a cal y canto.

Me refiero al sector primario, que como oses volver a él, o regresar por los pasos y huellas de nuestros antepasados –abandonado todo, desde cuando el Concilio (hace 50 años)- como te vean en ello, ¡multa segura, porque si "españa" significa “tierra de conejos”, aquí, en el tabaibal -más godos que los godos-, ellos –los conejos- son lo primero y prioritario, de tal modo y por tanto: siembre y plante usted, para que se lo coman ellos, sin poder resguardar lo suyo, que debe queda expedito, para los roedores, medio ciegos, desde hace ya también medio siglo! Y ante este estado de atropello –multas excesivas en cuantía, por auténticas minucias, por una bobada, de forma descomunal y abusiva-, este pueblo, ni protesta, ni se unen los afectados (todos los del campo, pues no ha escapado ni uno), este pueblo –repito- no se manifiesta, ni protesta, sino que acata, acepta y paga, masoquistamente, vendiendo la casa para pagar, el coche, y hasta el mismísimo terreno, de forma “religiosa” y sumisa, sin chistar, sin asociarse con otros multados, para exigir, la devolución de lo pagado, y derogar esas leyes absurdas, como la de no tocar una retama o tabaiba (a pesar de no estar en peligro de extinción, ya que se cuentan por billones, porque se expanden por todas partes y lo llenan todo ya, y si una de ellas -retama o tabaiba- se nace donde usted planta papas, o lo que sea, no hay cosechas para pagar la multa por arrancar la plantita; o séase, el pequeño ejemplar de retama o de tabaiba, puesto que por tierra y por aire, varios ejércitos le vigilan día y noche, usted, no escapa, pues tarde o temprano, dan con el infractor, y ya puede usted poner recursos, que de nada le valen a no ser que tenga usted una buena amistad, y entonces escapa, pero uno entre mil, pues parece la Administración, viven de los que pretenden hacer algo en la tierra, y los aleja y aburren, y puesto que no hay dios que le quite la multa, ese dinero que usted necesita para comer, se lo tiene que dar a ellos, y puede que sea el sueldo de medio año, o más casi siempre); no vallar un terreno (si lo haces, te multan, te hacen deshacer lo que hiciste, y... [les cuento más abajo]), etc.

Hablan de reformas, y más reformas, y reformas, pero este atropello, y abuso, ni nadie lo pide, ni ellos lo cambian, porque viven de chuparle la sangre al que intente mover una piedra o plantar una higuera, en lugar de una retama, se desgracia. Gravísimo, te castiguen, en lugar de premiarte, por crear y dar trabajo y comprar material que necesitas y prohibiéndote sacar la comida de la tierra, a la par que ellos –cabildo y gobierno- solo plantan árboles estériles y plantas venenosas, como son los pinos y cardones, por poner dos ejemplos. Y, o esto se reforma, o vamos todos p´al carajo. Cada vez son más, los que cogen la soga (en una semana tres en Telde), y no precisamente, para cogerle un jase (haz) de hierba pá (ra) las cabras (éstas, tampoco te las dejan tener).


Lo que les anunciaba antes o más arriba: que por poner una valla o abrirte camino entre la maleza, además de la multa -la que menos 6.000, 00 €-, además te obligan a plantar en lo tuyo –tierra de cultivo- el número de pinos que ellos estimulen según el delito, con la advertencia, de que si no lo hace usted, te lo hacen ellos y te cobran por hacértelo (¡en lo tuyo!, donde ibas a plantar frutales o papas), como castigo, por cortar algunas ramas de tabaiba o/y retama. Todo esto, es para exigir la dimisión de unos políticos corruptos, abusadores, enemigos del sector primario impidiendo, prohibiendo y castigando por hacer lo que hay que hacer.

El Padre Báez.

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