año de brevas...

“Años

de brevas,

no veas”

Es lo que dice la sabiduría popular, como conclusión de siglos de observación. Así habrá sucedido en el tiempo, como para llegar a esa verdad. Se han dado cuenta, y lo han asociado al hecho siguiente: que cuando hay muchas brevas, es mal o malo el año.

Y es, lo que está sucediendo este año. Me contaba mi hermano, que la higuera que yo planté en lo de él, y que regaba mi hermana (por tanto higuera de “tres dueños”, este año, tiene tantas brevas, que parece son higos (siempre más abundante en número que las brevas, que siempre son menos en cantidad).

Con, lo que si se cumple el dicho –y visos hay de ello, por lo poco que ha llovido. El año no malo, sino peor todavía. Así que, haciendo caso a los refranes, frutos de la experiencia y observación, y aprendida así las lecciones que da la madre naturaleza –algo así como las cabañuelas-, preparémonos para pasarlas estrechas o canutas (en el orden del sector primario).

Sabiduría popular, que con una sola frase, dice lo que otros en largos discursos. Que, estudiante de filosofía uno, en su tiempo, aún recuerda los cuatro tipos de saberes:

-        filosófico, el de deducción por la razón

-        matemático, el de calculo y exactitud, devenida de los números

-        científico, el de laboratorio y fruto de la investigación

-        y popular, el saber de la gente sin estudio.

Así dichos en resumen, y sin ajustarme a patrón estudiantil ya olvidado por los años, pero que más o menos así deben ser, que...

-        no hay duda, habría que añadir algunos saberes más (el infuso, el divino, el intuitivo, etc., pero dejémoslos en lo dichos).

Que el saber popular, el de los refranes, tienen el valor de los que han vivido y han comprobado, que es cierto lo que dicen, y queda en el refrán o dicho, que tienen valor de ser saber, y saber del bueno.

Recuerdo ahora los refranes en el Quijote, ¡canta verdad y sabiduría en ellos! Pues, este nuestro, no lo es menos:

          “años de brevas, no veas”

Porque de verlas, señal clara e inequívoca, vamos a tener un año malo, malo de verdad.

El Padre Báez.