rey

Juan Carlos mataelefantes y Morales matacabras tabaibero...

... ¡tal para cual!, ¡vaya ejemplo nos dan los que tienen autoridad; en otros tiempos ejemplares y santos, y ahora cuales delincuentes, asesinos de animales! Que todo un rey, y un presidente, se dediquen a delinquir, y vayan en contra de la opinión general, que rechaza actos delictivos, propios de gentes sin moral y realmente gentuza (aunque por dignidad, todo ser humano y desde el bautismo católico -el único válido, entre sectas-, queda instituido cual profeta, sacerdote y rey).

Que figuras que deben ser modelo y ejemplo lo sean de todo lo que no se debe hacer es como para quienes ostenten esa autoridad, dejen el puesto a gente con dignidad. Pues si los que están a la cabeza o van por delante es ese el camino que muestran, el de delinquir, y comportarse cuales criminales y asesinos y a tiro limpio, ¿qué se puede esperar de una masa, que tiene por líderes justo a quienes no se debe imitar ni copiar? Lamentable comportamiento de autoridades, que incitan al mal, y son ejemplo, justo de lo que no se debe hacer, es como para preguntarse: ¿en manos de quiénes estamos? ¿Cuál es la catadura moral de esos personajes que actúan como delincuentes y encima retuercen argumentos en su defensa y echando balones fuera culpan a inocentes pastores a los que encima castigan con enormes multas? Que la realeza, se dedique a matar elefantes, cual si en el romanticismo y siglos XVIII y XIX se viviera de safari, cuando animales que peligran su pervivencia -como nuestra cabra guanil-, en lugar de protegerlas, que para mandar y administrar se los han elegido, se dedican a matar lo que deben preservar, saltándose normativa, leyes, el sentido común y el grito unánime de la población que no los defiende, salvo el personal uniformado que viven de poner multas y ven en ello una manera de cobrar desde europa por lo que engañados les hacen ver o creer, que en el mar se plantan coles, como en los riscos eucaliptos y sabinas, cedros y pinos, sin agua, sin tierra, sin riego, sin abono, sin..., ¡nada! Y que pobres europeos ajenos al Atlántico y a su clima, crean a estos indeseables que con tal de tener un poco más de dinero -no les importan mancharlo de sangre- y hacen el paripé de plantar y dicen las cabras se comen lo que plantan. Pues no sean subnormales, ¿qué cabe esperar si a la salida al recreo, le ponemos una tarta o/y pasteles a los niños en el patio?, ¿qué no se los coman?, pero no así con las cabras, que jamás han probado -antes se mueren- una rama de lo que estos listos del miedoambiente se dedican a plantar (y llaman “reforestar”, ¡Sí, ponen flores! Como no sean de plástico...

El Padre Báez, que poco a poco, se ha propuesto descubrirles el pastel a los matacabras tabaiberos del cabildo.

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Otra más, desde la isla hermana y gran Tenerife, a la isla matacabras del Gran Tabaibal. Es mucho de agradecer, y más viniendo de un joven universitario. Con jóvenes así, tenemos garantías de una política mejor, que la de estos majaderos:

Buenas tardes Padre Báez

He leído estos días sus artículos, y a tenor de ellos, quería comentarle alguna de mis impresiones.

Pese a no vivir en una zona rural, vivo en el norte de Tenerife, única zona de la isla donde realmente se ha mantenido en algunas zonas la tradición de los pastores (vulgarmente llamados cabreros) y sus cabras.

Tengo el privilegio de, como ayer, mientras volvía en guagua de la universidad, ver por las zonas laterales de una de las carreteras que dan de La Orotava a Puerto de la Cruz, a un buen número de cabras, lo cual siempre es buena noticia.

Está muy bien el tema de urbanizar, fomentar la creación de nuevas infraestructuras, y que tanto Gobiernos como cabildo, inviertan en ello. Es importante también fomentar las ayudas a los estudiantes e investigadores en forma de becas, las cuales, han sufrido un maltrato considerable en los últimos tiempos. Pero no deben de olvidarse tampoco de ese sector, ahora minoritario, que aún mantiene el noble oficio del pastoreo.

Esta tierra ya ha perdido mucha esencia. No ayuden a terminar con ella.