martes, 17 de noviembre de 2015

deriva



Deriva tabaibera (o tabaiberil)...
... la isla antes  verde, se ha vuelto opaca, gris, triste. La lluvia ya, no riega; tampoco se almacena o represa agua, total, ¿para qué? Los estanques están rotos, se salen todos. Ya no se venden frutas de aquí; tampoco hortalizas. Se acabó la alegría. Ningún proyecto en marcha. Caminos, ¡ni los llamados reales, quedan expeditos o abiertos! La isla se ha asilvestrado (la han asilvestrado, ¡y no intente usted reabrir un camino de toda vida, porque le puede costar la misma!). La situación real, es muy triste. Ya sin actividad agrícola ni comercial alguna.
Tierra ya no queda, todo es selva. La frondosidad fue del pasado. El cabildo y el gobierno frenan todo proyecto y proceso, salvando sus poderes y sus privilegios, que solo consiguen exilios y víctimas. Las urbes multiplican y crecen en habitantes, procedentes del campo. Se sufre, y no hay retorno. Va en cabeza el egoísmo político, que abusa de una falsa democracia. Democracia que recuerda dictaduras. Ante este panorama el miedo y silencio de los medios de comunicación comprados, llaman la atención. Cada vez más, el campo se aleja. Ya sin actividad alguna (salvo la deportiva [futbolera y otras]). Se ve, un futuro sin solución (¡aunque las hay!, pero...). Todavía se pueden observar resquicios agrícolas y ganaderos del pasado. Se pierde arquitectura, arqueología, etnografía..., ¿con qué nos quedamos? Solo desarrollamos subdesarrollo. No ya estancados, sino retrocediendo o avanzando en la vorágine destructora de todo lo de ayer. Ya, ¡ni los cuervos se ven! Ya, todo campo es de fútbol, o no es campo. Lo nuestro es un descarado y evidente estancamiento económico, que perdura. No hay trabajo (aunque sí dónde y en qué trabajar). Lo que sí hay (tener, ser o estar), es un futuro muy incierto. Las montañas (y más), comidas por los pinos. La floresta a sus anchas, en plan salvaje. Todo  ha sido integratorismo, internacionalismo, globalismo..., y pérdida de lo doméstico, local, reducismo... Y no emergemos. Imposible sin empresas (las que no tenemos, ni hay). Nada producimos (¡cuando pudiéramos producir de todo-todo!). También tenemos deudas (¡en eso somos ricos!). No damos trabajo, ¿acaso educación, vivienda, sanidad...? ¡Cuando pudiéramos ser una potencia envidiada! Ricos también en flora autóctona (¿?). Ricos también en miseria, delincuencia, corruptelas... Otros árboles, que fueron fuente de riqueza, sustituidos por pinos, ¡lamentable e irracional, salvo intereses espurios! Riquezas de flora y fauna, venidas a nada. Nada se planea. Menos se proyecta. Malezas, que quemadas darían cabida a ganadería y agricultura, Pero, ¡quiá! Cultivamos tabaibas. Mucha vegetación inútil, muy ecológico todo. Ya sin productos tropicales propios...
El Padre Báez.
-------------------------------
“... espían al pobre, acecha como león en su guarida, acecha al desgraciado... se agacha y se encoge y con violencia cae sobre el indefenso...” (salmo 9B). / “... no hacen más que mentir... embusteros, con doblez de corazón... labios embusteros y lengua fanfarrona... para chupar como sanguijuelas...” (salmo 11). / “... ¿hasta cuándo...?..., ¿hasta cuándo...?..., ¿hasta cuándo...?..., ¿hasta cuándo...?...,” (salmo 12). / “... se han corrompido... se extravían... obstinados... malhechores, que devoran al pueblo...” (salmo 13). / “... un árbol plantado... no deja de dar fruto...” (Jr. 17, 7-8). / “... ¿cuál es su riqueza?... un trigo que desarrolla a los jóvenes... los aguaceros, da pan al hombre... los fetiches prometen en vano...” (Zc. 9, 1-10, 2).

No hay comentarios:

Publicar un comentario