martes, 24 de noviembre de 2015

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¿Acaso el cabildo matacabras va a reforestar todo el terreno cáprico?...
... invito a mis amigos y pacientes lectores, que sean tan amables, y cojan un mapa orográfico o físico de Gran Canarias y vean, vean la extensión o el mundo de las cabras guaniles, que en función de su reforestación y alimentación se mueven en un área que coge más de media isla, y compruébenlo con mapa en mano, que es imposible llenar de sabinas, cedros, cipreses y eucaliptos (estos últimos necesita aguas permanentes y si no la tienen la buscan a kilómetros de distancia secando cuanto remanente, manantial o fuente hayan),
que si ese objetivo -más costoso que ir los astronautas a Marte (usando helicópteros, por ser inaccesibles toda esa zona, salvo para montañeros y senderistas acostumbrados y no ese personal capitalino de enchufados y uniformados, que incapaces e imposibilitados físicamente al no haberlo aprendido en la infancia, ya que en sus vidas nunca han visto un pico o una azada con la que plantar algo, es decir ineptos, inválidos mentales, ignorantes y analfabetos en cuestiones del campo, y pretenden darnos lecciones y matar cabras para hacer algo totalmente ineficaz y absurdo, algo que debe estar y así lo creo, penado; y ello: por derroche, por codicia, por daño a los animales [que además tienen dueños], engañando a europa a la que he avisado, como habrán comprobado en carta que les adelanté a ustedes). No se puede plantar algo donde no haya cercanía de agua, donde el terreno no tenga materias orgánicas o humus, donde el clima no lo permita (¡cómo recuerdo que en Cazadores en un terreno no mayor que el de una habitación casera, pongamos que el recibidor o dormitorio, un sabio feligrés, analbafeto lugareño me dijo: “Padre Báez, ve usted ese trocito de tierra, pues mire de la mitad para allá, no pega nada y siendo la misma tierra, allí no, y aquí sí”. Le pregunté: “¿y eso?” Me respondió: “¡Por aquí pasa una corriente de aire que viene del barranco, y choca en aquel montón, e imposibilita aquí prenda algo!”. Según lo contado -y así vea los ojos de Dios- como que lo que les cuento es verdad, el cabildo sabio y experto que tenemos va a plantar toda esa parafernalia verde en un piso pétreo donde hasta los niños chicos de escuela del campo, saben ahí en piedra maciza, no pega nada. ¿No han visto ustedes -mis amigos- la necrópolis de Arteara?, ¿pega allí algo, entre piedras desprendidas de la montaña, donde todavía cabe alguna posibilidad, pero, ¡nada!? ¡Que no se enteran porque tienen “consejeros”, “sabios”, “ingenieros”, “peritos”, y “expertos”...!, pero, ¿no proviene morales del campo?
El Padre Báez, que no se va a cansar de dar más razones, pedir explicación y dimisiones.
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“... cuidado con que nadie os engañe...! (Jesucristo: Lc. 21, 5-11).

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