miércoles, 25 de noviembre de 2015

ellos



Si ellos estuvieran, el cabildo tabaibero y matacabras que tenemos...
... no harían lo que está haciendo. Me refiero sobretodo al gran Paco Díaz, periodista libre y autor del “Genocidio Canario”, director de su propio periódico y hombre cultísimo que le cantaba las cuarenta a todo el mundo con argumentos intumbables. Por otra parte, la muerte también de Antonio Cubillos, como que he perdido a un hermano y a un padre, y naturalmente, salvo las manifestaciones de apoyo, correos y palabras de muchos, de muchísimos, digo, a pesar de todo me siento solo en esta lucha, pero moriré en ella (deje o no huellas).
Y moriré gritando y con la cabeza alta. Porque digo y repito: ¡Qué pena se hayan muerto, los dos que me podían ayudar, y que por ningún lado veo quien les sustituyan (¡y lo necesito!)! Estos del cabildo tabaibero matando cabras... ¡Si los dos citados levantaran sus cabezas! Cómo  recuerdo a Cubillo, a quien traje al Club -entonces- de Prensa Canaria, para una charla y cuando le precedí en moto, al llegar al puerto de Agaete me dijo: “¡no he visto ni una cabra en este recorrido (desde Las Palmas de Gran Canaria a Agaete)!” le dije: “¡y si da la vuelta a la isla por el otro lado, tampoco!” Y es el caso, que el cabildo mata, a unas cabras con documento nacional de identidad singular; no te preserva la mejor cabra que haya en el mundo; cabras que forman parte de nuestro ancestral patrimonio; nuestra cultura no se entiende sin ellas; nuestra etnografía desaparecería a la par con ellas (las están matando); ya sin pastores, ahora a por las cabras..., y ello a pesar de tener una raza autóctona -que desaparecen-, de genealogía calificada de la mejor raza del mundo (¡y nos las mata el cabildo!). Cabras que llegaron a la par que los guanches, en siglos antes y después de Cristo, por tanto más de 2.000 años, cabras que traídas del norte de África de donde los propios cannariis, se han adaptado de tal forma y manera que se han transformado en unas cabras fuertes, superlecheras, grandes, resistentes a enfermedades, madres de hasta cinco baifos y seis en un parto cualquiera, y adquiriendo características de forma que las diferencian con creces de cualquieras otras de su misma familia de cuernos y ubres.  Raza única y excepcional, buscada por distintos continentes, ¡y el cabildo las mata! Surgió una nueva raza, y no la conservan estos depravados políticos, catetos y analfabetos (y no quiero ofender, sino decir la verdad). Y nada les importa al cabildo desparezcan o se extingan y nada hacen por salvar el endémico número de ejemplares que aún nos quedan, pero que van a matarlas. Y como no saben de genética, ¿qué les importa no preservarlas? Escaso medio centenar de guaniles, y ¡menos que serán! Las abaten a tiros, por los riscos. Están al acecho para terminar que un tesoro único de la naturaleza, y nadie aboga por su defensa, de ahí mi añorado y triste recuerdo de Paco Díaz, y Cubillos, que con sus ayudas, tal vez pudiéramos preservar sus supervivencias...
El Padre Báez, que se sabe en conciencia obligado en defender la que es una raza especial y la joya de nuestro patrimonio faunístico, tan distinta a toda otra cabra, que parecen incluso becerros, tan diferente es su genética respecto a las demás, que de entre todas, éstas son únicas. Y nos la mata el desgraciado cabildomatacabrastabaibero, a pesar de la distancia genética de hace 20 o más siglos cuando llegaron (y las llaman estos cínicos -perrunos-: “invasoras”). Y los guanches, ¿también fueron invasores, o repobladores? ¡Ah canallas!
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Ya tengo respuesta de la unión europea. Por la confidencialidad de la misma, permítanme no les pase su contenido, sino el comienzo de la misma, que empieza así;
Estimado Sr. Baez:
Le agradecemos que se haya puesto en contacto con nosotros.

Los datos...

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“... no se me vaya la lengua...” (salmo 38). /  “... miren al valiente... se insolentó en sus crímenes (matanzas)...” (salmo 51). / “... guían al pueblo, como a un rebaño...” (salmo 76)./ “... no hay rocas como las nuestras...” (1S. 2, 1-10). / “... los montes... encumbrados... protegen la vida... (de las cabras)... y las libran de los malvados...” (salmo 96). / (El cabildo): “... nuestros planes, no son los de ustedes...” (Is, 55, 8-9). / “... muchos los seguirán en sus libertinajes... llevados por la codicia... con discursos artificiosos...” (1 Pe. 2, 1-9). / “... cuidado... se acercan con piel de ovejas, pero por dentro son lobos...” (Jesucristo: Mt.  7, 15 24, 11. 24).

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