miradas

Miradas tabaiberas (o tabaiberiles)...

... desapareció la euforia, también la alegría. Tierra fuimos de: exilio, de castigo, confinamiento, destierro, expatriación, etc., (Pildain, Unamuno, Echarren...). Sin desarrollo, seguimos siendo igual: tierra de castigo. El paro crece. Nada se hace para salir de esta situación. La única salida es la emigración (o volver atrás). Sin producción agrícola, sin la ganadera, ¿a dónde vamos?, ¿posible algún comercio? Nuestra tierra, entregada al senderismo de unos pocos; los más, los campesinos han sido expulsados (les han robado sus propiedades).

Pasamos por mal momento, y peores vendrán. Sin ajustes, seguiremos en esa dirección, sin recuperación posible. En la periferia del desarrollo, Somos absorbidos por una economía mundial o globalizadora que nos frena y paraliza. Y cuales mendicantes, nos asisten, caídos como estamos en el subdesarrollo, de donde no emergemos. Entre selvas de pinos y retamas, tabaibas y tajinastes, se nos esconden y pierden (desaparecen): barrios, poblaciones, lugares, casas, etc. Todo deshabitado, solitario. Nadie trabaja; está perseguido. Sin población campesina, imposible cualquiera actividad o desarrollo. El cabildo ha castigado al campo: ha desaparecido la agricultura y el pastoreo (o ganadería): sin cultivo en las llanuras, tampoco el pasto en los montes, ¡nada! Todo de retamas y otras malezas (o “basuras”, así llamadas por los ex campesinos). No se siembra, no se planta. No hay cosechas, tampoco ganadería. Grandes extensiones en otros tiempos plantadas y con animales. Todo emboscado y bosques. Todo sembrado de muerte. ¿Industria?, ¿de qué? Barrancos sin agua (por culpa de los pinos). Así todo, ¿cómo salir de la pobreza (la misma que se agudiza)?  La isla toda, se va convirtiendo -poco a poco- en el cortijo del cabildo, donde cada vez más, hay menos población. Las hierbas y maleza cubren y desaparecen los caminos. Y donde antes millo y papas, ahora zarzas, cañas... ¡y tabaibas!...

El Padre Báez.

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“... opresión... perseguidores... la justicia está lejos...” (salmo 118), / “... no trabaja... no hace nada...” (2Ts. 3, 10b-13). / “... que nuestro trabajo comience...” (de la oración de Laudes del lunes I). / “...trabajemos de tal forma que cooperemos... vivamos en medio de nuestros trabajos...” (de la oración de Tercia del lunes I). / “... sembrados... tareas... salario a los trabajadores...” (de la oración de Sexta del lunes I). / “... se repartieron mi tierra... fundieron los arados... y las podaderas... manos a la hoz... esto será un desierto... se volverá árida la tierra...” (Joel, 4, 1-3, 9-21). / “... en el tiempo presente, se asemejan en esa conducta... nos han transformado... pasamos a malas acciones...” (del tratado de san Fulgencio de Ruspe, obispo, sobre el perdón de los pecados).