miércoles, 9 de marzo de 2016

recomendación

La recomendación que no faltaba...
.. tanto al irse el padre a trabajar, como la madre a algún menester (visita, compra, capital, médico, etc.) era siempre la misma, y nunca faltaba; tan prioritario o primera (importante) era que era cual mantra, repetición e insistencia, pues de ella dependía mucho y sobretodo en la mesa la comida, que desde escaldada, con arroz, con café, con gofio, con..., ¡todo!; leche y queso era indispensable en toda mesa y en cada comida, de ahí el que te lo recordaran siempre, por aquello de la edad del juego y del despiste y porque desde pequeños se nos educaba en la obligación de contribuir al bien familiar, que éstos -repito- al salir e ir a donde fuera (¡incluso la madre a lavar la ropa al barranco!), siempre te decían y te lo recalcaban: “¡échale de comer a las cabras!”, y fiel que lo cumplíamos; y de no, el enfado consiguiente paterno, que a tal fin ponía el grito en los cielos, culpando en ello a la esposa y madre, que como hemos visto, también delegaba en los hijos.
Y tal era así la cosa, que cualquier chiquillo, andaba con cesta y jose (hoz) en las manos buscando y rebuscando donde coger un puño para la cabra, porque entonces sucedía lo que me dijo un taxista camino al aeropuerto, en una de mis intervenciones en la 3 -me parece-, que me dijo: “¡entonces no había hierba para tantas cabras; ahora, no hay cabras para tanta hierba!”
El Padre Báez, en ese constante ir y venir de atrás en el tiempo al presente, contando lo que formó y conformó nuestra bella Historia, ahora con capítulos de muerte, por parte de quien no valora las fuentes del pasado, que nos traen las aguas de ahora, y las matan, cual borrando nuestra propia identidad y recorrido por la vida, siempre acompañados de las cabras.
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Nota: Mis amigos, se habrán dado cuenta, que últimamente, les estoy entreteniendo con estos contenidos un tanto bucólicos, como nostálgicos del pasado caprino de uno, pero conste: no he tirado la toalla, ni he cejado en la mayor (Europa); pasa, que por otro lado sigo en ese plan, que no he de desvelar; mientras, permítanme continúe una temporadita más, en estas vaguedades o divagaciones, y como dice el refrán: aunque voy y vengo, no se me olvida, lo que en el fuego tengo.
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“... ¿Adónde irán, adónde escaparán?... las alcanzan...” (salmo 138).
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Y los amigos -como siempre-, apoyando; he ahí un par de ejemplos:
-         Campaña que le honra... a ver si termina positivamente, con todas sus estupendas cualidades, a la tan necesaria y URGENTE  defensa de las cabras, amenazadas de muerte. Un abrazo (J.A.S.).

-         ¡Buenos días, Padre Báez! Conment ça va? A usted se le ha pasado el tema de las concesiones de rehabilitación, sobre todo a San Juan de Dios -que llevaba años realizándola-  y este nuevo "Gobiernecito" Regional no se la renovó; lo mismo que a las anteriores adjudicatarias del servicio en Telde. Cuando el asunto estuvo en el candelero, el Padre Báez estaba en la majada, o en algún otero vigilando las andanzas de los tiradores de élite de Morales (que por cierto, me entero en su blog,  que los contratan los otros Cabildos). Seguro que la prensa no llega por esos andurriales y no lo leyó. Decían los "regionalistas-nacionaleros" que teniendo la Administración más cerca estaríamos mejor; antes a 2.000 kms, mal; ahora a 60 millas ¡guay!, wai del para-wai. Saludos de A. y de servidor, of course (J.S.).

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