Belenes

Belenes sin cabras...

... a esto estamos advocados, si las desaparece el cabildo; será un anacronismo ponerlas en nuestros belenes, ya sean en templos, plazas, centros comerciales, instituciones, casas familiares, etc., porque Belén sin cabras por las montañas, como coches sin ruedas por las carreteras; ¡eso no anda!

Y, si acabamos con las cabras -y en ello está empeñado el cabildo- , cuando nuestros niños las vean en barro, se preguntarán: “y esos, ¿qué animales son?” Y no es esta la primera consecuencia al exterminar la acabaña cáprica, que en ello se nos va la Historia, la tradición, la etnografía, la economía, la alimentación, el turismo, el paisaje, el vocabulario, etc., etc., frases y canciones, decires y cuentos, y es mucho lo que mata el cabildo matando las cabras, no solo las cabras, y todo ello, teniendo en el 99,99 % de la población en contra, y solo un 00,01 % que nos gobiernan con sus secuaces y aduladores, que hacen lo que les viene en gana, con tal de engañar a europa y robarles algunos miles de euros, y ello cuando todos los euros del mundo no valen lo que una sola cabra nuestra.

El Padre Báez, que lucha por la pervivencia de la cabra en la isla lo que el género humano dure en ella, pues juntos entramos, juntos seguimos -aunque a menos- y juntos debemos seguir (y a tal fin, habrá que potenciar la cría y defensa de la cabra), que encima tenemos la mejor ejemplar de su especie en el mundo, ¡y nos las mata el cabildo! A otros, por menos, el pueblo los ha obligado a dimitir; al menos, que no repitan y se pueda volver a lo que siempre fue y hubo: cabras libres, y no engañen a Europa.

-------------------------------------

“... escapan al monte... porque las disparan...” (salmo 10).

-------------------------------------

Declaración Universal
de los Derechos de los Animales

Considerando que todo animal posee derechos y que el desconocimiento y desprecio de dichos derechos han conducido y siguen conduciendo al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y los animales, se proclama lo siguiente:

Artículo No. 9
Cuando un animal es criado para la alimentación debe ser nutrido, instalado y transportado, así como sacrificado, sin que ello resulte para él motivo de ansiedad o dolor.

Prima siempre el buen trato y cuidado del animal, tanto sea de cría como para carne y por tanto para el consumo. Siempre el buen atendimiento, y en ello en esa triple consideración: 1, ha de estar bien alimentado (aquí nos prohíben el ganado ande suelto y se alimente de lo que da en abundancia la tierra, y tiene que yantar comidas de fuera, que por eso mismo es dañina, las enferman y hasta matan). 2, la instalación, ya sea corral, cuadra, alpendre, o donde se le tenga, tenga las condiciones de comodidad y de bienestar, para que el animal no sufra, y 3, en el caso de transportarlo de un lugar a otro, sea la razón que sean, no vaya en un medio que le haga sufrir, sino de forma cómoda y placentera. Lo importante es, no infringir al animal sufrimiento o como dice el artículo que comentamos, no crearle ansiedad, susto o miedo al animal. Todo esto se lo carga y borra el cabildo, que soluciona el problema a tiro limpio, y ello engañando a Europa con una plantación -como tantas- que luego se seca y solo quedan las señales de los hoyos, porque tal y como está toda la isla y por todas partes, es un solo coger dinero a Europa so pretexto de recuperar algo que se daba en otras épocas de lluvia, pero al presente, con el cambio climático, si quieren árboles en el Macizo del Noroeste, que los pongan de plástico, porque de los otros, no se los comen las cabras, se los come el sol.