domingo, 20 de marzo de 2016

Caprio

Di Caprio (De Cabra)...
... me refiero a un tal Leonardo, que ganó una estatuilla como mejor actor. Y digo yo, que si por su apellido, que como se sabe eso marca, pues nunca olvidaré a aquel muchacho, que le decían el nombre cual apodo o insulto, y que él disimulaba, pues no recuerdo si con “Mito” o “Melo”, por lo de su diminutivo, y que guardaba muy bien su verdadero nombre, y mucho celo de desvelarlo, cuando se le requería con el: y tú, ¿cómo te llamas?, pues de darlo completo, pues le humillaba y hasta lo acomplejó, ya que a sus padres no se les ocurrió otro nombre de santo, sino ponerlo como sus predecesores, que se llamaban Bartolos (Bartolomés), que el de este de hoy, llamándose Di Caprio (De Cabra), como sus homóninas, dio el salto al cine llegando a estas cotas de éxito y popularidad, ya que, lo denominan el mejor actor, a pesar de apellidarse “De Cabra”.
Y es que eso, crea carácter, da impulso, se alza, salta, etc., como una cabra, que sube alto, a lo más alto de las cumbres y riscos, y de la que lleva apellido, sin disimularlo u ocultarlo, como el antes citado jovencito. Que el de películas, y gracias a su apellido -repito-, nada de Leo, ni Leonardo, o Nardo, o algo parecido, sino “De Cabra”, y que no hace referencia a su ciudad natal, como sería el caso de ser cordobés, donde cerca de Lucena, está la ciudad de “Cabra”. Cabra, ciudad de Córdoba en Andalucía. Que el italiano -supongo-, que en esto de los repartos de premios por lo que llaman el séptimo arte -me parece-, andaba de por medio “Chivo”, que nuevamente hace referencia al mundo cáprico o caprino, y es que éstas que mata el cabildo de aquí (bueno, fuera de aquí no hay cabildos, salvo en las otras islas tabaiberas), ya vemos cómo se cuela entre las estrellas, que llaman del celuloide. El Di Caprio, cuando recogió su Oscar, en su discurso, se refirió al cambio climático, y a ver si en el cabido matacabras se entera, que éste impedirá el Macizo del Noroeste se vuelva a convertir en bosque, algo así como si las estériles parieran, que el de apellido tan original (aquí los tenemos parecidos: Cabreras, Cabrones, Cabritos, etc.), además de ser el mejor actor, nos dice, que ya nada volverá a ser como fue, así que se bajen y dejen de plantar nada tan alto y subiendo en helicópteros, que es una tomadura de pelo a Europa, a la que engañan estos listos matacabras.
El Padre Báez, que como ven, recuerda que aunque aquí, el cabildo las mata, en escenarios de premios, las cabras, en apellidos de un actor, se pasean entre los Óscares, con premios de estatuillas de oro. Todo un estímulo, por si estos descerebrados del cabildo -imposible por la condición de “sin cerebros”- dieran marcha atrás, y dejaran de matarlas, aunque para ello tengan que renunciar a las prebendas que les mandaría Europa a la que engañan, y a la que aguardo poder demostrarle, que: todo dinero entregado al cabildo es dinero tirado y que nunca cumple con el fin para el que es solicitado. Ya es hora, Europa les cierre el grifo, con lo que si pierde el cabildo, ganamos todos nosotros, ¡y se salvan las cabras!
---------------------------------
“... tienen boca, y no hablan; tienen orejas, y no oyen...” (salmo 113 B). / “...engaño en sus bocas...” (1P 2, 21b-24). / “... peste que se desliza...” (salmo 90).
--------------------------------
Germán Ramos Ramos Voluntarios para formar el Comité de Bienvenida (a los matadores de cabra, que reanudarán la matanza el día 2 de abril [hay que impedirlo del todo todas]). El Padre Báez se apuntó el primero, por supuesto cuenten conmigo, ya somos dos... ¿quién más se apunta?

No hay comentarios:

Publicar un comentario