miércoles, 9 de marzo de 2016

extinción

La cabra en peligro de extinción...
... ahora, las que son endémicas son ellas: las cabras. Están a punto de acabar con ellas; ¡ese es el plan! Tal vez, si el cabildo supiera esto -que las cabras se extinguen (ellos las matan)- sabiendo son endémicas, como las plantas que no lo son, porque sencillamente, no existen, con un poco de suerte iba y las salvaba como a esas falsas e inexistentes plantas por las que las matan. Pero, ¿no se dan cuenta que endémicas son ya y ahora las pocas cabras que nos van quedando?
¿Por qué no una campaña -por ellos mismos- para salvarlas, arrancando cuanto árbol moleste su expansión y correcta alimentación? ¿No es, acaso justo lo contrario a lo que pretenden lo que debieran hacer? Cabras entonces, en otros tiempos donde nadie carecía de al menos una por familia; pero ahora, ¿a cuánto tocamos por partecita de una cabra? ¿Acaso se va a entender el Gran Tabaibal (antes Gran Canaria), sin las cabras? ¿No son inherentes al lugar? ¿Cabe desaparezcan las cabras y no unos pájaros grises -y que ellos dicen azules- llamados pinzones y que nadie ha visto (que si existieron, se los comieron los gatos -estos sí- asilvestrados)? ¿Salvan lo que no existe, y lo que existe lo eliminan?, pero ¿en qué cabezas de chorlitos -así nos lo decían en las escuelas de mi infancia- cabe tal decisión, macabra de menos cabras?
El Padre Báez, que sigue en su asombro por una decisión que acaba con la endémica cabra, sin defensa por parte de quienes defienden hasta lo que no existe (ejemplo: sabinas, cedros, pinos, etc., en el Macizo del Noroeste, justo por donde pastan y pacen las cabras). ¿No va siendo ya el momento de iniciar una campaña en defensa -por endémicas- de las cabras, las mejores y únicas en el mundo?
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“... salvación... defensa... restaurar... desoladas... pastarán...” (Is. 49, 8.15). / “... a buscar la cabra que se ha perdido... han caído en manos de ladrones... cabras que andan por montes y collados... amenazas de malas maneras...” (de las cartas de san Máximo Confesor, abad). / “... brote la justicia... no callaré...” (Is. 61, 10-62,5). / “... discursean... insolentes... se jactan... trituran... oprimen... asesinan... degüellan... necios... ignorantes... de pensamientos insustanciales... perversos... malhechores... atentan... condenan... inicuos...” (salmo 93).

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