y qué...

¡Y qué brutitas son, Dios mío (con perdón)!...

... que en su día, les puse tres cacharros (a mis tres gallinas), con su saco doblado dentro, con una piedra delante para que no se salieran los huevos, y todo ello previo a poner, pues se las veía venir, de tal modo que para ahorrar espacio, dos en el suelo, y uno encima entre ambos, y la verdad, que la monada quedaba hasta bonita, pero he aquí mi sorpresa, que las tres han optado por el mismo cacharro, y hasta dos gallinas al mismo tiempo en el mismo cacharro o nidal, y los otros dos libres, y tanto que opté por retirar el del centro y en lo alto, por si se diversificaban y elegían uno u otro, pues mi sueño en un pozo, porque siguen las tres en el mismo, por turno o a dúo, y esto -pasando el tiempo- me llevó a retirar también el segundo cacharro, el del suelo junto al primero, pues total, ¿para qué si no lo usaban, y era un estorbo y resto de espacio?

Que pensando al ir a Madrid, por una semana  (a la Escuela de la Caridad), y que al volver estaría el cacharro con 24 huevos, le volví a poner el segundo cacharro, ¡y naranjas de la China, que no!, que un cacharro -el segundo- completamente vacío, y el otro con huevos entongados y saliéndose del mismo. Así son de morrúas y tercas; y me hacen recordar al cabildo, que en su decisión de matar a nuestras ricas -que no pobres- cabras, no dan el brazo a torcer, y siguen con lo prometido: traer de anda-Lucía a heridores -pues no las matan- de cabras, que sufren maltrato penado por ley, pero que se lo saltan, hasta que mueren dependiendo el aguante y de la gravedad por la zona del tiro.

Pues, lo dicho: sobre mi gallinero y sus lecciones. Hoy, la terquedad de mis tres gallinas, similar a la del cabildo, que aunque racional, se portan como mis gallinas, pero sin poner huevos, sino multas a todo aquel que toque la tierra o tenga un animal no reglado, según normativa europea de la que se fueron los inteligentísimos ingleses, y que por desgracia y para desgracia nuestra no les imitamos.

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Nota importantísima: ya les he dicho, que pasadas las vacaciones, me ocuparé del escrito chapuza que el miedoambiente del cabildo le mandó a Don Pedro Toledo, donde se reiteran una y muchas veces más, a que van a matarlas (a las cabras libres) a tiro, y ello sin otra consideración, sino repetir una y otra vez, las van a matar. Esto, que no se olvide, por si lo podemos evitar, con algún tipo de manifestación o algo afín que espero ideas, pero hay que evitar maten nuestras cabras, ¡ni una más! ¡Ya está bien, hombre! ¡Basta de matanza de cabras, y maten culebras, coño!

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Del mismo Don Pedro Toledo -entre otros- recibo el presente correo, no falto de humor y de verdades:

Padre Báez: buenas tardes. Deseando se encuentre bien le agradezco sus buenas intenciones y palabras hacia mi escrito. Me hace reír el conflicto existencial de sus ya famosas tres gallinas, póngalas bajo recaudo, no vaya a suceder que el Cabildo mande un grupo de títeres del Seprona y se las envenene (lo de títeres lo digo porque estos supuestos protectores de la flora y fauna de nuestra isla se dejaron utilizar como simples guardias de seguridad de los criminales de nuestras cabras traídos de Andalucía).

Me gustaría si usted no ve inconveniente que añada en sus correos al de una gran persona y amigo que se llama J(...), está interesado en nuestra lucha a favor de las cabras: j(...)@hotmail.es

Un abrazo y gracias.

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“... no estoy yo solo...” (del himno de Vísperas de hoy). / “... que rijan al pueblo con justicia...” (salmo 71). / “... se encolerizaron las gentes... porque arruinaron la tierra...” (Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a). / “... nuestra suerte está en sus manos... no vacilaré...” (salmo 15). / “... me consagre totalmente a ello...” (1Ts 5, 23).