y hablando...

Y hablando de un canto, según terminábamos el anterior...

... comentario, hay una bonita canción (“El Polvorete”), que cantan distintos cantores, entre ellos  Vicente Fernández, y que propia del colombiano Lizandro  Meza, se las canta en comilonas, fiestas,  y si hay algo de vino de por medio, y llena de picardía, es canción que dice así:

Quien pudiera tener la dicha que tiene el gallo,
racatapúm chinchín, el gallo sube,
echa su polvorete, racatapum chinchín
y él se sacude.

Quien pudiera tener la dicha que tiene el gallo,
racatapúm chinchín, el gallo sube,
echa su polvorete, racatapum chinchín
y él se sacude.

Ya verás paloma,
que no hay gavilán, que a ti te coma,
que no hay gavilán, que a ti te coma,
que no hay gavilán, que a ti te coma.

Ya verás paloma,
que no hay gavilán, que a ti te coma,
que no hay gavilán, que a ti te coma,
que no hay gavilán, que a ti te coma.

Canción con y en  alto contenido erótico-sexual, que ora vez inspirada en la vida íntima e interior de los gallineros, y que llena de humor y alegría, hace las delicias de quienes la oyen, cantan y bailan y que se fija en la suerte del gallo, en operación que dura tan poco, y que es envidia de tantos que teniendo “palomas” delante, pasan por ser -como el gallo-, caballeros, y se controlan; que para otros es propia de putisclubs, lugares de citas, mujeres de vida alegre o mujeres usadas; canción que resuma machismo, y ahí está, para quienes quieran cantarla y disfrutarla, ciertamente con aire mejicano, es un lujazo, muy alegre y propia para ser bailada, y palmeada, al tiempo que repetida cuantas veces se desee.

El Padre Báez, que también ha cantado en reuniones diversas, esta bonita canción, quedándome sin más -como no podía ser menos- en la simpatía de la misma. Que también las cabras -para no olvidarlas- también tiene sus canciones, pero quedémonos con ésta, sin olvidar a aquellas.

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Dado el interés de la pregunta que me hace A. L., le voy a dar respuesta pública, por el bien que pudiera hacer:

Hola Padre Báez: una vez dijo en su programa que al igual que los musulmanes los católicos oran cinco veces al día, yo la verdad desconocía esto, ¿me podía decir en que horario se hacen las oraciones y que oración oran?, que tenga usted un buen día.

Respuesta: Dado que el islam aparece entre los siglos VII al VIII, y Mahoma se inspira en el judaísmo y en el cristianismo y lo adapta al mundo del desierto, recoge esa síntesis y en ella usos y costumbres. Desde la tradición más antigua, la oración es la relación (orar es dialogar con Dios) con Dios, y el pueblo lo hizo siempre en la horas puntas o momentos más importantes del día, y así fue tomando cuerpo, y se hacía la primera antes de amanecer el día, Maitines entonces, y Oración de la mañana ahora, con salmos y lecturas; la segunda son los Laudes o alabanzas, y éstas al comienzo del día, con más salmos, lectura, preces, benedictus, etc., y demás; el tercer momento es la Hora intermedia (antes a las 9,00 a las 12,00 y a las 15,00 [sexta, tercia y nona]) ahora para los de vida activa reducida a una de las tres, según cercanía del momento; los de vida de clausura, las hacen en cada su momento), con más salmos y lecturas; luego por la tarde, a la caída del día toca Vísperas, con más salmos, lecturas, preces, Magníficat, etc., y para concluir el día, ya antes de irse uno a dormir, las Completas, con salmo, revisión del día, etc. A tal fin, tenemos los distintos Breviarios o libros conteniendo -en cuatro tomos- las dichas oraciones (se venden en Librerías religiosas). El uso más frecuente es que lo hagan los clérigos, religiosos en general (pero no es privativo ni en exclusiva para ellos, sino para todo cristiano), y cada vez son más los laicos o seglares los que siguen este mismo ritmo de oración, la oración de la Iglesia, en la que se inspiró Mahoma y lo impuso como regla propia para sus seguidores, y que viene del cristianismo. Espero satisfacerle A. L. Con un cordial saludo.

Nota: Precisamente, las citas que acompañan mis comentarios diarios, mañana y tarde/noche son extraídas de dichos rezos.

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“... explotan, derraman sangre, roban...” (Jr  7, 1-11). / “... no quiero censurarlos con mayor aspereza...” (de las homilías de san Juan Crisóstomo, obispo, sobre la segunda carta a los Corintios). / “... ¿sangre de cabritos?... ¿y me voy a callar?... los acusaré, se lo echaré en cara...” (salmo 49). / “... cabalga por la verdad y la justicia...” (salmo 44). / “... lo que es justo, tenedlo en cuenta...” (Flp 4, 8-9b).