“El
pueblo debe tomar la calle” (I. S.
L.)
De entre los muchísimos comentarios al escrito de anoche
del abogado Don Juan Francisco Ramírez, “Les
informo, mis amigos...”, destaco el de Isidro Santana León, que dice, y
hago mío o propio como el del letrado:
Padre Báez:
Estando totalmente de acuerdo con lo que explica el estimado abogado, quisiera
aportar que ningún político de esta democracia postiza está al servicio del
pueblo, sino que se han convertido en simples oficinistas de los poderes
fácticos: multinacionales, bancos, constructoras e intereses de amigotes. El
pueblo no está en una democracia, solo le permiten votar para legitimar sus
tropelías, pero no tiene incidencia ni participación directa en lo que la
mayoría quiere o necesita. Por esto y por múltiples motivos más, el pueblo debe
tomar la calle y no las urnas. Ésa es la democracia que significa que el poder
emana del pueblo y no de los mangantes que se elijen. Isidro Santana
León.
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Como bien saben el
trasfondo de cuanto antecede, tiene como objetivo inmediato, el evitar el
magnicidio arborístico que el cabildo pretende hacer en Veneguera, en la que
mejor era el cemento que la resina y basuras que van a poner si se lo
permitimos, y de ahí de nuevo el viejo grito de: ¡SALVAR VENEGUERA!, que como
bien dice Isidro: “... el pueblo debe tomar la
calle...” Y, a ello tenemos que volver. Estoy en la llamada, pero antes
en que el pueblo tome conciencia de la maldad que pretende el cabildo: donde se
dan las mejores frutas tropicales (mangos, aguacates, papayos, etc.) y otras, el
cabildo quiere plantar lo que no da absolutamente nada, con el engaño de la
pluviosidad, humedad, freático, níveo, correntías, barranqueras, charcos,
presas, fuentes, frescuras, etc., haciéndonos creer que plantando esos árboles
malos, íbamos a tener agua a ríos, propio de sueños del Quijote -locos como
cabras-, a las mismas que mata el cabildo en la zona, para plantar pinos y otras
especies dañinas. 350.000 personas, igual número de pinos y otras basuras que
quiere plantar el cabildo en Veneguera, debieran ser las personas que nos
manifestemos en contra de esa decisión: una por cada árbol, pidiendo el cambio
por árboles frutales o dejen las cosas como están, que los que vengan detrás,
sabrán qué hacer: tierras de zafras, de tomates, de plataneras, de frutales,
etc., que no, no nos las desgracien. ¡Y se muden ya! Espero 350.000
manifestantes, a ver si nos vamos numerando, para luego
salir.
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“... a ver si
escuchan y cambian del mal que piensan hacernos...”
(Jr 26,1-9). / “... preocúpate de que se conserve la
concordia, que es lo mejor que puede existir... somete a los más perniciosos...
no te amedrentes... se dan aires de hombres dignos y de todo crédito y hacen
cosas extrañas... mantente firme como un yunque... mantente firme...”
(de la carta de san Ignacio de Antioquía,
obispo y mártir, a san Policarpo de Esmirna). / “... combate el buen combate...”
(1Tim 6, 11-12) / “... lo que digáis sea bueno, constructivo, oportuno...”
(Ef. 4, 28-32). / “... apárteme del camino falso, escoja el
camino verdadero...” (salmo 118). / “... no me desvíe... camine en la verdad...
gente falsa, mentirosa, banda de malhechores, impíos, sanguinarios, infames,
sobornadores...” (salmo 25). / “... malvados, malhechores, malos...”
(salmo 27). / “...obran por ostentación, considerándose
superiores a los demás, encerrados en sus propios intereses, y buscando sus
propios intereses, no el de los demás...” (Flp 2, 2b-4). / “...
que se vistan de comprensión...” (Col 3, 12-13). / “... no cejemos en nuestro esfuerzo...”
(del canario san Agustín,
obispo, en uno de sus sermones).
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Nota.- dada la trascendencia de este comentario, para no
distraer, dejamos para la noche el diario sobre cabras y gallinas.
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