Les informo, mis amigos...
... dado que tengo en mis contactos la inmensa mayoría
de los distintos medios de comunicación (radio, televisión y prensa escrita) más
otros medios como este de internet y demás, aparte los nombres propios de
infinidad de personas (muchos de ellos reenvían mis correos a los suyos, con lo
que se multiplica cada comentario de un servidor en varios millones, a pesar de
su sencillez), el mensaje que estoy enviando de SALVAR VENEGUERA, está
teniendo una respuesta masiva y tan numerosa que me es imposible leerla toda por
falta material de tiempo, dado que en apoyo a esta idea de SALVAR VENEGUERA, se apuntan
todos (o casi todos) pasan de mil las respuestas apoyando esta idea y dando
diversos modos de actuar, pero entre todas, ninguna como la del amigo y abogado
Don Juan Francisco Ramírez, que lo justifica con
razonamiento y exposición como ninguno, y si no léanlo (ya ve que esta noche les
libreo de mi comentario diario nocturno, para darle prioridad al comentario del
citado letrado, gran contertulio y defensor del derecho, de la ley, de la
democracia, etc.:
Don Fernando (Padre Báez);
¿Vivimos en una democracia plena? Esta es una buen pregunta, que, cada cual
deberá plantearse; pues, desde un punto de vista político y social, en un
sistema auténticamente democrático, los ciudadanos no tendríamos que vernos
obligados a reclamar, periódicamente, a los representantes políticos que hagan
una u otra cosa; en un sistema democrático de verdad, los representantes
políticos estarían al servicio de sus conciudadanos; por lo tanto, no haría
falta estar exigiéndoles o rogándoles que no postulasen leyes contra los
intereses de los representados, y menos aún contraria a sus costumbres, es
decir, los políticos en democracia, se deben de manera exclusiva y excluyente al
conjunto de los intereses generales del pueblo.
Mencionar, a título de
ejemplo, unos cuantos supuestos, en los cuales los ciudadanos no tendrían que
estarles pidiendo, periódicamente, a sus representantes políticos una u otra
cosa; es decir, caso de funcionar, la clase política, en forma plenamente
democrática. Citar sin ánimo de exhaustividad, los siguientes supuestos:
a) No habría que
pedirles, que derogasen una Ley del Suelo que el pueblo rechaza pública y
abiertamente;
b) No tendrían, los
ciudadanos, que pedir que no maten a las cabras;
c) No tendrían que
pedírseles, que no privaticen la sanidad pública;
d) No tendrían que
pedírseles, que se invirtiese en educación pública;
e) No tendrían que
pedírseles, que sea derogada la reforma laboral
impuesta;
f) No tendrían que
pedírseles, no atentar contra el patrimonio natural;
g) No tendrían que
pedírseles, ¡SALVAR
VENEGUERA!
h)
Etc..
En conclusión; un pueblo en
que su clase política respetase, de mutuo propio, la voluntad popular, es decir,
la democracia en su más amplio sentido; en tal caso, sus conciudadanos no
tendrían que estar reivindicando ser oídos, pues sus representantes políticos,
estarían al servicio de sus conciudadanos en general, y, nunca en favor de una u
otra clase en particular, con independencia de las cuestiones del dinero; en un
sistema democrático que se precie de tal, prima la voluntad popular por encima
de cualesquiera otros intereses por más rentables que aquellos pudiesen
resultar. Quizás, algunos, me tilden de idealista; tal cosa, me parecería un
título de enorme valía en la sociedad de hoy día. Estimado don Fernando (Padre
Báez), me congratula ser un seguidor de sus postulados; por más que de "Quijote"
u orate pudieran tratar, pues los más claros avances acaecidos en el devenir de
la humanidad, han sido protagonizados por seres que, en su momento, sus
congéneres trataron de ilusos seguidores en pos de quiméricos sueños, luego, más
tarde, configurarían realidades aceptadas por todos. Recordemos; algunos de los
reconocidos, hoy genios, antes locos; sin agotar la larga lista: Galileo Galilei
(1564-1642) "Eppur si muove" (y sin embargo se mueve); un innovador y
padre de la energía libre, NiKola Tesla (1856-1943); o el descubridor de la
teoría de la relatividad, Albert Einstein (1879-1955). Todos ellos; considerados
locos en su día, por parte de los dogmáticos; luego serían reconocidos
genios.
Finalmente; en referencia a las normas legales que rigen
la vida en sociedad; conviene hacer mención en razón a lo expresado en las
líneas precedentes, a lo expresado por un gran pensador del s. XVIII;
entresacando del legado de su obra, la siguiente frase: "La soberanía no puede ser representada por la misma
razón de ser inalienable; consiste esencialmente en la voluntad general, y a la
voluntad no se la representa; ...Toda ley que el pueblo en persona no ratifica
es nula" (Jean Jacques ROUSSEAU, "El Contrato Social", SARPE, Madrid, 1983 -
Pág. 147).
------------------------------------------------
“... mira que
estamos alerta...” (del himno de Vísperas de hoy).
/ “... ¿qué ganan con tanta muerte?...”
(salmo 29). / “... le apuntamos el delito...”
(salmo 31). / “... se han encolerizado la gente... y ya es
tiempo de que sean juzgados... porque es que han arruinado la tierra... los
acuso...” (Ap. 11, 17-18; 12, 10b-12a).
/ “... y así, alcanzaremos la meta...”
(1P 1, 6-9). / “... derriba del trono a los poderosos...”
(la Virgen María, en el Magníficat).
/ “... me consagraré a ello, en espíritu, en
alma y cuerpo hasta conseguirlo...” (1Ts 5,
23).
No hay comentarios:
Publicar un comentario