miércoles, 27 de julio de 2016

los canarios...

“Los canarios estamos como el pollo...
... dentro del huevo”, que... esto dijo en su homilía en la fiesta de Santiago en Tunte el predicador y presidente de la Eucaristía, hijo del pueblo Don Vicente Santana Quintana, delante de una tercera parte de la feligresía compuesta por gentes de ajuntas y mientos, que con muy poca fe o ninguna, y demás autoridades civiles y militares (1),
que dejando las otras dos partes del templo para la clase media, los más pobres del lugar en sus casas, asomados a las ventanas padres, abuelos, hijos y nietos, sin pisar la Iglesia viendo pasar el desfile o cortejo con doble banda de música y una parafernalia terrible, donde los marginados quedan en sus casas y barrios y así de Arteara de donde mis raíces no vi absolutamente a nadie, ni siquiera a amigos que previamente visité, de esos lugares del lugar, nadie, salvo en la calle algunos ante ventorrillos o puestos de cervezas, donde me invitaban ya borrachos, que..., vuelvo a la homilía gallinácea por aquello del huevo que el pollito dentro lo pica y duda si salir o quedarse dentro del mismo. Pues hermoso retrato, para más de cuatro que si salen andan mudos y por no decir, ni siquiera por venir de donde vienen no dicen ni pío. Triste comparación de alguien que por miedo o cobardía deja de hablar. Curioso, que a un servidor, alguien -otro cura- le dijera: “¡Bien, Fernandillo, estás haciendo de profeta!” Y es lo de la lectura del día: “¡creí, por eso hablé!”. Tal vez al faltar la fe, la causa de tanto silencio, ante un cabildo que atropella la tierra, maldiciéndola de pinos cuando debe plantar árboles que no son de comida, y encima nos quieren convencer hacen algo positivo y de cara a la energía. Encima, nos toman el pelo; y, ¿callamos? Lo del pollo en el huevo (algunos ni se atreven a salir).
El Padre Báez, que salido del huevo, pía y patalea, y desde aquí les reivindico, convoco y pido hagamos piña, para de nuevo salvar a Veneguera de esa maldición de 300.000 pinos, y otras basuras. Ya nos matan las cabra, ahora la tierra, ¿con qué nos quedamos? De donde los mejores: mangos, naranjas, papayos, aguacates, plátanos, etc.,  que son los de Veneguera, en otros tiempos de allí los mejores tomates, ahora pinos, y otras plantas estériles. ¡Este cabildo!..., ya lo dijo una señora de 80 años, con referencia a uno de ellos: “¡es un penco!”
Nota (1). Éstos son los que echan del templo a los sencillos, encima ocupando los laterales del crucero, delante del cuerpo de la Iglesia, sin santiguarse, charlando y sin comulgar. Tan pronto dejan el cargo, no pisan un templo sino muertos, y eso porque los llevan o meten en ellas, y en sus vidas expulsando a los pobres y sencillos de fe, a los que hasta se la quitan. Y de esto, nada por parte de nadie. Y está a la vista y es más que bochornoso y evidente.
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Ya saben: a un pobre cura de Normandía de donde Pedro de Bethencourt, que no evangelizó los primeros, un cuchillo, como  a Santiago, le segó por el cuello. Pues, como la cojan con nosotros, ¡estamos apañados! Aunque el odio de los mismos nuestros, a veces -¡si lo sabré!- supera al de ese muchacho de 19 años que se cargó al sacerdote. El alcalde comunista del lugar dijo llorando: “¡han matado a nuestro sacerdote!”
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“... ¡Ay de mí, madre mía, que me engendraste hombre de pleitos!...” (Jr 15, 10. 16-21). / “... no nos pasamos de la raya...” (2 Cor 10, 1-11, 6). / “... enfrentaos...” (St  4, 7-8a.10).
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NOTA IMPORTANTÍSIMA (Matan cabras, crían perros, vean para qué):
Don Fernando: He leído, sin sorpresa, que le han informado sobre la posible vuelta al tema de Veneguera; uno de los escasos paisajes con el que aún no han logrado especular y destruir de Gran Canaria. No me extraña, que quieran matar las cabras y expulsar a los autóctonos de los lugares naturales isleños. Cabría decir, que la matanza de las cabras de hoy, no es más que el continuismo de las muchas mañas que, de una u otra manera; han venido utilizándose, a lo largo de la Historia de Canarias, en la destrucción de todo aquello que identifique a Canarias con el legado del que somos meros posesores temporales y, al que debemos cuidar para la posteridad.
No resultando nada extraño que prefieran los canes o perros a las cabras canarias, pues el can fue utilizado para infundir terror, dolor y masacrar a la población indígena; muchos, erróneamente, continúan pensando que el nombre de Canarias, devine de los canes que existían en las islas; nada más lejos de la realidad, los perros fueron introducidos por los conquistadores, al igual que hicieron en las tierras americanas, para dominar a los indígenas; tal y como relata, entre otros autores, en su obra el defensor de los indios, Fray Bartolomé de las Casas, en su obra "Historia General de las Indias".
Hoy, gracias al trabajo de investigación de don Alfredo Bueno Jiménez (Doctor en Historia de América, Universidad de Granada), titulada: "Los perros en la conquista de América"; podemos afirmar, que los canes fueron un arma potencialmente más mortal, con diferencia, de las utilizadas contra los indígenas. No obstante, conviene recordar que la utilización de los mastines en las batallas fue una constante en la Historia Antigua (Asia Menor, Grecia y Roma); igualmente, podemos afirmar que los perros continúan siendo empleados como un arma en muchos conflictos bélicos.
En definitiva; nada nos debe, itero, extrañar que en Canarias, algunos, prefieran a los canes antes que a las cabras, tal como nos enseña la Historia. Salud y paz.








No fue la caballería, ni los arcabuceros o ballesteros los que más terror infundían en los guerreros indígenas durante la colonización europea del Nuevo Mundo, segú...

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Del Abogado tertuliano y gran amigo: Don Juan Francisco Ramírez.

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