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El Gran Tabaibal sin cabras, está...

... preparado para grandes incendios. Y ello porque toda la hierba, y yerbajos, maleza, arbustos y demás, se secan, y es materia para el fuego, si antes no se lo comen las cabras (prohibido por el cabildo). Pues, ¡estas tenemos!: Y es que nada se hace con todo eso antes de que se seque (dejarlo comer a las cabras, o segarla para pasto).

Te prohíben y dificultan hasta la saciedad el abandono del campo, y de aquellos barros, estos lodos. O se vuelve a lo mejor de la labranza (limpiar tierras), o a lo mejor de la ganadería (que coma nuestra hierba la mejor del mundo por clima y lugar los ganados), o vamos a tener la que no nos va a librar, ¡ni santa Bárbara! Pues, la solución no es prevenir, sino soltar cabras y no matar las vivas, solo con eso desaparece la más remota posibilidad de incendio alguno. Y cuanto mayor sea el abandono del campo -propiciado por el cabildo-, mayores serán los incendios. Encima el cabildo lo ha llenado casi todo  de pinos -y no va a parar hasta llenarlo todo, toda la isla- la pinocha es como pólvora, así que incendios miles y de mayores tragedias y consecuencias, gracias al cabildo, que solo suelta un enjambre de vigilantes en superior número al de doscientos con creces, rayando los trescientos, que nada pueden hacer sino ganar un dinero medio año, por vigilar, y eso no nos va a librar de los incendios. Sobran bomberos apagas-fuegos, faltan cabras sueltas (¡y el cabildo las matan!). Y dicen los burros sabios técnicos del carajo, que cuando se llene todo de pinos se acabarán los incendios, y no se dan cuenta que el pino y sus piñas, son bombas de manos que estallan y vuelan, ¡Dios nos libre dentro de cuarenta años, cuando según cálculos no habrá donde plantar un saco de papas!, al estar todo de pinos, entonces la de Troya o Nerón, se quedan cortos. Y encima el cabildo (seprona y miedoambiente, no te dejan tocar nada, ni hacer nada). No te dejan limpiar y si hay incendios dicen ya la culpa es del dueño del terreno (¡). Preparémonos, para peores incendios por venir, gracias al cabildo que los propicia, con su matanza de cabras y con no permitir el pastoreo (toda cabra ha de estar tabulada, explotada, encerrada, para librar a los ende(¿qué?)mismos.

El Padre Báez, que repite: las cabras matadas por el cabildo no limpian el campo; no dejan al hombre del campo limpiar nada;  el cabildo favorece hayan pirómanos; los cañaverales invaden la isla junto con tabaibas, retamas, etc., todo protegido; ganaderos y agricultores no pueden tocar ni la pinocha (multados por seprona y miedoambiente); todo es protección, paraje, endemismo, etc.; todo es comprar alfalfar y piensos de fuera, contra lo nuestro que no lo puedes ni tocar, salvo multas y cárcel; etc., etc.

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¿A quién le amarga un dulce? Aunque nunca llueve a gusto de todos, ahí un ejemplo de alguien al que le caigo bien, pues, ¡vaya por Dios (que tampoco es el único)! Pues, por mi parte: ¡Gracias, muchas gracias!:

Buenos días Padre Báez:

Solamente comunicarle que me siguen encantando sus programas y comparto lo dicho a Manuel Artiles para que haga programas en otras islas.

Le confieso que con usted he aprendido más arqueología que leyendo libros de este tema en Canarias. Lamentable. Siguiendo sus enseñanzas, le confieso que he aprendido cosas como el por qué el pino es tan cruel para nuestra Tierra.

También le he de decir que, con usted se aprende más Catecismo que el que se enseña en las iglesias a los niños. Usted explica lo que otros sacerdotes no se atreven o no quieren explicar, y creo que es una forma de acercar a la gente a la Iglesia, a la Religión. De eso se trata, ¿no?; más que nunca de Re-ligare lo que ahora anda separado.

Echo de menos una visita por Tenerife y a ver lo que nos puede contar de esta isla, que he intentado recopilar y me resulta poco menos que imposible, dado lo poco que hay por ahí...

Un abrazo:

D. Glez.

P. D.- En Tenerife, hay muchísimo o tanto como aquí que mostrar; pasa, que nos ocultan nuestro patrimonio, Historia, raíces, yacimientos, tradiciones, costumbres, etc. Un ejemplo: las pirámides de Tenerife, hechas por los guanches, no tienen nada que envidiar a las de Egipto, y sin embargo, son totalmente desconocidas. Es un solo ejemplo, que ya veremos maravillas de Tenerife, cuando vaya por ahí (si Dios quiere), que ni las imaginan (y lo mismo de las otras islas).

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“... son unos soberbios... una banda de insolentes... atentan... sin tener en cuenta... son adversarios...” (salmo 85).