El problemón que me crean las
gallinas...
... toda vez, los lagartos están protegidos, no sé si
después de descubrir, se meriendan cuanto lagarto ose atravesar su terreno o
gallinero, en busca de algo que comer, y son comidos por ellas, si me vendrá el
sepro o el miedo a multarme porque mis gallinas desaparecen de la fauna a unos
inocentes, endémicos y autóctonos lagartos, que por ello están protegidos, y
ahora me plantea una duda: ¿quitar o no las gallinas?
Pero me pregunto, ¿y si no
se los comen mis gallinas y se los comen las culebras y serpientes que el
cabildo ha dejado entrar y culebrear y serpentear por toda la isla, qué
diferencia hay? Y ya no sé si comer huevos de lagartos o comer los huevos de mis
tres pobres y valientes gallinas, que alimentadas así tan ricamente, son
ponedoras fieles sin fallar un solo día los tres huevitos de mi alma. Y pasa, que si matas una cabra libre, no te
pasa nada; pero si matas un lagarto (que no yo, sino mis gallinas), te pueden
multar y si no pagas, ¡a la cárcel!, y estoy hecho un lío. Y si pongo esto en
conocimiento de ustedes, mis amigos, es por si alguien o alguno me aconseja qué
hacer: ¿quitar o no las gallinas? Tal vez, pueda reforzar con telas más tupidas
el gallinero, para que no entren los reptantes, pero es que los diablos lagartos
siempre se te cuelan, y no voy a tener a mis pobres tres gallinas, siempre
encerradas, y al menos les entre el sol, y el aire, y así sus huevos -mis huevos
(¡no sean mal pensados!)-, sean más ecológicos.
El Padre Báez, que piensa en lo felices que son todos
aquellos, que no tienen gallinas, pues se ven libres de estos problemas, dudas y
temores, y tal vez multa y cárcel, y más cuando imprudentemente lo he dicho,
pero honrado que es uno, ni tapa ni oculta nada, pues que la verdad nos hace
libres, libres como las cabras a las que el cabildo matacabras, matan. ¿Tendré
que matar a mis tres pobres gallinas? ¡Ya me dirán, ustedes mis amigos! Porque
huevos comprados de granja, no son lo mismo, y ello se nota en el color y en el
sabor (¡un par de huevos fritos -de los míos- con una papas -también- fritas:
una gozada, usted!).
Nota.- Ardo en
deseos de comentarles la absurda y ridícula carta de tres folios que el
miedoambiente del cabildo le mandó a Don Pedro Toledo, justificando y reiterando
la matanza de las cabras. No, no son unos cabrones, son unos
matacabras.
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Esto es muy bueno, que ustedes mis amigos, se impliquen
como los hermanos Morales en mis programas televisivos. Gracias a los dos (Javi
y Alberto):
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“... se me
revuelve el corazón...” (Os 11, 1b-4.8c-9). / “... no nos escucha...”
(Mt 10, 7-15). / “... ¡Ánimo, sé valiente! ¡No te asustes ni
te acobardes!... en cuerpo y alma...” (1 Cro 22, 5-19). / “... a la sabiduría, le sucede a malicia...”
(del comentario de san Ambrosio, obispo, sobre
el salmo ciento dieciocho). / “... nos saquean...”
(salmo 43). / “... se burlan de nosotros...”
(salmo 79). / “... buscan sitios para espiar, acechan...”
(salmo 55). / “... estamos entre leones...”
(salmo 56).
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